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Tag - baika

Huertos de Ucuquer: donde la sustentabilidad y la excelencia agrícola se unen para conquistar los mercados del mundo

 En el corazón de la Región de O’Higgins, a orillas del río Rapel y rodeado de imponentes cerros cubiertos de vegetación nativa, se extiende Huertos de Ucuquer, uno de los proyectos agrícolas más ambiciosos de Baika Agrícola. Con 2.100 hectáreas en total, este campo no solo es un motor productivo, sino también un ejemplo vivo de cómo la agricultura moderna puede convivir en armonía con la naturaleza.

El diseño del proyecto es claro: el 40% del terreno se destina a conservación, resguardando quebradas y cerros que actúan como corredores biológicos, protegen cauces naturales y favorecen la recarga hídrica. Estas áreas, ricas en flora y fauna nativa, cumplen un rol esencial en la sustentabilidad del campo y en el cumplimiento de exigentes certificaciones como LEAF Marque y GLOBALG.A.P. 

Desde la perspectiva financiera, el proyecto incorporó criterios de sostenibilidad mediante el diseño de un modelo de financiamiento que incluyó un crédito verde otorgado por el Banco Itaú. Este instrumento vinculó el cumplimiento de metas ambientales y sociales con la obtención de una tasa preferente, generando un incentivo directo para el desempeño sostenible.

El 60% restante está dedicado a cultivos de aguacates, limones y viñas, con un desarrollo planificado que combina eficiencia productiva, continuidad laboral y calidad premium para los mercados internacionales.

Aguacates: la joya del proyecto

Entre 2021 y 2024 se establecieron cuidadosamente las plantaciones de aguacates y limones, mientras que la viña, presente desde 2012-2013, complementa la operación. Hoy, Huertos de Ucuquer cuenta con 691 hectáreas de aguacates, un 30% de ellos clonales, distribuidos en suelos y microclimas diversos que permiten extender la temporada de cosecha desde agosto hasta enero o incluso febrero.

“La zona es muy productiva, por lo que este campo debería transformarse en uno de los principales proveedores de aguacates para Baika. Eso nos permitirá garantizar programas competitivos y consistentes en todo el mundo”, explica Jaime Guarda, Gerente General de Baika Agrícola.

En 2024, el campo vivió su primera cosecha de aguacates, un paso inicial que permitió confirmar que las prácticas agrícolas estaban bien encaminadas. Este 2025 marcará el salto: se espera superar los 2 millones de kilos, consolidando a Huertos de Ucuquer como un pilar del abastecimiento global de Baika Fruits.

“Las expectativas son altas. El equipo ha trabajado muy ordenado, la fruta está de buen calibre y sana, y el clima nos ha favorecido sin heladas. Estamos listos para comenzar la cosecha a finales de agosto, solo falta que los precios internacionales mejoren un poco para tener una excelente temporada”, detalla Guarda.

Producción diversificada, gestión inteligente

El desarrollo de las plantaciones ha sido impecable: suelos preparados con precisión, selección de viveros de alta calidad y un manejo agrícola que se traduce en un campo homogéneo, con plantas vigorosas y muy pocas pérdidas.

La viña, cuya cosecha es prácticamente mecanizada, y los limones, con sus propias ventanas de recolección, permiten escalonar las labores agrícolas a lo largo del año. Esto asegura la disponibilidad de mano de obra calificada y una operación más eficiente, sin interrupciones productivas.

Con plataformas de comercialización en Chile, España y Estados Unidos, Baika Fruits ha construido una red de suministro desde múltiples orígenes para garantizar fruta fresca y consistente todo el año. La trazabilidad 100% garantizada es parte de su sello, y Huertos de Ucuquer se integra plenamente en esta estrategia, aportando volumen, calidad y sustentabilidad a la cartera de la compañía.

“Trabajamos para mantener presencia constante en los principales mercados, con un producto que cumpla los más altos estándares. Huertos de Ucuquer es un proyecto que refleja nuestra visión: producir con excelencia, respetando el medioambiente y respondiendo a las necesidades de nuestros clientes”, concluye Guarda.

Baika Chile fortalece su compromiso con la sostenibilidad mediante la certificación LEAF Marque

A fines de 2024, Baika Chile marcó un hito estratégico al obtener la certificación LEAF Marque, un estándar de reconocimiento internacional que valida el desarrollo de una agricultura más sostenible. Esta certificación, presente hoy en los campos de Alicura, Valle Leyda, Ucuquer, Pintacura y San Ignacio, reafirma la convicción de la compañía de avanzar hacia un modelo agrícola responsable, eficiente y profundamente conectado con las comunidades locales.

“Representa un hito relevante y estratégico para la compañía, ya que acredita que la operación agrícola de Baika ha alcanzado un nivel de excelencia en sostenibilidad reconocido globalmente”, señala Loreto Bravo, Coordinadora de Certificaciones y Medioambiente de Baika Chile.

La obtención de este sello implica que los procesos productivos de Baika se desarrollan sobre la base de prácticas agrícolas responsables, lo que no solo otorga un respaldo técnico al manejo de sus campos, sino que también abre oportunidades concretas para acceder a mercados más exigentes, al tiempo que impulsa ventajas competitivas y un enfoque de mejora continua en la gestión.

Implementación diaria en los campos de Baika

Uno de los aspectos distintivos de LEAF Marque es su enfoque integral. A diferencia de certificaciones centradas en un solo producto, este sello se aplica a nivel predial: es decir, certifica el campo completo, siempre que cuente previamente con GLOBALG.A.P., como requisito base. “En Alicura, a modo de ejemplo, estamos certificados no sólo con paltas, sino que también con mandarinas, limones y almendras”, explica Bravo. Así, todas las especies cultivadas en los predios que cumplen los estándares quedan cubiertas por el certificado.

Los compromisos ambientales y sociales exigidos por LEAF Marque no se limitan a la teoría. En Baika se traducen en acciones diarias concretas, entre las que se destacan el uso responsable del suelo, la gestión eficiente del agua, la conservación y mejora de la biodiversidad, la correcta gestión de residuos, el control de fuentes de contaminación, la gestión energética y de emisiones. Todas estas prácticas son aplicadas a través de estrategias diseñadas según la realidad particular de cada campo.

El mantenimiento de este estándar no sería posible sin la labor constante de los equipos de trabajo en terreno. “Cumplen un rol fundamental al ser los pilares operativos del estándar, ya que depende directamente de la implementación diaria en terreno y del compromiso, la capacitación y la disciplina de todos los colaboradores”, subraya Bravo.

Sostener un sello de estas características no está exento de complejidades. Desde la experiencia de Baika, los desafíos han sido constantes, tanto a nivel operativo como de gestión. Implementar prácticas sostenibles, reconocen, ha implicado un cambio cultural profundo al interior de la organización. Para enfrentar este proceso, se han diseñado estrategias robustas que permitan no solo mantener el cumplimiento del estándar, sino también avanzar hacia mejoras continuas.

Mirando hacia adelante, Baika proyecta impactos significativos tanto en lo productivo como en lo social. En el mediano plazo, la aplicación sostenida de prácticas responsables permitirá a sus campos optimizar recursos y enfrentar con mayor preparación los efectos del cambio climático. En el largo plazo, se espera un incremento en la productividad agrícola, derivado de la conservación del suelo y la regeneración de los ecosistemas.

Además, la relación con las comunidades locales es una dimensión central en esta visión. “Se pretende fortalecer la confianza y crear una alianza estratégica entre la empresa y las comunidades”, afirma Bravo. Este enfoque social se materializa también en acciones concretas como los días de campo organizados con escuelas de la zona, que buscan acercar la agricultura sostenible a las nuevas generaciones.

Para Baika Chile, LEAF Marque no solo representa una validación técnica: es una guía para avanzar hacia un modelo agrícola inclusivo, consciente y preparado para los desafíos del futuro. Un modelo donde la sostenibilidad se construye desde el terreno, con disciplina, conocimiento, trabajo colaborativo y respeto por el entorno.

Tropical Millenium afianza su estrategia ambiental con Baika Sostenible y consolida su modelo de economía circular en España

Tropical Millenium (TM) -empresa filial de Baika en España- dedicada a la comercialización de frutas tropicales, ha formalizado su compromiso con la sostenibilidad a través de su integración en la estrategia global de Baika Sostenible. Esta alianza ha derivado en la implementación de medidas concretas en sus procesos logísticos y operativos, con resultados cuantificables en reducción de residuos, emisiones y desperdicio de alimentos.

En el centro de esta transformación se encuentra la adopción de envases reutilizables de transporte (ERT) de la marca IFCO, una decisión que responde al enfoque de eco-packaging promovido por Baika en sus operaciones internacionales. Estos envases, resistentes y reutilizables, permiten reducir drásticamente el uso de materiales desechables como cartón, papel, stretch film o zunchos, optimizando además la logística y la integridad del producto durante su traslado.

Damián Claude André Perucho, subdirector comercial de Tropical Millenium, sostuvo que esta alineación representa un compromiso concreto con la economía circular. “Para Tropical Millenium, alinearse con la estrategia de Baika Sostenible representa un compromiso activo con la economía circular y la sostenibilidad en toda la cadena de valor”, afirmó. “Esta visión compartida con Baika nos impulsa a construir un modelo regenerativo, medible y con impacto ambiental positivo tanto en España como en otras regiones donde opera el grupo”.

Los resultados ambientales alcanzados en 2024 reflejan el impacto tangible de esta estrategia. Según el certificado IFCO, TM logró una reducción de 52.501 kilogramos de emisiones de CO₂, cifra equivalente a retirar de circulación 38 automóviles durante un año. A ello se suma un ahorro de 5.000 metros cúbicos de agua, lo que representa unas 125.002 duchas de cinco minutos, y una reducción de consumo energético de 667 GJ, equivalente al uso de 5.300 bombillas encendidas durante un año.

El impacto también se manifestó en el control del desperdicio: se evitaron 122.835 kilogramos de residuos sólidos y 5.300 kilogramos de fruta dañada. Esta última cifra se traduce en evitar la pérdida de 8.833 comidas promedio, fortaleciendo el objetivo de eficiencia y responsabilidad alimentaria que comparten TM y Baika.

Pero los beneficios no se limitan al ámbito ambiental. Según Damián Perucho, la implementación de los ERT ha impulsado una transformación profunda dentro de la empresa. “Ha generado un impacto positivo tanto a nivel operativo como cultural. A nivel interno, ha optimizado los procesos logísticos y ha mejorado la eficiencia en el manejo y transporte del producto”, explicó. “Desde el punto de vista organizacional, ha fortalecido una cultura de sostenibilidad transversal, donde cada área —desde producción hasta distribución— se involucra activamente en la reducción del impacto ambiental”.

Damián Perucho agregó que esta transformación también ha traído efectos secundarios positivos, como la reducción en el uso de servicios de retiro de basura local y una menor generación de materiales de embalaje secundarios. 

La experiencia de TM se inserta dentro de una estrategia global promovida por Baika en países como Chile y México, donde también se están implementando modelos de eco-packaging y acciones de medición y reducción de la huella de carbono. “Nuestra estrategia de sostenibilidad tiene un alcance global en todas las operaciones de Baika”, sostuvo Damián Perucho. “Contar con iniciativas en todos los países bajo el pilar de eco-packaging sin duda apunta en la dirección correcta. Estas iniciativas son materiales y están en el centro de nuestro quehacer diario en la etapa de distribución de fruta”.

Con una mirada puesta en el mediano plazo, TM se ha trazado nuevos desafíos en el marco de Baika Sostenible. Entre ellos destaca la meta de mantener los actuales niveles de distribución con cajas IFCO y avanzar en el desarrollo de sistemas de eco-etiquetado, un ámbito que consideran clave para seguir innovando. “Estamos mirando muy de cerca el desarrollo de esa industria que está en constante innovación”, señaló el subdirector comercial.

El caso de Tropical Millenium muestra cómo es posible integrar prácticas sostenibles en la operación cotidiana sin comprometer la eficiencia. A través de decisiones estratégicas, respaldo técnico y una cultura organizacional orientada a la mejora continua, la empresa se consolida como un actor relevante dentro de una red global que busca transformar la cadena de suministro de frutas en un sistema regenerativo y responsable.

Tranque Matancilla: seguridad hídrica y sostenibilidad para el futuro agrícola de Alicura y Ucuquer

En medio del dinámico desarrollo agrícola de los campos Alicura y Huertos de Ucuquer, el tranque Matancilla se posiciona como una infraestructura clave para asegurar el recurso más crítico en tiempos de cambio climático: el agua. Con una capacidad cercana a los 4 millones de metros cúbicos, esta obra fue concebida con el objetivo de garantizar una fuente hídrica confiable para los futuros proyectos del campo.

Esa visión inicial tomó forma definitiva en el presente, justo cuando la operación de Baika alcanza una escala importante con casi 2.000 hectáreas plantadas. En este escenario, el tranque no solo entrega seguridad de riego, sino que también incorpora principios de eficiencia energética, conservación del entorno natural y flexibilidad operativa.

Desde una mirada operativa, el tranque permite almacenar agua en momentos de mayor disponibilidad, para luego utilizarla en los meses más demandantes. Este principio de planificación, que considera tanto escurrimientos naturales como el aprovechamiento de lluvias, es clave para reducir la dependencia directa de fuentes como el río Rapel.

Miguel Irarrázaval, gerente de Proyectos Hidráulicos de Baika, enfatiza que “mayor aprovechamiento de aguas de lluvia y escurrimiento natural, seguridad de riego, flexibilidad operativa entre lugares de origen y uso del agua” son algunos de los beneficios inmediatos del tranque.

Sin embargo, aclara que no debe considerarse un diseño exclusivamente basado en precipitaciones: “No es preciso decir que el diseño del tranque sea ‘basado en aguas lluvia’. El agua que llene el tranque provendrá de las lluvias, pero también del bombeo desde el río en las horas de menor demanda de la red”.

Este criterio de eficiencia también se refleja en el diseño estructural del sistema. Daniel Benavides, jefe corporativo de Sostenibilidad y HSE de Baika, explica que “contar con un reservorio de agua de la naturaleza del tranque Matancilla nos permite dar un mejor uso a las aguas disponibles para riego tecnificado y también de la energía requerida. Su diseño contempló el mejor aprovechamiento de la fuerza de gravedad para movilizar los flujos de agua hacia los diversos puntos de irrigación”.

Este enfoque reduce la necesidad de impulsión mecánica y contribuye, de forma directa, a un manejo más sustentable del recurso. “Esto genera grandes beneficios en el tiempo en términos de sustentabilidad agrícola, ya que disminuye la huella de carbono de forma permanente los procesos de riego en periodos del año donde hay menor disponibilidad de agua en forma de lluvia y rocío”, añade Benavides.

Además de su aporte en eficiencia, el tranque cumple un rol fundamental en la protección de los cultivos durante las épocas de mayor estrés climático. “Nos permite cuidar nuestros árboles frutales de mejor manera al poder tener agua disponible en periodos de mayor estrés calórico y finalmente proveer frutos de mejor calidad”, señala el jefe de sostenibilidad. Y agrega un punto adicional de alto valor estratégico: “Y por cierto también el apoyo a las autoridades en caso de emergencias como incendios forestales”.

Conservación de flora y fauna

El tranque Matancilla no solo responde a objetivos agrícolas: su implementación incorpora una dimensión ambiental que contribuirá al equilibrio ecológico del área.

Baika ha realizado monitoreos para evaluar la fauna esperada en el nuevo cuerpo de agua. Según Irarrázaval, “debería ser un buen lugar de aterrizaje, descanso y alimentación de aves migratorias. Deberíamos ver al menos las mismas aves que hay en otros espejos de agua en la zona: garzas, patos, hualas, taguas, coscorobas, cisnes, yecos, queltehues. También es probable que sea un buen hábitat para coipos”.

Respecto al impacto ambiental del proyecto, Irarrázaval indica que “el proyecto contó con una evaluación ambiental extensa y se tomaron medidas de preservación de la flora y fauna en la zona, por tanto, el impacto del tranque no será significativo”.

Si bien el tranque no es visible desde todo el campo —dado que las lomas y cerros circundantes lo ocultan en parte—, el valor paisajístico del cuerpo de agua es indiscutible. “Siempre es bonito tener un cuerpo de agua a la vista, sea río, tranque o lago”, comenta.

El tranque Matancilla es también una muestra de cómo los proyectos agrícolas pueden evolucionar con el tiempo y adaptarse a nuevas prioridades. “El proyecto de los inversionistas originales tenía una faceta inmobiliaria, y el tranque era parte importante de eso. Con el tiempo eso se dejó de lado, y el tranque pasó a considerarse como parte de la infraestructura de abastecimiento de agua”, detalla Irarrázaval.

En su operación actual, el tranque será llenado en los meses de lluvia —invierno y primavera,  preferentemente hasta octubre— y su agua se utilizará progresivamente hasta marzo, acompañando así el periodo de verano más  demandante del calendario agrícola.

Pero más allá de sus funciones técnicas o productivas, esta obra representa una apuesta concreta por una agricultura moderna, eficiente y consciente de su entorno. La implementación del tranque Matancilla refuerza el compromiso de Baika con la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos naturales, aportando no solo a la productividad del campo, sino también al equilibrio ambiental de la zona.

Agricultura regenerativa en acción: cómo Valle Leyda se convirtió en un laboratorio vivo de innovación agro-tecnológica

Ignacio Streeter, CEO de Neutral Farming, revela cómo la ciencia de datos y la inteligencia artificial están transformando el suelo chileno en un activo climático.

En el corazón del Valle Leyda, Baika Chile emprendió un ambicioso piloto de agricultura regenerativa con el respaldo tecnológico de Neutral Farming. El objetivo era claro: medir el impacto de los manejos agrícolas implementados en los últimos años, especialmente en términos de salud del suelo y captura de carbono.

“El propósito principal fue determinar los incrementos de materia orgánica, carbono orgánico en el suelo y captura de CO₂ equivalente desde que comenzaron con estos manejos de Agricultura Regenerativa”, explica Ignacio Streeter, CEO y cofundador de Neutral Farming. La elección de Valle Leyda no fue casual. Según Streeter, “el especial cuidado que ha tenido el área agrícola por recuperar el suelo mediante diferentes manejos” lo convirtió en el terreno ideal para este experimento.

La medición del carbono en el suelo se realizó a través del Gemelo Digital Agrícola, una plataforma desarrollada por Neutral Farming que combina modelos científicos con inteligencia artificial y machine learning. Esta herramienta permite extrapolar variables físicas y químicas del suelo a partir de datos de campo, imágenes satelitales y bases de datos históricas.

“Seguimos metodologías de prestigio internacional como GSOC de la FAO y VM0042 de Verra”, afirma Streeter. Además, el sistema recomienda el número óptimo de muestras y sus ubicaciones georreferenciadas, lo que permite establecer una línea base para futuras mediciones de captura de carbono.

Los resultados preliminares del piloto muestran un gran potencial de captura adicional de carbono. Para alcanzar ese potencial, Streeter sugiere implementar prácticas como: coberturas vegetales permanentes, rotación de cultivos, reducción de laboreo, aplicación de compost y bioinsumos y manejo integrado de nutrientes. 

Estas prácticas no solo mejoran la salud del suelo, sino que también contribuyen a la estrategia de descarbonización de la compañía.

Un modelo para Chile y América Latina

La medición y modelamiento realizados en Valle Leyda representan un avance significativo para la agricultura regenerativa en la región. “Al entregar datos concretos del impacto agrícola, se puede tomar mejores decisiones sobre qué prácticas son más favorables según las condiciones específicas de cada campo”, señala Streeter. Neutral Farming busca cerrar la brecha entre la ciencia y la práctica agrícola, facilitando la transición hacia modelos más sustentables. “Nuestra solución impulsa la rentabilidad y el impacto positivo del agro”, agrega.

Neutral Farming se define como una “constructora tecnológica” del agro. En la práctica, esto se traduce en dos beneficios clave para productores como Baika Chile :

- Gestión eficiente de datos: El Gemelo Digital automatiza la captura de información desde múltiples fuentes (clima, sensores, fertilizantes, análisis de suelo), simplificando la toma de decisiones y reduciendo el uso de insumos hasta en un 30%.

- Medición del impacto positivo: La plataforma traduce las mejoras en métricas de sustentabilidad exigidas por mercados e inversionistas, como huella de carbono, salud del suelo y eficiencia hídrica.

Mirando hacia el futuro: escalar con aliados estratégicos

La alianza entre Neutral Farming y Baika Chile  es un ejemplo de cómo la innovación y la colaboración pueden impulsar la adopción de prácticas agrícolas regenerativas y mejorar el impacto ambiental de la producción agrícola. Neutral Farming ve en Baika Chile  un socio clave para escalar su modelo. “Una evolución natural es trabajar con su red de proveedores para generar mayor impacto en los países donde tienen operaciones”, comenta Streeter.

Para expandir estos proyectos, es fundamental que más empresas líderes en cultivos frutales y agroindustria adopten tecnologías que aporten valor tangible tanto económico como ambiental.

Streeter concluye con una reflexión sobre el rol de la tecnología en el futuro del agro:  “Actualmente se habla mucho de la sobreutilización de recursos. Nuestra visión es que la ciencia aplicada y la IA tienen un tremendo aporte que hacer ahí. Ayudan al agro a ser más óptimo, más rentable y con mayor impacto positivo.”

Baika México: una alianza confiable que transforma la relación con los productores de aguacate

En el competitivo mercado del aguacate mexicano, donde los productores cuentan con diversas alternativas para comercializar su fruta, la confianza se ha convertido en el principal diferenciador. Así lo asegura Rodrigo Hauyon, Country Manager de Baika México, quien destaca que la empresa ha logrado consolidarse como un socio estratégico gracias a un modelo de colaboración basado en relaciones a largo plazo, control operativo total y una propuesta de valor alineada con los estándares internacionales.

La relación de Baika con los productores no se limita a la compra de fruta. La empresa ha desarrollado un sistema basado en vínculos estables y transparentes, que garantiza tanto continuidad en el suministro como calidad en cada etapa del proceso. “En México hay varias opciones de empaques que pueden comprar la fruta, pero los productores eligen a quién venderle por dos razones principalmente: precio y confianza en los pagos”, afirma Hauyon. Esa estabilidad es la base de una red de proveeduría confiable, que a su vez alimenta la operación exportadora de la empresa.

Desde septiembre de 2024, la operación mexicana de Baika cuenta con su propia planta empacadora en Cherangeran, Michoacán. Esta instalación no solo optimiza la logística, sino que ofrece una ventaja crítica: control total del proceso. Con capacidad para procesar hasta 13 toneladas de aguacate Hass por hora y generar de tres a cuatro cargas diarias, la planta ha permitido a Baika alcanzar una cifra notable de exportación en 2024: 17 millones de kilos, el 95 % dirigidos al mercado de Estados Unidos.

“Tener nuestras propias instalaciones nos da el control completo del proceso y mayor seguridad para productores y clientes”, señala Hauyon. La transición desde la maquila a una operación propia, ha permitido a la empresa establecer protocolos internos que aseguran un manejo más preciso de la fruta, desde su recepción hasta su embarque.

Hoy, la trazabilidad y la calidad son gestionadas internamente, desde el corte hasta el empaque. Equipos especializados, formados desde hace años, se encargan de realizar cosechas dirigidas a los requerimientos específicos de cada programa comercial. “Contamos con cuadrillas que hemos preparado desde hace años, lo que nos permite realizar cortes dirigidos al programa que se necesita”, explica el ejecutivo. La fruta es procesada bajo protocolos que garantizan que no pasen más de 24 horas desde su recolección hasta su empaque. Además, se conserva en cámaras de pre-frío dentro del propio empaque, asegurando que llegue a destino con su frescura y calidad intactas.

Este nivel de eficiencia logística se convierte en una ventaja competitiva clave en mercados como el estadounidense, donde Baika mantiene una relación directa con Naturipe Avocado Farms y otros importadores que permiten sostener un flujo constante de exportación durante todo el año. La operación en México, sin embargo, forma parte de una estrategia mayor: Baika trabaja bajo un modelo multiorigen, operando también en Chile, Perú, Colombia y la región mediterránea. Esta diversificación permite mitigar riesgos climáticos y logísticos, y asegurar fruta fresca en cualquier temporada.

La diferenciación de Baika no se limita a la operación técnica. La empresa ha asumido un compromiso claro con la sostenibilidad y la innovación, integrando prácticas que la colocan a la vanguardia del sector. En México, ha sido pionera en la implementación de etiquetas PLU compostables y en el uso de materiales biodegradables en toda su cadena de empaquetado. “Nos preocupamos de que todos los materiales que se usen sean biodegradables o compostables. Somos pioneros en el mercado con nuestras etiquetas”, destaca Hauyon. Esta visión responsable se refleja también en la elección de insumos como cajas IFCO reutilizables y esquineros de cartón reciclable.

En un contexto donde los consumidores y mercados exigen cada vez más trazabilidad y responsabilidad social, Baika ha logrado obtener certificaciones clave como SENASICA, PRIMUS y SMETA, incluyendo su versión de cuatro pilares. Alcanzar estos estándares ha representado un desafío técnico y operativo considerable, especialmente durante las etapas de auditoría. “Realizar la certificación SMETA de 4 pilares fue un desafío muy grande, pero logramos superarlo gracias al equipo que hemos consolidado”, reconoce Hauyon. Más allá del cumplimiento, estas certificaciones refuerzan la posición de la empresa en mercados globales donde la confianza en el origen es un diferenciador.

Baika México se ha convertido así en una empresa que no solo compra fruta, sino que construye valor desde el campo hasta el anaquel. Su relación con los productores es el eje de una estrategia más amplia que conjuga eficiencia, confianza, sostenibilidad y visión global. En una industria en constante evolución, esa combinación es más que una ventaja: es una garantía de permanencia.

BioPollen Solutions: La revolución de la polinización asistida en la industria del aguacate

La compañía tecnológica especializada en polinización asistida ha triplicado su presencia en Estados Unidos entre 2024 y 2025, consolidando operaciones en los principales países productores de aguacate y estableciendo una alianza científica con la Universidad de California, Riverside.

En un escenario agrícola marcado por la variabilidad climática y la disminución de polinizadores naturales, BioPollen Solutions se posiciona como uno de los actores más innovadores en la industria frutícola, particularmente en el cultivo de aguacate, cereza, avellano europeo y almendro. Entre 2024 y 2025, la empresa ha logrado un crecimiento exponencial en Estados Unidos, multiplicando por tres la superficie aplicada con su tecnología de polinización asistida.

Este avance se concentra principalmente en el estado de California, donde BioPollen ya cubre una extensa franja desde Ventura County hasta San Diego.

BioPollen Solutions es una empresa de Baika, lo que le permite articular innovación tecnológica con conocimiento técnico del sector frutícola, aprovechando las sinergias de un grupo con presencia regional y foco en el desarrollo sostenible de la productividad agrícola.

El crecimiento, sin embargo, no ha sido producto de una estrategia agresiva de expansión, sino del desarrollo de relaciones comerciales sostenidas en el tiempo. Desde BioPollen Solutions explican que el foco ha estado en generar valor real a los productores, posicionándose como una solución efectiva ante las nuevas condiciones que enfrenta la agricultura.

“Este año 2025 fue un salto relevante en la cantidad de hectáreas que aplicamos. Este crecimiento sostenido ha sido el resultado de una estrategia que ha estado centrada en la construcción de una relación de largo plazo con nuestros clientes, más que un foco en crecer de manera acelerada en el corto plazo”, afirma Diego Domínguez, CEO de BioPollen Solutions.

 

El contexto también ha favorecido la adopción. La disminución de la población de abejas, combinada con un clima cada vez menos predecible, ha llevado a muchos productores a buscar alternativas que les brinden mayor control en una etapa clave del ciclo productivo: la polinización. En ese sentido, la recepción del servicio ha sido positiva, y muchos agricultores lo perciben como un “seguro” para garantizar el rendimiento de sus campos.

La consolidación internacional también ha sido clave en el desarrollo de BioPollen Solutions. La empresa mantiene operaciones activas en Chile, Perú, Colombia y Estados Unidos, lo que no solo ha ampliado su base comercial, sino que ha permitido acelerar procesos de aprendizaje y desarrollo técnico.

“El tener una presencia regional ha sido un hito relevante para la compañía. No solo por el crecimiento que conlleva, sino porque nos ha permitido tener un aprendizaje acelerado al tener varias temporadas en un año, y una exposición a diversas realidades y desafíos en cada origen”, comenta Domínguez. “Actualmente contamos con un producto que genera excelentes resultados, y el contar con operaciones en diversos orígenes nos continuará aportando conocimiento constante para formular un producto de excelente calidad y aplicarlo de la manera más efectiva posible”.

Uno de los hitos más relevantes en este proceso ha sido la colaboración con la Universidad de California, Riverside, una de las instituciones más reconocidas a nivel mundial en investigación sobre aguacates. En 2025, la empresa fue seleccionada como una de las tres tecnologías a ser evaluadas en un estudio de eficacia de tres años, cuyo objetivo es medir el impacto de distintas soluciones de polinización asistida en la productividad del cultivo.

“El haber sido seleccionados para este estudio de eficacia corrobora el buen trabajo que ha estado realizando el equipo durante estos años”, sostiene el CEO. “Desde el inicio de la empresa, hemos puesto un foco relevante en contar con estudios de eficacia realizados por entes externos y referentes en cada una de las especies y países donde tenemos presencia. El estudio con la Universidad de California es sin duda el más relevante que estamos realizando en aguacates”.

Aunque es el primer ensayo formal en aguacate, BioPollen Solutions ya cuenta con estudios en otras especies como cerezos y avellanos, donde los resultados han sido consistentes: incrementos productivos superiores al 20%, sin comprometer la calidad del fruto.

La tecnología que desarrolla la empresa combina investigación, agronomía de precisión y manejo fenológico. A diferencia de los métodos tradicionales, el modelo de BioPollen Solutions se basa en un servicio integrado, que comienza con la comprensión de los desafíos particulares de cada cliente y continúa con la formulación de un producto líquido de alta concentración de polen viable, recolectado en la misma temporada y compatible con la variedad cultivada.

El proceso contempla un monitoreo detallado del estado fenológico de los huertos para determinar los momentos de aplicación. En promedio, se realizan tres aplicaciones por huerto, con una separación de siete días entre cada una, lo que permite intervenir grandes superficies en ventanas climáticas estrechas y maximizar la eficacia del proceso.

“La cantidad de días óptimos para la polinización en términos climáticos no siempre son abundantes, por lo que contar con un servicio que logre realizar la polinización de manera masiva, con alta cantidad de polen de calidad, es un tremendo beneficio”, explica Domínguez.

El control del proceso completo —desde la formulación del producto hasta su aplicación en campo— permite a la empresa asegurar que el polen se aplica en el momento exacto y en la cantidad adecuada, lo que ha sido clave para alcanzar resultados consistentes en distintas condiciones productivas.

De cara al futuro, BioPollen mantiene una estrategia de crecimiento que prioriza la validación técnica y científica por sobre la expansión comercial inmediata. Actualmente, la empresa está probando su tecnología en nuevas especies, las cuales se incorporarán a su portafolio solo una vez que se confirme su efectividad.

En paralelo, la compañía está explorando modelos de negocio alternativos para escalar su servicio, sin comprometer los estándares de calidad que han sido la base de su reputación.

“La adopción tecnológica en el sector agrícola toma tiempo. Por lo tanto, nuestro foco está en construir una base sólida que habilite el crecimiento de largo plazo con nuestros clientes”, concluye Domínguez.

Con una propuesta respaldada por ciencia, resultados y un enfoque orientado al productor, BioPollen Solutions —como parte del ecosistema de innovación de Baika — no solo está cambiando la forma en que se realiza la polinización en frutales, sino también el estándar de cómo innovar en la agricultura moderna.

Baika México, pioneros en etiquetas PLU compostables en la industria del aguacate

Procesadora Baika, empresa líder en el sector del aguacate en México, ha dado un paso decisivo hacia la sostenibilidad al convertirse en el primer empaque del país en utilizar etiquetas PLU compostables en este fruto. Este avance representa un cambio significativo en la manera en que se concibe la relación entre eficiencia operativa y compromiso ambiental dentro del sector agroindustrial.

Desde sus primeros meses de operación, Procesadora Baika México definió con claridad su meta: reducir la generación de residuos sólidos derivados del etiquetado sin comprometer los estándares de calidad exigidos por el mercado. Fue así como comenzó el desarrollo conjunto con Sinclair, proveedor internacional de soluciones de etiquetado, con el acompañamiento estratégico de Avocados from Mexico.

Durante las reuniones técnicas con Sinclair, Baika expresó su intención de colaborar activamente en acciones ambientales concretas. Según explicó Omar Cervantes Avilés, gerente de empaque de Procesadora Baika, el objetivo fue claro desde el inicio: “Queríamos ir más allá de la operación eficiente; nos propusimos innovar con impacto, y esto nos llevó a buscar una etiqueta verdaderamente compostable”.

Una etiqueta funcional y certificada internacionalmente

La solución llegó con la etiqueta T55, diseñada inicialmente para frutos como el kiwi y adaptada específicamente para el aguacate. A partir de abril de 2025 se realizaron pruebas operativas para verificar su funcionalidad, incluyendo la adherencia y permanencia en la fruta en condiciones reales de empaque. Los resultados fueron plenamente satisfactorios.

Además de su desempeño técnico, la etiqueta T55 cuenta con certificaciones internacionales clave: cumple con la norma EN 13432 de la Unión Europea para compostabilidad industrial, está aprobada por la FDA para contacto con alimentos y ha sido validada por autoridades regulatorias en China. Estas certificaciones respaldan que la etiqueta puede degradarse de forma natural y segura en sistemas de compostaje industrial, sin dejar residuos tóxicos ni microplásticos.

Impacto ambiental y visión de largo plazo

Tras validar su viabilidad técnica y acordar condiciones comerciales, Baika realizó su primer pedido formal a finales de mayo de 2025. Desde entonces, su implementación ha sido progresiva y constante. Con un consumo promedio mensual de 6,700 millares de etiquetas, la empresa ha utilizado más de 60,000 millares de etiquetas entre septiembre de 2024 y mayo de 2025. Esta sustitución ha significado una reducción sustancial de residuos plásticos derivados del etiquetado convencional.

Para Cervantes, este logro no marca el final de una etapa, sino el inicio de una nueva dirección: “Sabemos que nuestros consumidores y clientes valoran los productos que respetan el planeta. Con la etiqueta T55 damos un paso más hacia un modelo de empaque responsable y replicable”.

Al integrar innovación tecnológica con criterios de responsabilidad ambiental, Baika México reafirma su liderazgo en la industria del aguacate y se posiciona como un referente de transformación positiva en la cadena agroalimentaria. La implementación de etiquetas compostables no es solo un avance técnico; es una declaración de principios sobre el futuro del empaque en México.

Baika Fruits apuesta por avances genéticos y tecnológicos para impulsar la producción de aguacate en Colombia

Colombia avanza con paso firme en el desarrollo de su industria de aguacate Hass, un cultivo que se ha convertido en una de las grandes apuestas agrícolas del país. Sin embargo, detrás del crecimiento de las exportaciones y la apertura de nuevos mercados, hay un trabajo silencioso y profundo de innovación genética y desarrollo tecnológico que busca hacer más productivos, sostenibles y competitivos los cultivos. En este proceso, empresas como Baika Fruits están liderando importantes transformaciones.

El punto de partida de muchos de los problemas que enfrenta el sector está en los viveros. La falta de procesos de selección masal rigurosos ha provocado que, durante años, se hayan propagado plantas de baja productividad. Como explica Hernán Alday, Gerente Agrícola de Baika Colombia, “la propagación de plantas sin un debido proceso de selección masal ha contribuido a tener huertos de baja productividad, ya que las yemas se obtienen de árboles que no necesariamente son los de mayor productividad ni están en las mejores condiciones sanitarias”.

Este escenario ha derivado en huertos heterogéneos, donde la variabilidad genética se traduce en rendimientos desiguales y una mayor susceptibilidad a enfermedades y plagas. Frente a este panorama, la ciencia ha comenzado a ofrecer respuestas decisivas.

En 2019, la publicación de la secuenciación genética del aguacate Hass —un hito realizado y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences— abrió una nueva etapa para el mejoramiento del cultivo. “Permite estudiar la función de genes específicos para mejorar sus propiedades como resistencia a enfermedades y plagas, mejorar producción y frutos con mayor vida de anaquel”, señala Alday.

Estos avances también han dado lugar al desarrollo de nuevas variedades. Entre ellas destaca la variedad Luna, recientemente presentada por la Universidad de California en Riverside (UCR). “Tiene características similares a la variedad Hass; es rugosa, madura de color negro, son árboles más pequeños y su fruta, según sus desarrolladores, tendría una calidad de poscosecha similar a Hass”, comenta el gerente agrícola de Baika.

Hacia una producción más sostenible

Uno de los grandes objetivos de estas investigaciones es lograr plantas naturalmente resistentes a plagas y enfermedades, lo que reduciría significativamente el uso de agroquímicos. “Idealmente, lograr plantas de Hass que sean resistentes a plagas y enfermedades nos permitiría reducir de manera importante el uso de agroquímicos destinados a controlarlas, haciendo el cultivo más económico y más sostenible con el medioambiente”, explica Alday. Actualmente, se utilizan extractos naturales como neem y canela, que actúan como repelentes de insectos, o el tomillo, que tiene propiedades antifúngicas.

A pesar de estos avances, persisten desafíos importantes, especialmente en el manejo de los hongos de suelo como el Phytophthora, uno de los principales problemas presentes en los huertos de palta Hass en Colombia. El portainjerto más utilizado ha sido tradicionalmente una semilla de origen antillano (criollo), altamente sensible a este hongo, que prospera en suelos con alto contenido de humedad y mal drenaje, producto de la compactación de los terrenos tras años de uso ganadero.

Frente a esta amenaza, la industria ha comenzado a utilizar portainjertos clonales como el Duke-7, que ofrece una alta tolerancia a Phytophthora. Sin embargo, la capacidad de los viveros para abastecer la creciente demanda de este material aún es limitada. “Los viveros no han sido capaces de satisfacer la demanda creciente de este material y en la actualidad están recibiendo pedidos con plazos de entregas de hasta dos años”, advierte Alday.

En este proceso, los planteles madre juegan un papel crucial para garantizar la calidad genética de los nuevos huertos. “Son plantas que se usan para la propagación y que han sido cuidadosamente seleccionadas por su comportamiento productivo y sobresaliente en general —hábitos de crecimiento discretos, tolerantes a deficiencias nutricionales, etc.— y que además se encuentran aisladas en un bloque especial donde reciben un cuidado especial”, explica el especialista.

La aplicación de estas tecnologías y metodologías emergentes tiene un impacto directo en la competitividad del sector. La mejora genética no solo permite obtener frutos de mayor calidad y vida poscosecha, sino que abre la puerta a nuevos mercados internacionales, cada vez más exigentes en términos de estándares fitosanitarios y logísticos. “El avance en los aspectos mencionados constituye la base para lograr la madurez necesaria y un desarrollo importante de la industria de la palta en Colombia, permitiendo diversificar mercados (Asia: India, China, Países Árabes) y llegar a mercados lejanos con un producto de calidad, minimizando costos por pérdidas en malos arribos de la fruta”, afirma Alday.

No obstante, Alday advierte que el éxito de la industria no depende únicamente de los avances en genética y tecnología agrícola. “El país debe avanzar en infraestructura, carreteras, puertos, mayor y mejor capacidad de empaque, transporte que permitan maximizar aún más la vida útil de la fruta. Aunque tengamos frutos de óptima calidad, si no logramos acortar los tiempos de viaje, esperas en plantas para procesar, frío deficiente, no lograremos las ventajas correspondientes”.

La revolución del aguacate en Colombia no solo está ocurriendo en los laboratorios y los viveros. Requiere de un trabajo articulado entre innovación genética, manejo agronómico, inversión en infraestructura y visión de largo plazo. Empresas como Baika Fruits demuestran que el camino está trazado y que el país tiene el potencial para posicionarse como líder mundial en el competitivo mercado del aguacate.

Manejo sustentable del suelo: el cimiento de una producción sostenible de aguacates en BAIKA Fruits

En un contexto donde la sostenibilidad agrícola se vuelve imperativa para responder a los desafíos del cambio climático y la seguridad alimentaria, el manejo responsable del suelo adquiere un rol protagónico. BAIKA Fruits, empresa comprometida con una agricultura regenerativa, ha desarrollado un enfoque técnico y sustentable para la producción de aguacates, basado en el respeto y comprensión profunda del suelo como un recurso vital. 

Juan Antonio Delpero, gerente de Producción en San José Farms  —unidad productiva de BAIKA Fruits—, explica que preservar y proteger los suelos parte de nuestra conexión con ellos, recordando que “recuperar un centímetro de suelo puede tardar miles de años”. Esta afirmación cobra especial relevancia en un cultivo como el aguacate, altamente dependiente de condiciones edafológicas específicas.

Durante las últimas dos décadas, se ha discutido intensamente sobre la calidad física de los suelos. Desde una perspectiva agrícola, un suelo de buena calidad física debe ser lo suficientemente fuerte para mantener una estructura adecuada que permita el desarrollo de los cultivos y, al mismo tiempo, lo suficientemente débil como para no restringir el crecimiento radicular ni la proliferación de flora y fauna. Este equilibrio también debe permitir una adecuada transmisión y almacenamiento de fluidos, garantizando proporciones correctas de agua, aire y elementos solubles. Esta armonía en las fases líquida y gaseosa del suelo es clave para maximizar el rendimiento de los cultivos y minimizar la degradación ambiental.

Delpero subraya que, aunque muchos factores climáticos escapan al control del productor, la mayoría de los factores del suelo y del manejo agronómico sí pueden ser gestionados. El verdadero desafío está en identificar los factores limitantes del rendimiento y minimizar la influencia de aquellos que sí se pueden intervenir. En un país como Chile, donde el crecimiento de la industria del aguacate ha sido vertiginoso, el objetivo de tener huertos altamente productivos debe enfrentarse a las limitaciones físicas de los suelos, particularmente en lo que respecta a su aireación.

La concentración de aire en el suelo es esencial para la productividad del aguacate, ya que se relaciona directamente con el oxígeno disponible para la respiración de las raíces. La falta de oxígeno provoca trastornos fisiológicos y desequilibrios hormonales en la planta, traduciéndose en una pérdida de productividad. En los campos de BAIKA, principalmente establecidos sobre suelos de textura franca, esta caída en la producción comienza a observarse, en promedio, a partir del séptimo año desde la instalación del huerto. En suelos de textura franco limosa o franco arcillosa, los síntomas aparecen incluso antes, alrededor del quinto año. Este fenómeno puede deberse a múltiples causas simultáneas, como la compactación del suelo derivada de errores en la preparación del terreno antes de la plantación y/o en cultivo establecido debido a prácticas agronómicas que no incluyan el manejo y conservación del suelo, además de prácticas deficientes de riego, bajo contenido de materia orgánica en el suelo, lluvias y su efecto sobre la compactación y el tránsito continuo de maquinaria agrícola.

Además, estas condiciones desfavorables propician un entorno apto para patógenos del suelo, especialmente hongos de madera y Phytophthora cinnamomi, enfermedades frecuentes en huertos de aguacate en estado de decaimiento. Delpero enfatiza que estas limitaciones físicas afectan especialmente al aguacate porque esta especie evolucionó en suelos Andisoles, formados a partir de cenizas volcánicas. Estos suelos presentan propiedades físicas óptimas para el desarrollo de la planta, como alta macroporosidad (cerca del 46%), abundante materia orgánica y un pH ácido entre 5.0 y 6.0. Por ello, las raíces del aguacate están adaptadas a condiciones de elevada disponibilidad de oxígeno. Cuando los niveles de aireación bajan al 20% o menos, las raíces comienzan a sufrir asfixia, mientras que su desarrollo óptimo se da con niveles de aire en el suelo cercanos al 30%, una exigencia mucho mayor que la de otras especies frutales que requieren apenas un 15% de macroporosidad.

La compactación del suelo depende de variables como la textura, estructura y contenido de humedad. Los suelos más secos ofrecen mayor resistencia mecánica a la penetración, y los de textura fina, aunque poseen mayor porosidad total, predominan en microporos que dificultan la aireación. A esto se suman los problemas derivados de un mal manejo del riego, como los excesos de humedad, que no solo provocan asfixia radicular, sino que también alteran la concentración de gases como CO₂, O₂ y etileno en el suelo, afectando directamente la fisiología radicular.

La experiencia de BAIKA ha demostrado que es posible revertir estas limitaciones mediante un enfoque integral que combine productividad y conservación del recurso suelo. Parte de esta estrategia incluye la implementación de subsolados post-plantación, una práctica orientada a romper capas compactadas en huertos ya establecidos, mejorar la distribución del tamaño de poros, incrementar la macroporosidad, facilitar la difusión de gases y optimizar la capacidad de infiltración del suelo. Paralelamente, se han desarrollado programas de riego que mantienen el equilibrio entre agua y oxígeno, apoyados en estrategias de monitoreo y control de humedad, con especial atención a la calibración y mantenimiento de los sistemas de riego por goteo.

Otra línea de acción es la incorporación de enmiendas orgánicas como compost y ácidos húmicos, además de la práctica del mulching con chips de madera, técnicas que han mostrado efectos positivos en la estructura física del suelo y su capacidad para sostener una microbiología activa. Estas estrategias, afirma Delpero, están al alcance de todos los agricultores y su implementación parte por conocer a fondo las condiciones edafoclimáticas requeridas por el aguacate, tomando en cuenta su origen y evolución adaptativa.

El enfoque de BAIKA Fruits representa una agricultura que busca integrar la productividad con la conservación, donde el suelo no es solo un medio de producción, sino un patrimonio vivo que se protege, se comprende y se valora. Así, la sostenibilidad deja de ser una aspiración y se convierte en una práctica concreta, basada en la ciencia agronómica, el conocimiento del entorno y el compromiso con las futuras generaciones.