Colombia se encuentra en un punto clave dentro del competitivo mercado internacional del aguacate Hass. Con un crecimiento significativo en hectáreas certificadas, un ritmo sostenido de exportaciones y una visión clara de consolidarse como proveedor confiable en Estados Unidos, el país está avanzando con decisión.
Sin embargo, el panorama 2025 plantea desafíos importantes: la sobreoferta global, los movimientos atípicos de México y la presión de otros orígenes como Perú y California han generado una saturación del mercado norteamericano, limitando las oportunidades de colocación y afectando la rentabilidad.
Según Manuel Michel, director gerente del Colombia Avocado Board, Colombia ha alcanzado recientemente el pico de su temporada Traviesa, registrando volúmenes de exportación cercanos a las 5 millones de libras semanales hacia Estados Unidos. Este dinamismo exportador, sin embargo, no es eterno: “Este volumen comenzará a disminuir a medida que la temporada Traviesa finalice en las próximas semanas”, explicó Michel.
Desde el lado empresarial, Ricardo Mejía, gerente general de Fruity Green, coincide con esa visión, destacando que, aunque Colombia sí podría aprovechar algunas oportunidades en este período, la disponibilidad de fruta está cayendo rápidamente. “A la Traviesa le quedan tres o cuatro semanas, y aunque comienza la Principal, la fruta temprana es muy escasa. Puede que se aproveche algo, pero no en los volúmenes que vimos en las últimas cinco o seis semanas”, indicó.
No obstante, el país no se enfrenta a una caída abrupta, sino a una transición cuidadosamente planificada: “Colombia se prepara para una transición fluida hacia la temporada principal de cosecha. Esto garantizará un suministro continuo y ayudará a mantener la presencia de Colombia en el mercado estadounidense como proveedor durante todo el año”, señaló Michel.
Un mercado inesperadamente saturado: ¿cómo afecta a Colombia?
La dinámica actual del mercado ha sido, en palabras de María Isabel Gaviria, directora comercial de Coltropicos, inusual y mucho más compleja de lo esperado. “México ya inició su cosecha hace un par de semanas, con calibres gruesos que representan casi el 50% de su volumen, y lo hizo con una entrada fuerte desde el inicio”, explicó.
A esto se suma la coincidencia con el alto volumen procedente de Perú, así como la oferta de California y Colombia, lo que ha generado una saturación importante. “Esto hace que el mercado se estreche mucho para seguir recibiendo volumen. Hay que esperar a que termine Perú, salga California y solo quede México para poder recuperar algo de oxigenación”, advierte Gaviria.
Desde el punto de vista de Fruity Green, la situación también es crítica. Ricardo Mejía afirma que Perú ha impactado fuertemente la capacidad de Colombia para colocar su fruta en EE.UU. y Europa. “Perú nos está matando durísimo. En Estados Unidos no se había sentido antes, pero este año hicieron un esfuerzo comercial muy agresivo y nos sacaron del mercado hace cinco o seis semanas, y todavía seguimos sufriendo ese efecto”, aseguró.
Colombia no se ha quedado quieta frente a este entorno. Según cifras de Corpohass actualizadas al 21 de julio de 2025, el país ya cuenta con 620 predios certificados para exportar a EE.UU., lo que equivale a 16.005 hectáreas. Esta cifra representa un aumento del 20 % frente a marzo, cuando se reportaban 14.277 hectáreas.
Aunque Mejía no precisó una cifra exacta, estima que el rango podría estar entre 13.000 y 19.000 hectáreas, y calcula que, bajo un rendimiento promedio de 8 toneladas por hectárea, el volumen potencial es cada vez más significativo. Pero también advirtió que ese crecimiento debe ir acompañado de una estrategia comercial sólida, especialmente en temporadas con alta competencia.
Este crecimiento refleja el impulso del sector por consolidarse en mercados internacionales, pero también conlleva un desafío: mayor volumen exige mayor inteligencia de mercado para asegurar colocación oportuna y rentable.
¿Equilibrio 50-50 entre EE.UU. y Europa?: una meta a mediano plazo
Uno de los objetivos que el sector aguacatero colombiano ha perseguido es lograr una distribución más equilibrada entre los mercados de Estados Unidos y Europa. Michel señala que este año Colombia ha logrado enviar en promedio un 44% del volumen de aguacate Hass a EE.UU., con variaciones semanales entre el 40% y el 50%, lo que refleja una presencia significativa y estable.
Sin embargo, desde el sector exportador se ve con mayor realismo. Gaviria reconoce que el equilibrio 50-50 sigue siendo un reto grande, especialmente porque este año no se cumplieron las proyecciones de volumen en Estados Unidos debido a la saturación del mercado por fruta de otros orígenes. Así, aunque el avance ha sido notable, Europa continuará siendo el principal destino de la fruta colombiana durante 2025.
Ricardo Mejía coincide con ese diagnóstico, pero aporta una visión proyectiva: “Yo creo que a eso va a llegar este mercado rápidamente. Tal vez no en 2025, que podría cerrar en un 75-25, pero para 2026 se podría ajustar a un 60-40, y para 2027 sí podríamos ver un 50-50 real. Incluso, en tres o cuatro años, es posible que Estados Unidos supere a Europa como principal destino”, anticipa.
Tanto Michel como Gaviria coinciden en que el aumento en la oferta de aguacate desde múltiples países ha generado una presión a la baja en los precios. “Los precios del aguacate en EE.UU. han disminuido en los últimos meses, reflejando el impacto de un mayor volumen de múltiples orígenes”, explicó Michel.
Gaviria añade que esta presión se notó claramente durante la temporada Traviesa, cuando los altos volúmenes de Perú afectaron la colocación de la fruta colombiana y generaron una gran volatilidad en el precio.
Frente a esta realidad, Colombia ha comenzado a redoblar esfuerzos para posicionarse no solo como proveedor, sino como productor de aguacate premium. Gaviria enfatiza: “El reto está en posicionar al aguacate colombiano como una fruta premium, con ventajas logísticas y de frescura, dado que podemos llegar en menos tiempo y con una ventana más extendida durante el año”.
Adicionalmente, destaca una vía estratégica clave para amortiguar la sobreoferta: la diversificación de productos, especialmente en formatos procesados como pulpa y guacamole elaborados con tecnología HPP (High Pressure Processing). “Estamos apostando por estos formatos con nuestra nueva planta, ya que permiten dar valor a la fruta en momentos de alta oferta”, explicó.
Más allá del volumen, la clave a largo plazo para Colombia está en consolidar su reputación como proveedor serio y consistente. Gaviria insiste en que, aunque se ha avanzado en calidad y certificaciones, aún hay desafíos importantes en temas de maduración, consistencia del producto y planificación de cosechas, que requieren una mejor coordinación entre productores y exportadores.
En línea con esto, Mejía advierte que fortalecer las relaciones con los compradores y supermercados será esencial para competir en medio de un entorno con más orígenes, menos diferenciación y alta competencia. “Ahí es donde tiene que entrar Corpohass, trabajando con los recibidores y construyendo relaciones duraderas, porque Europa cada vez tiene más competidores —Marruecos, Israel, Málaga, Portugal— y en EE.UU., Perú nos está ganando terreno. Si no consolidamos esas relaciones, vamos a estar rezagados”, concluyó.
Colombia ya no cuenta con una "ventana" clara para aprovechar en el mercado de Estados Unidos. El entorno ha cambiado: hay más actores, más volumen y menos previsibilidad. Sin embargo, el país sí cuenta con las capacidades técnicas, productivas y logísticas para mantenerse como jugador clave en ese mercado.
El reto será diferenciarse con calidad, rapidez logística, y valor agregado, mientras se trabaja en consolidar la reputación y fortalecer relaciones comerciales estratégicas. En un mercado que ya no solo demanda fruta, sino también confiabilidad, madurez y soluciones integradas, Colombia tiene aún mucho por ganar… si sabe adaptarse con inteligencia.