En las verdes montañas de El Retiro, Antioquia, nació un sueño que hoy exporta sabor, calidad y desarrollo social al mundo. Bajo el liderazgo de Ricardo Mejía, gerente general de Fruty Green, esta empresa colombiana ha tejido una historia de tradición familiar, innovación tecnológica y visión global en torno al cultivo del aguacate Hass.
De la finca familiar al mercado internacional
El camino de Ricardo Mejía en el mundo del aguacate está profundamente arraigado en la tierra que lo vio crecer. “Mi padre fue agricultor toda su vida. Allí nació mi amor por la agricultura”, recuerda. Tenía una finca en El Retiro —nuestra tierra natal— y desde allí empezó todo.
Con formación en Administración de Empresas y experiencia en logística e importaciones, Ricardo asumió en un momento decisivo el liderazgo de Fruty Green, una empresa que, hasta entonces, era únicamente productora. La transformación vino con una decisión clave: integrar la exportación como parte del modelo de negocio. Así, en 2016 realizaron su primer envío a España y, en 2017, apostaron completamente por el mercado internacional.

Detrás del crecimiento de Fruty Green hay una visión audaz. La fundación de la empresa por dos empresarios antioqueños comprometidos con el potencial del aguacate fue el primer gran paso. Su participación en congresos internacionales en Australia, Chile, Perú y Colombia les permitió absorber conocimientos y aplicarlos con eficacia.
El desarrollo de su propia empacadora en 2019 marcó otro momento determinante. “Durante dos años trabajamos con Jardín Exotics, que nos ofreció servicios de maquila. Fue un período de aprendizaje clave”, explica Mejía. Desde entonces, Fruty Green ha fortalecido su infraestructura y se ha posicionado como un actor relevante en los mercados de Europa, Asia y, cada vez más, Estados Unidos.
Colombia: un nuevo epicentro del aguacate
En menos de dos décadas, Colombia ha emergido como un jugador estratégico en el mercado global del aguacate Hass. Su capacidad para producir todo el año, sumada a condiciones agroclimáticas favorables y un enfoque en calidad, la han convertido en una alternativa confiable para países que demandan fruta premium.
Fruty Green ha sido parte activa de esta consolidación. “Mientras que antes el 90–100 % de nuestras exportaciones iban a Europa, en 2025 proyectamos que entre el 30 % y 40 % irán a Estados Unidos”, afirma Mejía. La coordinación con instituciones como Corpohass y el Colombia Avocado Board ha sido clave para posicionar la fruta colombiana con estándares internacionales.
En una industria cada vez más exigente, la tecnología se convierte en aliada indispensable. Fruty Green ha incorporado herramientas digitales para el monitoreo fenológico, análisis de datos en campo y decisiones agronómicas precisas. Drones, sensores y sistemas de fumigación avanzada permiten mantener la productividad sin comprometer la salud de los cultivos.

En la planta de procesamiento, el compromiso ambiental se traduce en acciones concretas: el 33 % de la energía proviene de paneles solares, y el agua lluvia se recolecta y reutiliza, reflejando una filosofía de sostenibilidad que permea toda la operación.
Las exigencias de mercados como Estados Unidos y Europa requieren más que buenos frutos: demandan trazabilidad, seguridad alimentaria y prácticas éticas. Fruty Green cumple con certificaciones como GlobalG.A.P., Rainforest Alliance, SMETA y FSMA, garantizando altos estándares de calidad y responsabilidad social.
“Más que vender aguacates, buscamos construir relaciones duraderas basadas en la confianza”, enfatiza Mejía.
Un crecimiento con propósito
El impacto de Fruty Green trasciende lo económico. En regiones históricamente vulnerables, la empresa promueve empleo formal, prácticas inclusivas y fortalecimiento comunitario. “Creemos que el verdadero crecimiento es el que mejora la vida de las personas”, afirma el gerente general.
Esta filosofía se refleja en su visión de futuro: consolidar un legado de transparencia, compromiso y excelencia. “Colombia ya no es solo una promesa: es una realidad con fruta de alta calidad y volúmenes significativos”, dice con convicción.
Con metas claras de expansión, especialmente en el exigente mercado estadounidense, Fruty Green apuesta por un crecimiento sostenible, sin renunciar a la calidad que los distingue. La campaña principal, que fue de septiembre de 2024 a marzo de 2025, fue histórica para la empresa: exportaron más fruta que nunca antes.
“Este es nuestro momento. En Fruty Green estamos listos para seguir cultivando no sólo aguacates, sino un legado que conecte el campo colombiano con el mundo”, concluye Ricardo Mejía.