Así lo explica el nuevo presidente ejecutivo del Comité de Palta Hass de Chile, quien proyecta que espera que no haya mercados copados en el corto y mediano plazo, pues la demanda de aguacates crece tanto como la oferta mundial del fruto.
Francisco Contardo Sfeir asumió como presidente ejecutivo del Comité de Palta Hass de Chile en abril de este año, luego de ser elegido por los socios, tras la salida de la ex presidenta Carmen Gloria Lüttges, quien ahora está radicada en España como CEO en Avocoop y Eurofresh.
“Es un lindo desafío”, comenta Contardo, quien conoce casi como la palma de su mano al gremio aguacatero chileno, pues ha llegado al cargo luego de haber hecho el recorrido completo dentro del Comité.
“Voy a cumplir 8 años en el Comité. Fui gerente general, luego pasé a ser el director ejecutivo y ahora fui elegido como presidente ejecutivo. Es tremenda responsabilidad el rol, pero estoy muy motivado”, comenta.
En esta conversación con Avobook, entrega un mapa completo del estado actual de la industria de aguacates de su país, cuya fruta es muy bien cotizada en todos los mercados relevantes. Sin embargo, algo lo diferencia con los demás orígenes: en las últimas dos décadas, ha ido mutando desde un foco casi exclusivo en la exportación, a compartir sus despachos al extranjero con la enorme demanda interna. De hecho, actualmente Chile es el segundo país con mayor consumo per cápita de aguacates en el mundo, adelantado solo por el gigante México.
- ¿Qué posición tiene Chile actualmente en el mundo en la exportación de aguacates?
“Chile siempre va a ser un origen bastante importante y reconocido. Nuestra fruta, en general, es bastante reconocida en el exterior como una fruta de calidad. Y el aguacate no deja de estar ahí. Cuando nuestro producto va a entrar a los distintos mercados, esperan que llegue, porque es muy reconocida por los consumidores en las distintas partes del mundo. A su vez, el trabajo agrícola y el trabajo de los comercializadores o exportadores de aguacate chileno es muy reconocido también en el extranjero por su seriedad y el cumplimiento de los programas. La fruta viaja bien, tiene buena postcosecha y llega a los distintos mercados con buenos tiempos de venta. Siempre doy este ejemplo: a China que viajamos alrededor de 35 días y llegamos con 12 días de venta, lo cual es una buena ventana para que sea comercializada”.
- Considerando que Chile se transformó en el principal destino de la palta propia, ¿cómo se irá dando los porcentajes entre la fruta que se exporta y la que queda en casa?
“En efecto, Chile es el principal destino. Siempre remonto a cuando ingresé al gremio en 2017, cuando alrededor del 33% de la producción se quedaba en Chile, lo cual ya destacaba en comparación con los otros productos de la industria frutícola de exportación. Ya era la única que dejaba tanto volumen en Chile. A medida que fue pasando el tiempo, nos fuimos acercando al 50% y, en esta temporada, que acaba de terminar con 240 mil toneladas producidas, el 43% se quedó en Chile. Por lo tanto, Chile es el principal mercado y tiene una demanda creciente”.
- ¿Cómo ha ido evolucionando el consumo en Chile?
“Nosotros hicimos la métrica de consumo per cápita, tomando a inicios del año 2023, con 8,3 kilos de consumo per cápita. En el año 2024, crecimos a 8,6 y nosotros creemos que el mercado interno todavía tiene un espacio para crecimiento”.
Debe ser de los mercados que tienen mayor consumo per cápita en el mundo.
“Somos el segundo. El primero es México, que aparte del gran volumen de producción que tiene, bastante distante al nuestro, tiene un consumo de 10,3 kilos per cápita. Pero después de México viene Chile”.
- ¿Cómo se vislumbra lo que viene para la campaña 2025-2026 en temas de producción y de exportación?
“Venimos recién saliendo de una temporada 2024-25 muy positiva, con una producción de 240 mil toneladas, siendo la mayor en 15 años. Para la próxima, estamos recién haciendo el levantamiento de información. Siempre lo hacemos entre mayo y agosto, pero como esta temporada fue más larga y terminó en junio, en ese mes comenzamos a hacer el levantamiento y esperamos tener el nuevo número en agosto. Dicho lo anterior, hoy lo que se puede ver es que hay una buena cuaja, por lo tanto, se espera que pueda haber otra buena temporada. Sin embargo, como todas las temporadas necesitamos que primero pase el invierno, con el periodo de heladas y, luego, tener una evaluación de cuál sería el volumen esperado. Pero esperamos que sea un buen volumen. En términos de mercado externo, nosotros también creemos que vamos a tener porcentajes más o menos parecidos: desde un 60-40 a un 50-50 entre lo exportado y lo que queda en Chile. Creo que siempre se va a ir moviendo así. Para esta temporada, nuestro principal mercado seguirá siendo Europa, que se lleva alrededor del 57% de nuestras exportaciones”.

- ¿Hay algún mercado que esté presentando algún crecimiento notorio para el aguacate chileno?
“Argentina es un mercado que para nosotros está creciendo mucho y todavía puede crecer. La temporada que concluyó tuvo una participación del 25% de nuestras exportaciones, lo cual es bastante importante. Destacamos bastante este destino por dos razones: es el mercado vecino que tenemos, por lo tanto, es al cual nosotros podemos llegar mejor, en términos logísticos. La fruta viaja en camión, que es muy distinto a programar los envíos por barco, con los tiempos que eso tiene. Como Argentina está al lado, es un mercado donde podemos mandar la fruta en periodos más largos dentro de nuestra temporada. Por eso, se espera que siga en crecimiento. Es así, a pesar de que no se realizan campañas. Ninguna procedencia ha hecho una campaña en Argentina y, aun así, el consumo está creciendo. Otro mercado que puede ser interesante es Brasil, que está intentando posicionar la variedad Hass como consumo, entendiendo que ellos siempre consumían otro tipo de aguacate, más dulce, la que se consume al desayuno como un batido. Están con un trabajo de posicionamiento de consumo interno, aparte de su desarrollo en la exportación, que ya comenzó y Chile ya ha recibido su fruta. En algún minuto puede tener un crecimiento exponencial, debido al tamaño que tiene el mercado”.
- Dada la presencia de nuevos actores que crecen, como Perú, Colombia, Marruecos y los países africanos, ¿seguirá siendo buena opción la exportación o hay que trabajar para mover el eje hacia el consumo local? ¿Alcanzará el espacio para todos?
“Nosotros hoy día no vemos un riesgo en torno a la exportación de nuestra fruta. Las oportunidades se ven. De hecho, en la reciente temporada uno pudo ver que aumentó la producción y aumentamos también nuestra exportación. Aumentó el volumen en el mercado interno y también aumentó el volumen exportado. Nosotros tenemos espacio en los distintos mercados, en los cuales se solicita bastante el aguacate chileno. Por lo tanto, no vemos que haya mercados que estén copados o que su demanda hoy día esté pausada o no vaya a aumentar. La demanda en términos mundiales está en constante crecimiento y por lo mismo uno puede ver que existen otras procedencias que están creciendo y tratando de entrar a distintos mercados”.
- ¿Ese diagnóstico es común para Estados Unidos y para Europa y otros mercados?
“Estados Unidos todavía tiene bastantes oportunidades de crecimiento. Está bien consolidada la costa oeste, pero todavía queda espacio para aumentar el consumo del cápita. Y claramente hay oportunidad en la costa este. Europa también tiene oportunidades de crecimiento en términos de consumo y uno puede ver que hay países, como, por ejemplo, Italia, que hace pocos años comenzó a producir y el crecimiento en el consumo también se puede ver. Hoy uno ve distintos platos que incorporan aguacate, algo que antes uno lo consideraba casi imposible. Entonces, por un lado, están los mercados que crecen en términos de demanda interna; y por otro, nuevos mercados que están comenzando a consumir más fruta. Nosotros creemos que hay espacio. Lo importante, así como para nosotros y las distintas procedencias o países productores, es que la exportación de la fruta y el abastecimiento de los mercados sea de una forma bastante responsable, seria, para que siga existiendo este espacio y que no haya una sobreoferta en los distintos mercados”.
- ¿Cómo está la producción en Chile en materia de crecimiento?
“Si bien nos hemos mantenido con una producción de 30.000 hectáreas a nivel nacional, el cambio se ha dado en que esta ha ido migrando de norte a sur. Si uno hace ese análisis, toda la agricultura ha seguido desplazándose más al sur, debido a la creciente desertificación. Por lo tanto, el aguacate no ha estado ajeno a eso. Hace unos años atrás, el año 2008, la participación de la región de Coquimbo era muchísimo más grande que la actual. Hoy día uno ve que hay proyectos nuevos o jóvenes que están en la Región de O’Higgins (dos regiones más al sur), así como ya podemos ver ciertos proyectos que hay en la región del Maule hasta en la región de Ñuble. Entonces hemos ido desplazándonos al igual que toda la agricultura, pero manteniendo nuestra cantidad de hectáreas. Si hacemos un análisis hacia los últimos 15 años, hemos caído en torno al 2,4% en la cantidad de hectáreas plantadas. Es una industria sumamente resiliente y estamos tratando de ir viendo cómo nos vamos adaptando a zonas que tienen condiciones climáticas que son compatibles con la producción de aguacate, enfrentando las nuevas dificultades, en materia de suelos y clima, que tienen algunas variaciones. Es un buen desafío el que estamos enfrentando”.
- ¿Y cómo está el rendimiento por hectárea?
“El rendimiento promedio en Chile es de 8 toneladas por hectárea. Es un promedio, pero los campos están bastante tecnificados. En términos de riego, hay más tecnologías que nos ayudan a producir de forma sostenible y mantener esta producción de alta calidad. Por ejemplo, ves bastantes sensores en el suelo midiendo la humedad. Esperamos que eso permita ir aumentando el volumen cada temporada, pero necesitamos que pase el invierno para tener esa métrica”.
- Este traslado geográfico de la palta, ¿genera alguna diferencia en la calidad del producto?
“No, la palta sigue siendo la misma. Al final, nosotros tenemos clima mediterráneo y ese clima está a lo largo de todo Chile. Obviamente, con el aguacate ni con ninguna fruta, puedes llegar y plantar en cualquier zona. Por lo tanto, se tienen que encontrar áreas con la condición específica para cultivar. Por ejemplo, en las zonas más al sur, nosotros plantamos mayoritariamente en ladera, debido a que de esa forma el árbol resiste mejor temperaturas más heladas. Necesitamos que las heladas pasen por las paltas, pero no se queden ahí. Sumado a que son zonas más lluviosas también. La plantación en ladera genera que el agua no se apose, lo que es importante porque de esa forma queda materia orgánica. Es decir, la ramita y la hoja que se cae al suelo se acumula y fomenta una mejor biodiversidad, que a su vez absorbe y retiene más agua. Además, las raíces del palto son superficiales, por lo tanto, no es bueno que se le apose el agua. Entonces, ante la pregunta de si se puede cultivar en distintas zonas, la respuesta es sí. Y es la misma fruta, la misma calidad, solo que cultivada en condiciones distintas. Por eso decía que los agricultores son bastante resilientes, porque tienen que ir incorporando distintas técnicas y adaptarse a las distintas zonas de cultivo”.
¿Aún no es posible saber si la campaña volverá a extenderse hasta junio, como la que acaba de concluir?
“Todavía no lo podemos proyectar. Falta pasar el periodo de las heladas y ver su impacto en la producción. Hace unas tres temporadas, las heladas se podían pronosticar, Pero luego las tuvimos a fines de septiembre, después hasta noviembre… Eso generó que los agricultores adoptaran nuevas formas para combatirlas. Esas implementaciones son las que hoy creemos que permiten que las heladas puedan impactar menos en el cultivo. Aun así, necesitamos esperar a que pase este periodo para saber realmente cuál fue el nivel de aborto en los árboles”.
- ¿Qué técnica está dando buenos resultados?
“Las técnicas dependen de distintos factores. Por ejemplo, hay una que ha funcionado bastante. Se trata de colocar micro aspersores en altura. Cuando vienen heladas, esos lanzan agua a las plantas, lo que genera un pequeño efecto iglú. Por eso, si vas a ver estas zonas cuando hay heladas, se ven los paltos completamente cubiertos de hielo, pero eso le genera un efecto iglú que protege la planta. Pero no funciona con cualquier cultivo. Tienen que existir ciertas condiciones. Así como ésta, existen otras técnicas que pasan a ser casi tradicionales, desde ventiladores, ventiladores de calor y otros”.