Sebastián de la Cuadra, CEO de Avobook, repasa lo sucedido en Estados Unidos, Europa y Asia, donde varios países exploradores aprovecharon las oportunidades que fueron dejando los gigantes de la industria
“El 2024 nos ha enseñado que nada está firmado en piedra en este negocio. Cada factor, desde el clima hasta las negociaciones logísticas, puede cambiar el panorama de un mes a otro”, comenta Sebastián de la Cuadra, CEO de Avobook, quien hizo un análisis sobre cómo se desarrolló este año de exportaciones.
De la Cuadra repasa lo sucedido tanto en los mercados como en los orígenes, señalando que los impactos más relevantes fueron originados en los dos actores principales en la producción de aguacates: México, con su influencia indudable en las importaciones de Estados Unidos; y Perú, que marca el desarrollo del negocio en Europa y Asia.
Europa: un año estable gracias a los orígenes complementarios a Perú
Uno de los factores que influyó este año en el mercado europeo fue el descenso de los volúmenes de aguacates enviados por Perú, que es el principal proveedor de ese continente. Sin embargo, la reducción no fue tan grande como la esperada, además de ser un fenómeno que se conocía previamente, lo que ayudó a la estabilidad del mercado.
“Generalmente, pasaba que, cuando Perú entraba, los precios se iban muy hacia abajo y, cuando terminaba, los precios se iban muy para arriba, porque dejaba un vacío muy grande. Su comportamiento era de mucho volumen, en poco tiempo. Pero, este año, todos los participantes sabían que Perú traía menos fruta. Entonces, eso lo conocieron oportunamente los importadores, que enfrentaron el temor de quedarse sin fruta peruana asegurando abastecimiento. Eso hizo que el precio estuviese mucho mejor y el retorno también fue mejor para los peruanos. No tuvimos esas caídas ni subidas de precios tan significativas como otros dos años, haciendo que este mercado fuera relativamente estable”, explica.
Según explica Sebastián de la Cuadra, otro elemento que ayudó en esa estabilidad general fue la compensación de los déficit abordada por otros países, que incrementaron su oferta, como Chile, Colombia, Marruecos y la producción local de España.
“La salida de Perú estuvo muy bien cubierta por otros orígenes. Entonces no hubo ese impacto significativo que se producía cuando la fruta peruana dejaba Europa. Es decir, tuvimos un Perú que se redujo un poco y otros países que crecieron más de lo acostumbrado. Entre los que más aumentaron estuvieron Chile y Colombia. Además, Marruecos creció mucho este año y seguirá en esa senda. Y la producción de España no fue baja. Entonces ayudaron a compensar, junto con Israel y los productores de África”, detalla el CEO de Avobook.
Marruecos está siendo un actor particularmente importante en Europa, porque ha demostrado una capacidad exportadora que es relevante para los importadores. Un factor clave es su proximidad geográfica, lo que permite tiempos de tránsito más cortos y el arribo de la fruta en buenas condiciones para su manejo y la posterior llegada a los consumidores finales.
“Marruecos podría considerarse casi como un productor europeo”, comenta de la Cuadra, quien explicó que “la estabilidad de precios que vimos este año en Europa es un ejemplo de cómo la diversificación de orígenes puede beneficiar a toda la cadena”.
De hecho, el 2024 funcionó como en una carrera de relevos, con un reemplazo bastante armónico entre un origen y otro, lo que permitió una distribución más equilibrada de la oferta, evitando las fluctuaciones extremas de precios se han presentado en años anteriores.
Estados Unidos: un mercado con Colombia aprovechando oportunidades
El mercado estadounidense volvió a tener a México como actor principal, lo que no es muy novedoso. Sin embargo, el 2024 estuvo marcado por una baja significativa en los volúmenes despachados desde ese país, en comparación a otros años, debido a problemas meteorológicos que impactaron las cosechas y generaron una disminución en los calibres de la fruta.
Lo interesante fue que este déficit fue aprovechado por otros países, particularmente Colombia y Perú, que lograron incrementar su presencia durante los meses de menor actividad mexicana, demostrando que están preparados para ser alternativa en un mercado muy exigente.
“Este año, Estados Unidos prácticamente no vio un aumento en el volumen de fruta, principalmente debido al descenso de México, que bajó bastante respecto al año pasado. A mitad de año, donde se genera la reducción más notoria de México, la demanda pudo ser abordada muy bien por California, Perú y Colombia. Particularmente Colombia, que creció mucho en Estados Unidos”, detalla Sebastián de la Cuadra.
Donde sí hubo impactos fue en el precio, pues -comenta el CEO de Avobook- “lo que le pasa a México repercute demasiado en los mercados”.
“Es demasiado importante la participación mexicana y se especula mucho que si hay menos volumen, inmediatamente sube el precio”, detalla, señalando que esa razón explica que Estados Unidos haya experimentado un aumento promedio en los precios, debido al menor volumen total disponible.
La merma de calibres grandes en las exportaciones mexicanas, también produjo una diferencia más notoria en los valores alcanzados entre los diferentes calibres, lo que benefició a aquellos productores que pudieron satisfacer la demanda de frutos más grandes.
Asia: menos importaciones, pero sin derrumbe de precios
A pesar del crecimiento constante de la demanda asiática, especialmente desde China, ese continente enfrentó una reducción en los volúmenes de aguacates importados durante 2024. Esto se debió, en gran medida, a una estrategia por parte de Perú, que optó por enviar menos fruta, al tener que decidir de manera más cauta la distribución de su fruta, en un escenario de menor producción.
Factores como la complejidad logística para llegar a esos mercados influyeron en las decisiones del principal proveedor de aguacates de Asia, que es seguido por Chile, en los relevos del año.
“Por estas razones, este año en los mercados asiáticos no hubo mayor cambio. Se vio menos volumen importado a nivel general y eso es claramente influenciado por las decisiones de si se envía o no mucha fruta desde Perú. Eso marcó una diferencia respecto del año pasado, cuando se produjo un alza”, explica Sebastián de la Cuadra.
Esta situación también provocó que el precio estuviera más estable, “sin que hubiera un derrumbe”.
La situación podría cambiar a partir de 2025, gracias a la apertura del nuevo puerto de Chancay, en Perú, que representa una oportunidad estratégica tanto para este país como para otros productores sudamericanos, que podrían ver una oportunidad para salir con su fruta desde ese país, como Chile.