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“La floración loca muestra que hay una buena producción comparada con la del año pasado”

“La floración loca muestra que hay una buena producción comparada con la del año pasado”

Así lo comenta Ricardo Vega López, director general de Frutícola Velo, quien analiza el cierre de la temporada 24-25 y explica las circunstancias que impactaron sus resultados

Ricardo Javier Vega López es director general de Frutícola Velo -empresa que comercializa bajo la marca Flavocado-, una compañía familiar con más de 50 años de trayectoria en la industria exportadora, desde el corazón de Michoacán, México.

Heredero de una tradición familiar iniciada por su padre, pionero en el cultivo del aguacate en Michoacán, Vega ha vivido de cerca la evolución del sector y su consolidación como uno de los pilares del agro mexicano. Hoy, su empresa representa un modelo de integración vertical, con operaciones que abarcan desde la producción hasta la exportación de fruta fresca, principalmente al mercado estadounidense.

En esta conversación, aborda el cierre de la temporada principal del aguacate mexicano y da luces sobre lo que se viene en la “floración loca”, como la antesala de una campaña que se avizora con mejores perspectivas que la que está concluyendo.

– Desde la mirada de una exportadora, ¿Cómo se viene el resto del año en Estados Unidos y Canadá para el aguacate mexicano?

“Estamos cerca de que termine la temporada 2024-25. La segunda parte de la campaña ha sido muy difícil. Tenemos precios muy altos, debido a una baja en producción que tuvimos en México de entre 10% y 12%. Entonces, lo que vemos es que la demanda del aguacate es muy inelástica, tanto aquí en México como en Estados Unidos. entonces cualquier falta de fruta provoca un incremento de precio tremendo. Más que proporcional a esa falta de fruta”.

– ¿Estamos hablando del precio que cobra el productor al exportador?

“Es el precio que nos da el mercado finalmente. Porque es una reacción en cadena maravillosamente natural. Entonces hemos tenido una temporada de precios muy altos. Eso a nosotros como exportadores no nos gusta mucho, porque genera mucha incertidumbre en el mercado. Preferimos tener precios más parejos el mayor tiempo del año que se pueda. Pero las condiciones de la naturaleza a veces nos marcan pautas diferentes. Debemos tener capacidad de adaptación. Entonces estamos terminando una temporada muy difícil. En las últimas tres semanas tuvimos tendencias a la baja en precios, cosa que es bueno para el mercado”.

– ¿La próxima temporada será similar o presentará mejores condiciones?

“Al iniciar la nueva temporada, sí vemos que va a haber una temporada de producción mejor que esta anterior. Entonces, la temporada 25-26 aquí en México parece que va a ser de mayor producción, aunque no tenemos todavía las estimaciones o, al menos, estimaciones estadísticamente confiables para decir cómo viene la próxima temporada. Estamos hablando de percepciones. Pero estamos por empezar la temporada de lluvias y depende mucho si hay buen nivel de lluvias y que no vaya a haber eventos climatológicos que perjudiquen la producción”.

– ¿Qué factor fue el que más impactó en la temporada que está cerrando?

“Esta temporada que pasó, fue muy difícil, porque no teníamos calibre, porque hubo una escasez de lluvia tremenda. La fruta se quedó chica. Eso nos causó muchos problemas en el mercado, porque los retailers ya tienen sus programas de venta de acuerdo a los calibres que su mercado les consume. Estuvimos en imposibilidad de cumplirlos, y eso provocó muchos problemas, entonces teníamos que vender poco, de bajo calibre y caro. Eso a nadie le gusta”.

– ¿Cómo lo hicieron para mover esa fruta?

“Ahí actúa la inelasticidad de la demanda: en Estados Unidos, el mercado quiere comer un kilo de aguacates y, si lo compra a 10 pesos, los paga. Y, si está a 20 pesos, los paga. A lo mejor en lugar de un kilo se lleva 800 gramos, pero se compra. Es la maravilla de nuestro producto. Porque además hay otro factor muy importante: a diferencia de los berries, las papayas, que si hoy están para corte, se deben cortar; el aguacate aguanta tiempo en el árbol. Si el precio no le gusta al productor, puede decidir no cortar y retomar la conversación dentro de 15 días. Eso es un factor que ayuda a ir nivelando un poco la oferta. Pero también contribuye a que haya más especulación. Entonces no necesariamente es algo muy bueno”.

– ¿Quiénes tuvieron que hacer la pérdida o sufrir mayormente los impactos del descenso en los calibres?

“En un inicio, pensando en toda la cadena productiva y toda la cadena de valor, fue el productor. Porque una cantidad muy importante de productores no tuvieron cosecha, entonces de nada les servía que estuviera carísimo, si ellos no tenían qué vender. Incluso si tenían muy poquito: si el año anterior habían producido 10 toneladas por hectárea y este año tenían 2 toneladas por hectárea, no compensaron esa baja de producción con el alza de precio. Entonces, en un principio fue el productor. Pero finalmente quien pagó todo esto fue el consumidor, porque le llegó la fruta más escasa, más baja en calibre, pero mucho más cara. Al final de cuentas es el consumidor el que va a pagar los platos rotos”. 

– ¿Cuál fue el precio más alto al que pudo llegar la fruta?

“Nosotros estuvimos vendiendo algunos calibres en cerca de 100 dólares la caja ‘a medio puente’. En lo importante de los calibres, estuvimos viendo precios de 60 dólares, de 70 dólares. Una buena parte, durante dos o tres meses. Aquí en campo, también llegamos a ver precios de 80 pesos el kilo para el productor, para los calibres buenos. O sea, para los calibres 48. Y 70 pesos para los calibres 60. Entonces sí, fueron precios extraordinarios, pero no todo el mundo tuvo acceso a esos precios, porque no tenían fruta o no tenían esos calibres de fruta”.

– ¿En 2025 – 2026 habrá más normalidad en el comportamiento del precio?

“El número que ya tenemos es el de la floración ‘loca’, la fruta temprana. Ahí sí vemos que hay una buena producción comparada con la del año pasado. Entonces, vamos a poder tener un muy buen abasto para el verano. Nos falta tener la proyección de cuánto vamos a tener para la temporada normal, que es de fines de septiembre en adelante. Nada más por intuición o por lo que platican los productores, parece ser que va a ser una temporada mejor que la que está terminando. ¿Cuánto mejor? No es momento para saberlo. No tendría elementos para decirlo. Sí es claro que es importante que podamos tener mejores precios para tener más gente queriendo comer aguacates en todos lados, no nada más que en Estados Unidos”.

– ¿Cuáles son las estimaciones de volumen para la flor loca?

“Parece que vamos a estar alrededor de unas 220 a 250 mil toneladas, en total como industria”.