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Fusarium

Fusarium

Durante muchos años los huertos de aguacate han trabajado con el temor de un terrible patógeno, la famosa Phytophthora cinnamomi causante de la Tristeza del Palto.  Como primera medida es asegurar el drenaje del suelo realizando un garreo con excavadora o bulldozer y luego la construcción de camellones especialmente en suelo franco arcilloso con pluviometría alta.  En zonas semiáridas actualmente solo basta con el garreo más una mesa en vez de camellón especialmente si el suelo es liviano y la pluviometría escasa.  Luego es fundamental regar bien sin provocar encharcamiento y estimular un constante crecimiento radicular.  Pero aún así, en terreno se encuentran plantas débiles o desuniformes que comienzan a decaer no el primer año, si no en la medida que comienzan a producir, cuando se exige rendimiento a la genética escogida.  Si estas plantas son movidas con la mano es muy probable que se inclinen fácilmente mostrando una deficiencia en el anclaje.  Son plantas con raíces múltiples que nunca formaron en vivero una raíz pivotante vigorosa y luego al tercer – cuarto año cuando se exige producción comienzan a mostrar debilidad, clorosis férrica y menor crecimiento.  Se deben eliminar inmediatamente ya que nunca serán buenas productoras, pudiendo incluso desarrollar patógenos que logran contaminar plantas vecinas.  Si se llevan a laboratorio es muy probable que encuentren varias especies de hongos patógenos, pero uno es muy común en plantas terminales, el famoso Fusarium spp. que en muchas hortalizas en pocos días es letal, mientras que en frutales realiza una labor silenciosa atacando primero las plantas más débiles.  Este hongo endémico puede venir desde el vivero, ya que sólo se realizan tratamientos preventivos o análisis pensando en Phytophthora cinnamomi y luego se traslada a terreno definitivo provocando un lento decaimiento que termina por liquidar el potencial productivo.  

Actualmente estamos interviniendo los viveros para detectar la presencia de Fusarium spp. y conociendo su nivel de población o UFC para luego inocular con Consorcios Microbianos completos que inhiben el desarrollo de varios patógenos, estimulando el crecimiento radicular y aportando además metabolitos secundarios que fortalecen las plantas, entregando un tratamiento preventivo antes de enviar las plantas a terreno.  Luego durante el primer año de formación esta inoculación se repite para asegurar un sano inicio del proyecto.  

Este problema no sólo se observa en plantas con portainjerto de semillas sino también en clonales ya que la tolerancia desarrollada a Fusarium spp. es baja.  El primer síntoma visible es encontrar tejidos de color rojizo en el cuello o raíces principales.  

También las malezas son portadoras de Fusarium spp. mostrando algunas especies como el maicillo (Sorghum halepense) una mayor tolerancia, siendo característico de un suelo con alto grado de infección la presencia dominante de esta gramínea.  

En zonas semiáridas con restricción hídrica la presencia de Phytophthora como patógeno limitante prácticamente no se observa, pero si otros patógenos que se desarrollan en condiciones de alto estrés.  No sólo se encuentra Fusarium spp. aislado, sino asociado al complejo del Hongo de La Madera que ataca desde temprana edad.  

La mejor receta es trabajar la fisiología del estrés, manteniendo plantas con la inmunidad alta durante toda la temporada.  En vivero inocular el contenedor y pintar el injerto en forma preventiva ayudan mucho a garantizar un rápido crecimiento.  Pero luego lo manejos dependen del productor, especialmente si el terreno donde se inicia el proyecto ya fue cultivado con hortalizas o frutales aumentando la carga patogénica del perfil.  Los patógenos específicos de otras especies pueden atacar el aguacate si no hay otro sustrato para sobrevivir, modificando su hábito de alimentación para adaptarse a esta nueva condición.  Incluso en otros países hay hallazgos de ataque de nemátodos en suelo que fueron cultivados por especies muy sensible, dejando una altísima población en el suelo, afectando el desarrollo del palto.  El nemátodo no se aloja dentro de la raíz del palto, pero si puede provocar heridas en las raíces nuevas facilitando el ingreso de otros hongos y terminando por debilitar la nueva plantación.  

Se recomienda en todas las situaciones donde se desarrolla un nuevo proyecto de aguacate realizar tratamientos preventivos desde el vivero, post plantación e incluso realizar una siembra previa de avena u otros cultivos ancestralmente utilizados en rotación para bajar la carga patogénica del perfil, incorporando materia orgánica para devolver el equilibrio a la tierra.  

Gonzalo Vargas

gvargascarranza@gmail.com


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