¿Hasta dónde llegará el volumen de aguacate peruano en 2025 y cómo afectará a los precios internacionales?
Con semanas de altos despachos ya en curso y la expectativa de un prolongado periodo de envíos, la campaña de aguacate peruano 2025 está generando intensos debates en el sector. A la incertidumbre habitual del mercado se suman este año factores climáticos, estrategias comerciales agresivas y riesgos de saturación en los principales destinos. ¿Logrará la industria manejar el equilibrio entre oferta y demanda sin desestabilizar los precios?
A diferencia de temporadas anteriores, donde el mayor volumen de exportación se concentraba en unas pocas semanas, este año el comportamiento parece ser distinto. Víctor Ruete, Consejero de Tropical Millenium (Baika), señala que "el periodo de exportaciones, entendido como aquel en que se superan los 1.000 contenedores semanales, se inició aproximadamente en la semana 15. De mantenerse el ritmo actual y considerando las zonas productivas que estarían alcanzando su punto óptimo de materia seca, no sería extraño que esta intensidad se prolongue hasta la semana 32". Sin embargo, advierte que la gestión logística y la disponibilidad de mercado serán clave para evitar una saturación que pueda afectar negativamente a los precios.

Desde Montosa en Perú, Iván Alonso Tamayo aporta una cifra concreta: "Pienso que podemos estar en niveles de 1300-1400 contenedores hasta la semana 27-28". Aunque reconoce la dificultad de cuantificar con exactitud, su estimación confirma que el volumen actual supera los registros del año pasado, donde el mayor volumen se concentró en las semanas 24 y 25.

En tanto, Alfredo Lira Chirif, director ejecutivo de AgroLeal, sostiene que "el supuesto periodo de máximos volúmenes se está estirando para más semanas de cosecha ayudado por el clima frío que tenemos. Me parece que no habrá un gran volumen de acá para adelante por cómo nuestros comerciales lo están haciendo y porque hay menos volumen que el esperado". Su perspectiva sugiere un periodo más dilatado, pero con menores riesgos de sobreoferta inmediata.

A estas estimaciones se suma el análisis de Tomás de la Cuadra, Analista de Data de Avobook, quien destaca que "según las proyecciones de ProHass, dentro del mes de junio se avecinan una o más semanas con más de 1500 envíos en total, todo indica que junio será el mes más cargado de volumen". Además, detalla que "en un par de semanas se proyectan envíos de más de 850 embarques a Europa, no necesariamente consecutivos, pero sí significativos". De la Cuadra subraya que los principales mercados —Estados Unidos, Europa y el resto de América— concentrarán el mayor ingreso de aguacate peruano durante junio, mientras que Asia mantendría un comportamiento más estable.
Diversificación de destinos para aliviar la presión europea
Uno de los grandes retos de la temporada es la distribución eficiente de los volúmenes producidos. Tradicionalmente, Europa ha absorbido una parte significativa de las exportaciones peruanas. No obstante, las empresas buscan alternativas. "Existe una intención clara desde la industria de diversificar destinos, intentando reducir la dependencia del mercado europeo", explica Ruete, quien subraya que "si las condiciones de otros mercados no permiten una absorción eficiente y la fruta está lista para cosechar, es probable que Europa continúe siendo una válvula de escape relevante".
Por su parte, Lira destaca el esfuerzo de diversificación de su empresa: "Nuestros comerciales de exportadoras peruanas están haciendo un gran trabajo enviando más volúmenes a otros destinos como Norteamérica y Asia, y a nuevos destinos como Argentina y Marruecos".
En cuanto al comportamiento puntual en Europa, Alonso Tamayo es menos optimista: "Dudo que Europa se mantenga en 800-900 contenedores por semana, debe bajar". Este ajuste podría ser clave para equilibrar la oferta y evitar una presión excesiva sobre los precios en ese continente.
Respecto a cuándo comenzará a disminuir el ritmo de exportaciones, hay consenso en que la curva empezará a descender hacia fines de julio o inicios de agosto. "La expectativa es que el volumen de exportaciones comience a disminuir a partir de inicios de agosto", indica Ruete, mientras que Alonso Tamayo estima un descenso a partir de las semanas 30-31. En línea similar, Lira proyecta que "la primera semana de agosto" marcaría el inicio de la reducción.
El crecimiento de los volúmenes ha tenido un efecto directo en los precios de mercado. "Los precios ya están alcanzando niveles bajos, en torno a los €6 por caja en el mercado spot, lo cual representa un umbral difícil de sostener para muchos actores dentro de la cadena", alerta Ruete. Añade que los lotes con problemas de calidad o con permanencia prolongada en inventarios podrían incluso transarse a precios más bajos, lo que sería preocupante.
Alonso Tamayo coincide en que la presión sobre los precios podría aumentar: "Con las cargas de semana 21-22 con más de 800 y 900 contenedores, creemos que los precios caerán aún más".
Por su parte, Lira se muestra algo más optimista gracias a la estrategia comercial adoptada: "No creo que sea mucho más pronunciada la caída de lo que ha sido hasta ahora, se está haciendo un gran trabajo comercial con nuevos destinos y estirando la campaña gracias al clima también".
De la Cuadra, por su parte, prefiere enfatizar el análisis desde el volumen más que desde los precios: "En 2022 y 2023 el precio más bajo del año se observó entre las semanas 23 y 25 para el calibre 18. En 2024, sin embargo, no hubo grandes caídas de precios en el mercado europeo, lo que estuvo en concordancia con la menor oferta peruana durante esa temporada".
Es así como Perú enfrenta un 2025 con un periodo de exportaciones prolongado, un esfuerzo activo de diversificación de mercados y un escenario de precios bajo presión. La forma en que los exportadores administren sus despachos en las próximas semanas será determinante para el desenlace de la campaña y su impacto tanto en los ingresos como en la planificación de futuras temporadas.