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Baika

Baika Fruits apuesta por avances genéticos y tecnológicos para impulsar la producción de aguacate en Colombia

Colombia avanza con paso firme en el desarrollo de su industria de aguacate Hass, un cultivo que se ha convertido en una de las grandes apuestas agrícolas del país. Sin embargo, detrás del crecimiento de las exportaciones y la apertura de nuevos mercados, hay un trabajo silencioso y profundo de innovación genética y desarrollo tecnológico que busca hacer más productivos, sostenibles y competitivos los cultivos. En este proceso, empresas como Baika Fruits están liderando importantes transformaciones.

El punto de partida de muchos de los problemas que enfrenta el sector está en los viveros. La falta de procesos de selección masal rigurosos ha provocado que, durante años, se hayan propagado plantas de baja productividad. Como explica Hernán Alday, Gerente Agrícola de Baika Colombia, “la propagación de plantas sin un debido proceso de selección masal ha contribuido a tener huertos de baja productividad, ya que las yemas se obtienen de árboles que no necesariamente son los de mayor productividad ni están en las mejores condiciones sanitarias”.

Este escenario ha derivado en huertos heterogéneos, donde la variabilidad genética se traduce en rendimientos desiguales y una mayor susceptibilidad a enfermedades y plagas. Frente a este panorama, la ciencia ha comenzado a ofrecer respuestas decisivas.

En 2019, la publicación de la secuenciación genética del aguacate Hass —un hito realizado y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences— abrió una nueva etapa para el mejoramiento del cultivo. “Permite estudiar la función de genes específicos para mejorar sus propiedades como resistencia a enfermedades y plagas, mejorar producción y frutos con mayor vida de anaquel”, señala Alday.

Estos avances también han dado lugar al desarrollo de nuevas variedades. Entre ellas destaca la variedad Luna, recientemente presentada por la Universidad de California en Riverside (UCR). “Tiene características similares a la variedad Hass; es rugosa, madura de color negro, son árboles más pequeños y su fruta, según sus desarrolladores, tendría una calidad de poscosecha similar a Hass”, comenta el gerente agrícola de Baika.

Hacia una producción más sostenible

Uno de los grandes objetivos de estas investigaciones es lograr plantas naturalmente resistentes a plagas y enfermedades, lo que reduciría significativamente el uso de agroquímicos. “Idealmente, lograr plantas de Hass que sean resistentes a plagas y enfermedades nos permitiría reducir de manera importante el uso de agroquímicos destinados a controlarlas, haciendo el cultivo más económico y más sostenible con el medioambiente”, explica Alday. Actualmente, se utilizan extractos naturales como neem y canela, que actúan como repelentes de insectos, o el tomillo, que tiene propiedades antifúngicas.

A pesar de estos avances, persisten desafíos importantes, especialmente en el manejo de los hongos de suelo como el Phytophthora, uno de los principales problemas presentes en los huertos de palta Hass en Colombia. El portainjerto más utilizado ha sido tradicionalmente una semilla de origen antillano (criollo), altamente sensible a este hongo, que prospera en suelos con alto contenido de humedad y mal drenaje, producto de la compactación de los terrenos tras años de uso ganadero.

Frente a esta amenaza, la industria ha comenzado a utilizar portainjertos clonales como el Duke-7, que ofrece una alta tolerancia a Phytophthora. Sin embargo, la capacidad de los viveros para abastecer la creciente demanda de este material aún es limitada. “Los viveros no han sido capaces de satisfacer la demanda creciente de este material y en la actualidad están recibiendo pedidos con plazos de entregas de hasta dos años”, advierte Alday.

En este proceso, los planteles madre juegan un papel crucial para garantizar la calidad genética de los nuevos huertos. “Son plantas que se usan para la propagación y que han sido cuidadosamente seleccionadas por su comportamiento productivo y sobresaliente en general —hábitos de crecimiento discretos, tolerantes a deficiencias nutricionales, etc.— y que además se encuentran aisladas en un bloque especial donde reciben un cuidado especial”, explica el especialista.

La aplicación de estas tecnologías y metodologías emergentes tiene un impacto directo en la competitividad del sector. La mejora genética no solo permite obtener frutos de mayor calidad y vida poscosecha, sino que abre la puerta a nuevos mercados internacionales, cada vez más exigentes en términos de estándares fitosanitarios y logísticos. “El avance en los aspectos mencionados constituye la base para lograr la madurez necesaria y un desarrollo importante de la industria de la palta en Colombia, permitiendo diversificar mercados (Asia: India, China, Países Árabes) y llegar a mercados lejanos con un producto de calidad, minimizando costos por pérdidas en malos arribos de la fruta”, afirma Alday.

No obstante, Alday advierte que el éxito de la industria no depende únicamente de los avances en genética y tecnología agrícola. “El país debe avanzar en infraestructura, carreteras, puertos, mayor y mejor capacidad de empaque, transporte que permitan maximizar aún más la vida útil de la fruta. Aunque tengamos frutos de óptima calidad, si no logramos acortar los tiempos de viaje, esperas en plantas para procesar, frío deficiente, no lograremos las ventajas correspondientes”.

La revolución del aguacate en Colombia no solo está ocurriendo en los laboratorios y los viveros. Requiere de un trabajo articulado entre innovación genética, manejo agronómico, inversión en infraestructura y visión de largo plazo. Empresas como Baika Fruits demuestran que el camino está trazado y que el país tiene el potencial para posicionarse como líder mundial en el competitivo mercado del aguacate.

Manejo sustentable del suelo: el cimiento de una producción sostenible de aguacates en BAIKA Fruits

En un contexto donde la sostenibilidad agrícola se vuelve imperativa para responder a los desafíos del cambio climático y la seguridad alimentaria, el manejo responsable del suelo adquiere un rol protagónico. BAIKA Fruits, empresa comprometida con una agricultura regenerativa, ha desarrollado un enfoque técnico y sustentable para la producción de aguacates, basado en el respeto y comprensión profunda del suelo como un recurso vital. 

Juan Antonio Delpero, gerente de Producción en San José Farms  —unidad productiva de BAIKA Fruits—, explica que preservar y proteger los suelos parte de nuestra conexión con ellos, recordando que “recuperar un centímetro de suelo puede tardar miles de años”. Esta afirmación cobra especial relevancia en un cultivo como el aguacate, altamente dependiente de condiciones edafológicas específicas.

Durante las últimas dos décadas, se ha discutido intensamente sobre la calidad física de los suelos. Desde una perspectiva agrícola, un suelo de buena calidad física debe ser lo suficientemente fuerte para mantener una estructura adecuada que permita el desarrollo de los cultivos y, al mismo tiempo, lo suficientemente débil como para no restringir el crecimiento radicular ni la proliferación de flora y fauna. Este equilibrio también debe permitir una adecuada transmisión y almacenamiento de fluidos, garantizando proporciones correctas de agua, aire y elementos solubles. Esta armonía en las fases líquida y gaseosa del suelo es clave para maximizar el rendimiento de los cultivos y minimizar la degradación ambiental.

Delpero subraya que, aunque muchos factores climáticos escapan al control del productor, la mayoría de los factores del suelo y del manejo agronómico sí pueden ser gestionados. El verdadero desafío está en identificar los factores limitantes del rendimiento y minimizar la influencia de aquellos que sí se pueden intervenir. En un país como Chile, donde el crecimiento de la industria del aguacate ha sido vertiginoso, el objetivo de tener huertos altamente productivos debe enfrentarse a las limitaciones físicas de los suelos, particularmente en lo que respecta a su aireación.

La concentración de aire en el suelo es esencial para la productividad del aguacate, ya que se relaciona directamente con el oxígeno disponible para la respiración de las raíces. La falta de oxígeno provoca trastornos fisiológicos y desequilibrios hormonales en la planta, traduciéndose en una pérdida de productividad. En los campos de BAIKA, principalmente establecidos sobre suelos de textura franca, esta caída en la producción comienza a observarse, en promedio, a partir del séptimo año desde la instalación del huerto. En suelos de textura franco limosa o franco arcillosa, los síntomas aparecen incluso antes, alrededor del quinto año. Este fenómeno puede deberse a múltiples causas simultáneas, como la compactación del suelo derivada de errores en la preparación del terreno antes de la plantación y/o en cultivo establecido debido a prácticas agronómicas que no incluyan el manejo y conservación del suelo, además de prácticas deficientes de riego, bajo contenido de materia orgánica en el suelo, lluvias y su efecto sobre la compactación y el tránsito continuo de maquinaria agrícola.

Además, estas condiciones desfavorables propician un entorno apto para patógenos del suelo, especialmente hongos de madera y Phytophthora cinnamomi, enfermedades frecuentes en huertos de aguacate en estado de decaimiento. Delpero enfatiza que estas limitaciones físicas afectan especialmente al aguacate porque esta especie evolucionó en suelos Andisoles, formados a partir de cenizas volcánicas. Estos suelos presentan propiedades físicas óptimas para el desarrollo de la planta, como alta macroporosidad (cerca del 46%), abundante materia orgánica y un pH ácido entre 5.0 y 6.0. Por ello, las raíces del aguacate están adaptadas a condiciones de elevada disponibilidad de oxígeno. Cuando los niveles de aireación bajan al 20% o menos, las raíces comienzan a sufrir asfixia, mientras que su desarrollo óptimo se da con niveles de aire en el suelo cercanos al 30%, una exigencia mucho mayor que la de otras especies frutales que requieren apenas un 15% de macroporosidad.

La compactación del suelo depende de variables como la textura, estructura y contenido de humedad. Los suelos más secos ofrecen mayor resistencia mecánica a la penetración, y los de textura fina, aunque poseen mayor porosidad total, predominan en microporos que dificultan la aireación. A esto se suman los problemas derivados de un mal manejo del riego, como los excesos de humedad, que no solo provocan asfixia radicular, sino que también alteran la concentración de gases como CO₂, O₂ y etileno en el suelo, afectando directamente la fisiología radicular.

La experiencia de BAIKA ha demostrado que es posible revertir estas limitaciones mediante un enfoque integral que combine productividad y conservación del recurso suelo. Parte de esta estrategia incluye la implementación de subsolados post-plantación, una práctica orientada a romper capas compactadas en huertos ya establecidos, mejorar la distribución del tamaño de poros, incrementar la macroporosidad, facilitar la difusión de gases y optimizar la capacidad de infiltración del suelo. Paralelamente, se han desarrollado programas de riego que mantienen el equilibrio entre agua y oxígeno, apoyados en estrategias de monitoreo y control de humedad, con especial atención a la calibración y mantenimiento de los sistemas de riego por goteo.

Otra línea de acción es la incorporación de enmiendas orgánicas como compost y ácidos húmicos, además de la práctica del mulching con chips de madera, técnicas que han mostrado efectos positivos en la estructura física del suelo y su capacidad para sostener una microbiología activa. Estas estrategias, afirma Delpero, están al alcance de todos los agricultores y su implementación parte por conocer a fondo las condiciones edafoclimáticas requeridas por el aguacate, tomando en cuenta su origen y evolución adaptativa.

El enfoque de BAIKA Fruits representa una agricultura que busca integrar la productividad con la conservación, donde el suelo no es solo un medio de producción, sino un patrimonio vivo que se protege, se comprende y se valora. Así, la sostenibilidad deja de ser una aspiración y se convierte en una práctica concreta, basada en la ciencia agronómica, el conocimiento del entorno y el compromiso con las futuras generaciones.

Baika Fruits lidera la primera exportación de aguacate Hass brasileña a Chile y proyecta un nuevo polo de abastecimiento regional

Con el reciente arribo del primer cargamento de palta Hass brasileña a Chile, se marcó un hito comercial para el sector frutícola regional. Detrás de esta operación histórica estuvo Baika Fruits, empresa con presencia en Chile, Perú, Colombia y Brasil, que reafirma su liderazgo al concretar esta pionera exportación que abre nuevas oportunidades para el mercado chileno.

“Como empresa líder, tenemos que ser los primeros”, afirma Sebastián Peragallo, gerente de negocios de fruta fresca de Baika Fruits Chile y Perú, al referirse al origen de esta operación que comenzó a gestarse en septiembre de 2023. Fue entonces cuando, tras una decisión estratégica, el equipo de Baika viajó a Brasil para evaluar en terreno las condiciones de la fruta. “Vimos que Brasil es un origen muy interesante de desarrollar”, destaca.

La fruta fue seleccionada cuidadosamente desde campo, priorizando aquellos lotes con alta materia seca (27%) y excelente sanidad, para asegurar una maduración uniforme y un comportamiento óptimo en destino. “Hicimos un trabajo en campo de seleccionar la fruta más sana y homogénea. Eso nos dio seguridad para esta primera experiencia”, detalla Peragallo.

El proceso involucró una cadena articulada con tres actores: la producción en campo, el packing Carlini y la comercialización conjunta entre The Fruits y Baika Fruits. Esta estructura permitió cubrir todo el ciclo desde la cosecha hasta la entrega en destino, lo que fue clave para garantizar la calidad.

Si bien el desafío logístico no fue menor, dada la novedad del origen, la experiencia fue positiva. “En logística, Chile ya importa mango, lima y sandía desde Brasil, así que conocíamos los flujos. Lo más crítico fue cumplir con todos los requerimientos sanitarios”, comenta. Para ello, se realizaron análisis de multiresiduos y mediciones de materia seca en distintos puntos del proceso. “No tuvimos ningún hallazgo, lo que habla de la preparación que hubo detrás”.

Respecto al comportamiento del producto en el mercado chileno, Baika Fruits ha obtenido una respuesta alentadora. “La aceptación ha sido muy buena. Hicimos pruebas ciegas entre fruta chilena, peruana y brasileña. Chile sobresalió, pero Brasil estuvo sorprendentemente cerca”, señala Peragallo. El producto ya se comercializa en supermercados y canales mayoristas, con resultados prometedores.

Mirando al futuro, Baika Fruits proyecta ampliar las exportaciones desde Brasil durante esta misma temporada, especialmente desde el estado de Minas Gerais, cuya cosecha se extiende hasta agosto o septiembre. “Ya estamos en conversaciones con nuevos productores. Brasil tiene un potencial gigantesco”, anticipa.

Actualmente, Brasil produce entre 25 y 30 millones de kilos anuales de palta, pero se estima que esa cifra podría cuadruplicarse en los próximos cuatro años, alcanzando los 100 millones de kilos. Baika Fruits tiene claro su rol en este proceso: “Brasil puede ser un origen competitivo, capaz de complementar a Chile y de entrar a competir con Perú en ciertas ventanas comerciales”.

Esta operación también se enmarca en la estrategia global de expansión y diversificación de orígenes que lidera Baika Fruits. “Siempre estamos viendo nuevos orígenes, tanto en América como en África y Europa. Brasil es hoy uno de nuestros focos prioritarios”, concluye Peragallo.

Con una mirada estratégica, foco en la calidad y una ejecución precisa, Baika Fruits consolida su posición como uno de los actores más dinámicos del negocio frutícola sudamericano, ahora con Brasil como su nueva carta fuerte.

BAIKA FRUIT: Llevando el aguacate a nuevas fronteras productivas en Chile

Desde los suelos volcánicos de Mesoamérica hasta las laderas costeras del sur de Chile, BAIKA FRUIT lidera una agricultura moderna que honra el origen del aguacate y se adapta con responsabilidad a los nuevos desafíos.

El aguacate, también conocido como palto, tiene su origen en los suelos andisoles de zonas montañosas de México, Guatemala y Centroamérica. Estos suelos, formados por cenizas volcánicas, se caracterizan por su alta macroporosidad (alrededor del 46%), excelente drenaje, gran cantidad de materia orgánica y un pH ácido (entre 5.0 y 6.0). Esta combinación es ideal para el desarrollo del aguacate, que requiere suelos bien aireados y con buena movilidad de agua, ya que carece de pelos radiculares y es extremadamente sensible a la falta de oxígeno, principal causa de asfixia radicular, debilitamiento y baja producción.

Actualmente, la mayoría de los proyectos de aguacate en el mundo están ubicados fuera de su zona de origen, lo que obliga a los productores a conocer y manejar las diferencias edafoclimáticas con precisión. Un agricultor puede tener dos campos, uno con suelos aireados y otro con suelos compactados, y esa diferencia puede traducirse en más del 50% de pérdida en rendimiento.

Por eso, no se trata de copiar recetas agrícolas, sino de adaptar el manejo técnico a cada realidad. En la evaluación de nuevos proyectos, es común considerar solo la disponibilidad de tierras, agua y clima, sin detenerse en las propiedades físicas del suelo. Sin embargo, hoy la fertilidad se define, en primer lugar, por esas características físicas, y en segundo plano por las químicas y biológicas.

Según el Comité de Palta de Chile, los primeros árboles de aguacate Hass fueron plantados en 1949, a los pies de la Cordillera de Los Andes. Con el paso del tiempo, el cultivo se expandió rápidamente por el territorio, consolidando a la variedad Hass como la principal del mercado global. Tradicionalmente, las principales zonas productoras han sido la V Región (valles de Quillota-La Cruz, La Ligua-Cabildo), seguida por la Región Metropolitana y la IV Región. En estas zonas, los suelos graníticos o basálticos, combinados con un buen manejo, han demostrado ser aptos para el cultivo.

BAIKA FRUIT: Liderando en terrenos emergentes

BAIKA FRUIT cuenta con campos consolidados en zonas tradicionales como Cabildo (V Región) e Illapel (IV Región), pero ha dado un paso decisivo hacia la innovación al desarrollar nuevos proyectos en zonas emergentes: Valle Leyda en Santo Domingo (V Región), y Alicura y Huertos de Ucuquer (HdU) en Litueche (VI Región).

Actualmente, solo el 15% del área de producción de BAIKA se encuentra en zonas tradicionales, mientras que el 85% ya se sitúa en territorios emergentes, con planes de seguir expandiéndose.

Sin embargo, estos nuevos territorios presentan retos significativos. En Santo Domingo predominan suelos graníticos metamórficos, y en Litueche suelos jóvenes que comienzan a formar horizontes y cuya textura varía desde franco arenoso hasta franco arcillo limoso en superficie, y desde franco con gravas hasta franco arcillosa en profundidad. Además, la pluviometría anual supera los 600 mm en Litueche y alcanza los 400 mm en años lluviosos en Santo Domingo, lo que obliga a implementar estrategias rigurosas de drenaje y manejo de agua.

A esto se suma el uso de agua del río Maipo para riego en Santo Domingo, con alta conductividad eléctrica y contenidos de sodio y cloruros superiores a los 7 mEq L⁻¹, muy por encima del umbral tolerable para algunos patrones de aguacate (2 mEq L⁻¹).

La “tormenta perfecta” en este contexto ocurre cuando se combinan suelos con limitaciones físicas, riego mal manejado y aguas de baja calidad. En estos escenarios, encontrar el equilibrio es complejo, sobre todo en suelos compactados o de textura fina, donde también puede agravarse el problema de salinidad y, en consecuencia, surgir problemas sanitarios en los árboles.

En respuesta a estos desafíos, BAIKA FRUIT se mantiene fiel a su filosofía “Back to Basics”, apostando por una agricultura que combina lo tradicional con lo moderno. Su enfoque comienza con un suelo vivo y fértil, priorizando sus propiedades físicas y equilibrando las químicas y biológicas mediante subsolados, enmiendas orgánicas, microorganismos benéficos, ácido húmico y fúlvico, mulch, y enmiendas químicas.

A ello se suma el uso de genética adaptada, como patrones clonales Dusa y pruebas con patrones antillanos, más tolerantes a suelos pesados y salinos. En Santo Domingo, cuentan incluso con una planta de ósmosis inversa para reducir la salinidad del agua de riego. Además, integran tecnologías como sensores, sondas y vuelos con drones equipados con cámaras termales y multiespectrales para un control preciso del cultivo.

Más allá de los desafíos, estas zonas emergentes ofrecen ventajas comparativas únicas. Los campos en Alicura y Huertos de Ucuquer, en la cordillera de la costa y a solo 20 km del mar, disfrutan de una protección natural contra las heladas, temperaturas extremas y una humedad relativa que nunca baja del 50%. Por su parte, Valle Leyda permite producir fruta tardía en otoño, accediendo a precios más altos en el mercado local.

Conectados al suelo, a las raíces y a la historia del cultivo, en BAIKA FRUIT entienden que la clave está en volver a lo esencial. Con un manejo técnico responsable y profundo conocimiento agronómico, están transformando el paisaje agrícola chileno y demostrando que el futuro del aguacate se puede construir lejos de su origen, siempre y cuando no se olviden sus necesidades más básicas.

Baika Fruits: volver a las bases productivas para cultivar el futuro

En tiempos en que el sector agrícola está inmerso en una avalancha de productos innovadores, muchos de ellos sin validación científica concluyente, surge una inquietud profunda: ¿se está perdiendo la esencia del cultivo? En medio de esta transformación, la empresa Baika Fruits plantea una reflexión crítica sobre el rumbo de la producción agrícola y propone una mirada distinta, que no rechaza el avance, pero sí exige una reevaluación de las prioridades.

La creciente dependencia de insumos que prometen soluciones inmediatas ha llevado a parte del sector a adoptar un enfoque reduccionista, en el que se busca resolver problemas complejos a través de una única variable. Según observan desde la exportadora Baika Fruits, este fenómeno ha desdibujado el enfoque integral que históricamente caracterizó al buen manejo agrícola, sustituyéndolo por estrategias monofactoriales que simplifican causas y resultados. La tecnología, lejos de ser ajena a esta tendencia, también ha contribuido a la desconexión con el terreno: se ha dejado de observar directamente el suelo, de sentir el campo, y se ha confiado en exceso en dispositivos y sensores.

Desde su experiencia, Baika Fruits advierte que la introducción acelerada de tecnología, aunque necesaria, ha desplazado la sensibilidad agrícola tradicional. Lo que alguna vez fue una incorporación prudente y medida, se ha convertido en una carrera por lo último, con el riesgo de perder la conexión con las verdaderas prioridades del cultivo.

Frente a esta realidad, la empresa ha decidido retornar a una lógica productiva basada en fundamentos sólidos. Su lema, “Back to Basics” —volver a las bases—, no es una consigna nostálgica, sino una propuesta de convergencia entre el conocimiento tradicional y las herramientas modernas. Para Baika Fruits, esta filosofía implica rescatar prácticas agronómicas esenciales que han sido desplazadas, sin renunciar al potencial de la innovación.

El punto de partida es la agricultura de antaño, aquella que practicaban los abuelos con respeto y sabiduría. En ese modelo, la preparación del terreno era un acto riguroso: se labraba la tierra con el objetivo de obtener una estructura adecuada, se incorporaban fertilizantes orgánicos como el guano, se aplicaban riegos profundos antes de la siembra para estabilizar el perfil del suelo y reducir la salinidad, y se elegían plantas con genética confiable. Todo esto formaba parte de un proceso ordenado y consciente, donde la base del cultivo determinaba su éxito.

Hoy, el objetivo de alcanzar una producción eficiente y sostenible sigue vigente, pero en muchos casos se busca a través de atajos. Desde Baika Fruits insisten en que la innovación debe estar al servicio de las bases, no reemplazarlas. Por eso, su enfoque se estructura sobre un orden claro de prioridades. Primero, la calidad de la planta: una genética débil compromete cualquier intento posterior. Luego, el suelo: su cuidado y manejo sustentable son condiciones indispensables para una agricultura a largo plazo. El riego ocupa un tercer lugar esencial, entendido no sólo como una estrategia de aporte hídrico, sino como un sistema técnico que debe operarse con precisión, desde la calibración de presiones hasta el mantenimiento de filtros. Solo cuando estos pilares están firmemente establecidos, se avanza hacia la nutrición y la bioestimulación, no como soluciones milagrosas, sino como refuerzos a una estructura productiva robusta.

Baika Fruits propone así una agricultura que no pierde de vista su origen, pero que también sabe adaptarse a las exigencias actuales. En un contexto donde el ruido tecnológico y comercial amenaza con eclipsar lo esencial, su mensaje es claro: la verdadera innovación es aquella que fortalece las raíces. Volver a las bases no es retroceder, sino cultivar con conciencia, respeto y visión de futuro.

Baika consolida su posición en Europa para llevar fruta de calidad los 365 días del año

En un mundo cada vez más globalizado, contar con presencia directa en los mercados clave ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad estratégica. Así lo entendió Baika, compañía que ha apostado por consolidar su presencia en Europa a través de Tropical Millenium, su filial española, con un objetivo claro: estar más cerca del consumidor final, entender sus dinámicas y ofrecer un producto de calidad durante los 365 días del año.

El mercado europeo del aguacate ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos cinco años, alcanzando un valor de 18.14 mil millones de dólares en 2024. Las proyecciones apuntan a que este número se duplicará en la próxima década. Gonzalo Fuentes, CEO de Tropical Millenium, lo tiene claro: “Este crecimiento es una tremenda oportunidad para Baika. La demanda está en auge, el aguacate se ha convertido en un producto premium y muy cotizado por su versatilidad en la cocina, sus beneficios para la salud y su uso en cosmética y farmacia”.

Con casi 900 millones de kilos consumidos al año en Europa, posicionarse en este mercado era una decisión natural para Baika. Instalarse en España, uno de los principales mercados de aguacate de Europa, que además es un excelente punto de entrada al continente, permite acceder con mayor eficacia a mercados clave como Francia, Alemania, Reino Unido o Italia, donde el consumo per cápita no deja de aumentar.

“España es una puerta de entrada ideal. Su ubicación estratégica, la calidad del aguacate local y su infraestructura logística nos permiten entregar fruta en condiciones óptimas en tiempos muy competitivos”, destaca Fuentes. Además, la producción española coincide con temporadas bajas en América Latina, generando una ventana comercial que Baika ha sabido aprovechar inteligentemente.

Pero más allá de la logística y las cifras de mercado, la apuesta por Europa tiene un componente humano y de marca que Baika valora profundamente. Estar en territorio europeo ha fortalecido el vínculo con los clientes, ha abierto nuevas posibilidades comerciales y ha potenciado el reconocimiento internacional de la marca. “Ahora no solo estamos más cerca de nuestros clientes, también podemos acceder a la mejor fruta del Mediterráneo y abastecer durante todo el año. Además, identificar nuevas oportunidades y socios estratégicos es mucho más fácil desde aquí”, explica Fuentes.

Eso sí, el camino no ha estado exento de desafíos. A pesar de compartir el idioma, adaptarse a la cultura empresarial europea ha requerido flexibilidad y una actitud abierta. “Nos hemos encontrado con un equipo de primer nivel, comprometido y apasionado. La clave ha sido un liderazgo cercano y desafiante, que motive y oriente hacia nuestras metas”, agrega el CEO.

De cara al futuro, el objetivo es crecer de forma sostenida, diversificar la cartera y ampliar operaciones más allá de España, siempre que eso represente una mejora en el servicio al cliente. Europa del Este e Italia se asoman como mercados prometedores, sin perder de vista el fortalecimiento en plazas más maduras como Reino Unido, Alemania o Francia.

Además, la integración vertical que ofrece Baika a través de Tropical Millenium la distingue de otros operadores. Desde la producción en Latinoamérica hasta la maduración y envasado en Europa, la compañía controla todo el proceso, garantizando un producto que cumple con los más altos estándares de calidad y puntualidad. “Hoy tenemos a nuestra gente embarcando la mejor fruta de Latinoamérica, y nosotros nos encargamos de madurarla y prepararla según las necesidades de nuestros clientes. Esta integración ya está marcando la diferencia”, concluye Fuentes.

Con visión estratégica, compromiso con la calidad y una clara orientación al cliente, Baika consolida su presencia en Europa, reafirmando su propósito de ser un actor clave en el dinámico y competitivo mundo del aguacate.

Ampliando la frontera agrícola del aguacate en diferentes zonas productivas de Chile

San José Farms SpA inició sus operaciones en 1989 en la Región de La Araucanía, siendo pionera en el cultivo de arándanos en Chile. Con el paso del tiempo, la compañía ha diversificado su producción y hoy cuenta con más de 4.000 hectáreas plantadas a lo largo del país. El aguacate representa el principal cultivo, con 2.000 hectáreas entre plantaciones adultas y en desarrollo, seguido por 450 hectáreas de cítricos (mandarinas, limones y naranjas), 340 de arándanos, 226 de nogales y el resto distribuidas entre avellanos, almendros, viñedos y cerezos.

Bajo su marca BAIKA, la empresa mantiene campos de aguacate en las regiones IV, V y VI; cultivos de mandarina en las regiones IV y V; limones en las regiones V y VI; y frutales caducos en el sur del país: nogales en la Región del Maule (VII) y cerezos, arándanos y avellanos en la Región de La Araucanía (IX).

La variedad Hass, la más cultivada a nivel mundial, fue desarrollada en California por Rudolf Hass, quien plantó el primer árbol en 1926 y patentó la variedad en 1935. En Chile, los primeros árboles de aguacate Hass se introdujeron en 1949, estableciéndose en las faldas de la Cordillera de los Andes. Desde entonces, el cultivo se ha extendido por diversas regiones del país, consolidándose como la principal variedad comercial.

Tradicionalmente, la producción de aguacate se concentró en la Región de Valparaíso, particularmente en los valles de Quillota-La Cruz y La Ligua-Cabildo. También se expandió a la Región Metropolitana y a la Región de Coquimbo. Estas zonas ofrecían condiciones óptimas de clima y suelos, mayoritariamente de origen granítico o basáltico, que con un manejo adecuado favorecen el desarrollo del cultivo.

No obstante, la escasez hídrica y la búsqueda de nuevas tierras han impulsado la expansión del aguacate hacia el centro-sur del país, desde la Región de O’Higgins (VI) hasta la Región del Biobío (VIII). Esta nueva frontera agrícola presenta oportunidades, pero también desafíos: suelos con limitaciones en la oxigenación y drenaje, y un clima más frío y lluvioso durante parte del año.

BAIKA, con experiencia en zonas tradicionales como Cabildo (V Región) e Illapel (IV Región), ha apostado por nuevos proyectos en la comuna de Santo Domingo (V Región) —“Valle Leyda”— y en la comuna de Litueche (VI Región), con los proyectos “Alicura” y “Huertos de Ucuquer” (HdU). Actualmente, el 85% de su superficie de aguacate se encuentra en zonas no tradicionales, y la empresa proyecta continuar creciendo en estos nuevos territorios.

Estas zonas presentan condiciones edafoclimáticas desafiantes. En Litueche, la pluviometría anual puede alcanzar los 600 mm, y en Santo Domingo llegar a 400 mm en años lluviosos. Esta mayor presencia de agua obliga a prestar especial atención al diseño de drenajes. Sin embargo, también existen ventajas: Alicura y HdU están ubicados a solo 20 kilómetros del mar, lo que les otorga una ubicación estratégica con menor riesgo de heladas y temperaturas extremas, además de mantener una humedad relativa superior al 50%, condiciones similares a las del sur costero del país. En el caso de Valle Leyda, a pesar del alto nivel de salinidad del río Maipo, el uso de una planta de ósmosis inversa permite gestionar eficientemente el recurso hídrico y producir fruta de cosecha tardía, ideal para el mercado local.

El aguacate evolucionó en suelos andisoles —derivados de cenizas volcánicas— que presentan una alta macroporosidad (cerca del 46%), buen drenaje, abundante materia orgánica y un pH ácido entre 5.0 y 6.0. Al salir de este entorno natural, es común encontrar desviaciones respecto a las condiciones ideales del cultivo, en un contexto donde la disponibilidad de tierras y aguas agrícolas de calidad es cada vez más limitada.

Al momento de evaluar un proyecto agrícola, suele considerarse la disponibilidad de agua, tierra y clima. Sin embargo, no siempre se presta suficiente atención a las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, que son determinantes para el rendimiento del cultivo. Es indispensable identificar las diferencias respecto al entorno original del aguacate, cuantificarlas y planificar en consecuencia. Muchas veces, la ejecución apresurada sin una evaluación previa del terreno conduce a problemas que emergen a partir del quinto año de plantación.

Un mismo productor puede obtener rendimientos radicalmente distintos en dos campos, únicamente por diferencias en la aireación del suelo. Un terreno con más del 25% de contenido de aire puede triplicar la producción de uno con menos del 10%. Ante este panorama, BAIKA ha incrementado el uso del patrón clonal Dusa, reconocido por su mayor tolerancia a suelos pesados y condiciones de asfixia radicular.

La estrategia de BAIKA se centra en la eficiencia y la sostenibilidad. "No invertimos más de lo necesario en lo que sabemos que no marcará la diferencia", señalan desde la empresa. Su objetivo es aumentar la productividad a través de una agricultura más consciente, que ponga en el centro la salud del suelo y permita producir “más con menos”. Su lema lo resume claramente: “Back to basics”, o en español, “volver a las bases”.

Baika impulsa su estrategia sostenible con foco en carbono, economía circular y recuperación de fruta

El pasado 23 de abril de 2025, Baika realizó una jornada clave en su Planta de San Felipe, enfocada en difundir los principales avances en sostenibilidad en el área de comercialización y exportación de fruta. La actividad reunió a líderes de San José Farms provenientes de Chile, México, España y Colombia, así como a los equipos de comercialización de fruta, producción de plantas de San Felipe e Hijuelas, el área de recursos humanos y el equipo de sostenibilidad corporativo.

Según Daniel Benavides Araya, Jefe Corporativo de HSE & Sostenibilidad, la jornada tuvo como objetivo comunicar los logros alcanzados en los focos estratégicos definidos por el área: medición de la huella de carbono, economía circular y eco-packaging. Todo ello alineado con el propósito de Baika de “regenerar raíces para nutrir al mundo con frutas sanas y sostenibles” y con los valores que guían su accionar: sostenibilidad, seguridad, trabajo en equipo, integridad, excelencia y pasión.

Benavides detalló que uno de los hitos destacados fue la consolidación del uso del sistema IFCO, logrando que el 100% de la fruta enviada desde el packing hacia los supermercados utilice cajas reutilizables. Esta práctica, sostenida en el tiempo, ha permitido a Baika evitar la generación de residuos equivalentes a 87.800 kilos en 2024, cifra que se suma a los 190.000 y 185.000 movimientos de cajas reutilizables alcanzados en los dos años anteriores. De haber utilizado cartón de un solo uso, ese volumen se habría traducido en una cantidad significativa de desechos enviados a vertederos, aumentando la huella ambiental.

Además, se presentó el proyecto con Maifud, que impulsa la recuperación de fruta no comercializada para reducir el desperdicio, y se compartieron avances en la medición y reducción de emisiones de CO₂ en las plantas de San Felipe e Hijuelas. Estos esfuerzos no solo refuerzan el compromiso interno de Baika con la sostenibilidad, sino que también fortalecen la relación con clientes estratégicos que exigen prácticas responsables en toda la cadena de valor.

Durante la jornada, también se contextualizó el trabajo de Baika en el escenario global, haciendo referencia a datos de "Our World in Data" sobre el rol de la industria de alimentos en las emisiones de carbono, y resaltando que cada vez más compañías internacionales avanzan en prácticas de producción sostenible, dentro de las cuales destacan nuestros principales clientes. 

La entrega del certificado IFCO, reconociendo la contribución concreta de Baika a la economía circular, cerró una jornada marcada por el sentido de propósito y la motivación de los equipos para seguir impulsando iniciativas de alto impacto en sostenibilidad.

Con acciones concretas y resultados medibles, Baika fortalece su liderazgo en la industria agrícola exportadora, avanzando hacia un futuro más regenerativo, resiliente y en sintonía con las demandas ambientales globales.

Construyendo juntos nuestra cultura Baika integrada en todos los países en que estamos presente

“Tenemos un equipo profesional de excelencia, trabajamos en equipo y siempre preocupados por el desarrollo, bienestar y seguridad de las personas”, indica Carla Cossio, Gerenta de Personas, quien comparte los pilares clave en los que estamos trabajando para seguir fortaleciendo nuestro equipo y hacer de esta una organización más sólida, cercana y sostenible, de la mano de nuestro propósito “Regenerar raíces para nutrir al mundo con frutas sanas y sostenibles” y nuestros valores: Sostenibilidad, Seguridad, Integridad, Excelencia, Trabajo en Equipo y Pasión.

“Estamos comprometidos con la estrategia de negocio de la compañía y para ello es muy importante atraer y retener al talento indicado, manteniendo a las personas motivadas, permitiéndoles oportunidades de desarrollo y estableciendo un escenario que les permita hacer su trabajo con pasión”, señala.

Nos enorgullece contar con un muy buen clima laboral, donde la cercanía y el alto nivel profesional de nuestros equipos marcan la diferencia. “Lo que no se mide no se puede mejorar ni gestionar” advierte Carla, y por eso llevamos cinco años midiendo clima, lo que nos ha permitido implementar mejoras y asegurar que nuestras personas estén más motivadas y comprometidas. “Sabemos que, cuando nuestros colaboradores están felices y motivados, su productividad y compromiso aumentan, influyendo directamente en el logro de los objetivos de la empresa”, añade.

“Somos una empresa joven, dinámica y flexible, en que cada persona tiene la autonomía de dar su opinión y proponer mejoras. Nos caracteriza la pasión, la energía y el trabajo en equipo, siempre con el propósito de impactar positivamente en nuestros colaboradores, comunidades y stakeholders. Promovemos una cultura de excelencia, de trabajo en equipo, respeto, oportunidades, diálogo, honestidad y transparencia”, dice de forma enfática Carla Cossio.

Avanzar en nuestra agenda de seguridad es fundamental. Al respecto, indica que “es un deber moral para nosotros. Tenemos la responsabilidad de devolver a las personas a sus familias de la misma forma que salieron de sus hogares”. Para ello, trabajamos en capacitaciones constantes, fomentando una cultura de seguridad que involucra a todos los niveles de la organización. “Nuestro desafío es tener a Baika Fruit con todas sus filiales con una cultura y buenas prácticas en seguridad”, recalca.

En materia de Personas, nuestros próximos desafíos están enfocados en la integración y fortalecimiento de la cultura organizacional: Promover la cultura e identidad Baika Fruit global; Tener buenos líderes que nos apoyen a gestionar y desarrollar a sus equipos; Continuar siendo una empresa con buen clima laboral; Tener una estrategia sólida de comunicaciones internas; y Avanzar en planes y metas de sostenibilidad para un negocio rentable y responsable.

Sigamos trabajando juntos para hacer de esta empresa un mejor lugar para todos. ¡Vamos por más!

Baika Perú: una alianza estratégica con los productores peruanos que impulsa el crecimiento sostenible del sector

En el competitivo mundo de la agroexportación, establecer alianzas a largo plazo, sólidas y transparentes con los productores no solo es una ventaja, sino una necesidad estratégica. Baika Perú ha consolidado un modelo de trabajo que va más allá de la simple compraventa de fruta: se posiciona como un socio estratégico para los agricultores peruanos, acompañándolos en cada etapa del proceso productivo y garantizándoles acceso directo a los mercados internacionales.

Un puente hacia el mundo

“El productor necesita un brazo logístico y comercial. Nosotros como compañía tenemos frentes comerciales en todo el mundo: oficinas en Europa, en Estados Unidos y en Latinoamérica”, comenta Joel Johanson, Gerente de Baika Perú. 

Esta red internacional permite a Baika ofrecer programas comerciales con retornos superiores al promedio del mercado local, generando un vínculo de confianza con los productores que buscan maximizar sus ingresos y posicionar su fruta en destinos exigentes.

Actualmente, Baika Perú trabaja con un portafolio diverso de proveedores: el 80% de su volumen proviene de cinco grandes productores, mientras que el 20% restante se distribuye entre más de 20 pequeños y medianos agricultores. Esta diversidad permite atender tanto campañas programadas como el mercado spot, adaptándose a las dinámicas del comercio global sin perder de vista el valor de cada productor.

Más que clientes: socios

La relación de Baika con sus proveedores no se limita a la cosecha. Desde el inicio de la temporada, el equipo acompaña a los productores con asesoría técnica, visitas en campo y financiamiento parcial de la operación, lo que permite compartir riesgos y fortalecer la fidelización. “Sienten un partner más comprometido, porque vamos un poco más allá. Hacemos un acompañamiento financiero y también agronómico, porque los visitamos durante la temporada”, explica Johanson.

Uno de los pilares más valorados por los agricultores es la transparencia en las liquidaciones. Baika Perú se ha diferenciado por su política de puertas abiertas respecto a los costos, gastos logísticos y comisiones. “Somos un libro abierto para que ellos vean y, conjuntamente, analicen el retorno que les hacemos como pago a su materia prima”, destaca.

Además, los contratos incluyen cláusulas comparativas con el mercado, que aseguran una revisión y eventual compensación si el productor obtiene un mejor precio con otro exportador. Esta política garantiza confianza y fomenta relaciones comerciales sostenibles en el tiempo.

Acceso a los mercados más exigentes

Gracias a su modelo de trabajo y al enfoque en la calidad, Baika ha logrado posicionarse con fuerza en mercados clave. El aguacate peruano, su principal producto, es exportado durante casi todo el año, aprovechando las diferentes zonas geográficas del país, desde la sierra, hasta las costas de norte a sur, lo que les permite tener una participación en todas las exportaciones de principio a fin, alineados con su estrategia multiorigen de abastecer de fruta los 365 días del año. “Ya estamos casi todas las semanas del año exportando al menos un contenedor por semana”, afirma Johanson.

La calidad no solo se mide en sabor y presentación, sino también en el cumplimiento de estándares internacionales. Baika Perú cuenta con certificaciones como GlobalGAP, Rainforest Alliance, Smeta y otras acreditaciones de buenas prácticas agrícolas, sociales y ambientales. “Eso es lo que nos diferencia: el tipo de fruta que manejamos y las certificaciones que vienen acompañadas. Es un pilar para nosotros”, enfatiza.

Una reputación que se construye con hechos

En un entorno donde la reputación lo es todo, Baika Perú ha hecho de la ética comercial y el cumplimiento de acuerdos una de sus principales cartas de presentación. “Hemos empezado con un solo productor, ese productor nos llevó a otro, y así fuimos creciendo nuestra red, principalmente por la performance que hemos demostrado. Aquí cuidamos mucho eso”, señala Johanson.

El enfoque de Baika Perú no es transaccional, sino de construcción de valor compartido. Su propuesta combina visión internacional, compromiso local y una apuesta firme por la calidad y la sostenibilidad. Para los productores peruanos, representa una oportunidad tangible de crecer de la mano de una empresa que los reconoce como aliados fundamentales en la cadena de valor.