Europa bajo presión: el mercado del aguacate enfrenta sobreoferta y caída de precios
El 2025 ha traído consigo un escenario desafiante para el mercado europeo del aguacate. Mientras el consumo continúa creciendo en prácticamente todos los mercados del continente, el primer cuatrimestre del año ha revelado tensiones notables entre la oferta disponible y la capacidad del mercado para absorberla.
Factores climáticos, ajustes en los calendarios productivos y nuevas estrategias comerciales por parte de los países exportadores han transformado los flujos de importación y presionado la estructura de precios. Tres voces clave del sector analizan esta coyuntura: Carlos Ocaña, Product Manager de Aguacate en Hermanos Fernández – Grupo Orsero; Víctor Ruete, consejero de Tropical Millenium; y Annabel Könst, responsable de compras para Europa Central de Westfalia Fruit.
Un inicio de año marcado por la anticipación y el clima
El 2025 arrancó con una presión inusual sobre el mercado europeo. La presencia anticipada de fruta procedente de orígenes mediterráneos como Marruecos, España e Israel marcó la pauta. Carlos Ocaña lo describe como un fenómeno que alteró el calendario esperado: “Los primeros meses del año han estado sujetos en Europa a grandes volúmenes tanto de España, Marruecos como Israel, con lo cual la importación tanto de Colombia como de Perú se retrasó hasta comenzar a vislumbrar el fin de la temporada del Mediterráneo”.

Sin embargo, la situación dio un giro con las intensas lluvias que golpearon al sur de Europa. “Un mes de lluvias consecutivo precipitó tanto la temporada de España como la de Marruecos, y le dio una muy buena venta comercial a Perú en los meses de marzo y abril”, agrega Ocaña, subrayando cómo el clima redistribuyó las oportunidades en los estantes.
Víctor Ruete coincide en que este arranque no fue habitual. “Europa experimentó una temporada de invierno diferente a años anteriores, marcada por una oferta temprana desde los orígenes mediterráneos, especialmente Marruecos, que comenzó a despachar fruta desde finales de noviembre”. A esto se sumó un incremento en la producción española, alimentado por nuevas plantaciones y condiciones favorables, mientras que Chile perdió protagonismo ante la debilidad de la demanda y la llegada tardía de su fruta.
Si bien los primeros compases del año ofrecieron ventanas comerciales interesantes, el mercado pronto entró en una espiral de sobreoferta. “Se comenzó el año con pesimismo de precios, dada la menor calidad que estaba viniendo de Marruecos así como el exceso de volumen”, recuerda Ocaña. No obstante, la reducción de fruta disponible tras las lluvias generó una recuperación temporal: “Tras las lluvias se empezó a abrir una ventana con precios muy altos en todos los calibres, sobre todo para fruta de calidad peruana”.

Annabel Könst, desde su perspectiva en el centro de Europa, traza una línea clara en la evolución: “Vimos cómo el mercado se colapsó en febrero con la coincidencia del pico de producción en Marruecos, Israel y Colombia. Luego, en marzo, el mercado se secó rápidamente por las lluvias en España y los retrasos en Sudáfrica y Perú”. Esto creó un espacio de alta demanda y precios más sólidos, aunque de corta duración.
Hoy, todos coinciden en que la tendencia apunta hacia abajo. “El mercado europeo está siendo sobrecargado por las exportaciones peruanas y los precios van a mucha velocidad hacia abajo, pudiendo estimar que en pocas semanas estaremos en cifras de precios preocupantes”, alerta Ocaña. Ruete comparte esta visión: “Las expectativas de precios son a la baja. La incertidumbre radica en dónde se ubicará el piso. El verdadero reto está en evitar la acumulación de inventarios que afecten la calidad por envejecimiento”.

Könst añade un matiz relevante: aunque los precios han caído, “todavía se mantienen por encima de los niveles de años anteriores, aunque con menos promociones en los supermercados y un mercado más lleno”. De cara a las próximas semanas, anticipa una disminución de la oferta peruana a medida que los productores del norte terminen su campaña, lo que podría abrir espacio a cierta recuperación del mercado hacia finales de junio.
Colombia y Perú: estrategias cruzadas en un tablero global
En medio de este contexto, la estrategia exportadora de Colombia ha comenzado a redibujarse, priorizando el mercado estadounidense. Víctor Ruete explica que, si bien esta reestructuración aún no se ha sentido con fuerza en Europa, podría haber implicaciones: “Muchas fincas y plantas de empaque aún no cuentan con la certificación USDA, por lo que una parte del volumen sigue viniendo a Europa. El verdadero test será cuando la curva de calibres de Perú cambie y reduzca su oferta de calibres pequeños”.
Annabel Könst ofrece una lectura complementaria: “El año pasado Perú compitió con Colombia en calibres medianos y pequeños. Este año Perú se está enfocando más en calibres grandes, lo cual ha vuelto a abrir espacio para la fruta colombiana en Europa”. Aunque reconoce que la actual traviesa no es tan fuerte como en años anteriores, prevé que Colombia seguirá teniendo un rol importante en las próximas semanas.
Por su parte, Perú domina actualmente el suministro con más del 70% del volumen en circulación. “El desafío está en manos de la industria peruana y su capacidad para dosificar adecuadamente sus envíos”, advierte Ruete. El comportamiento del mercado dependerá en gran medida de cómo logre manejar esa concentración de oferta sin saturar los canales comerciales.
Uno de los desafíos logísticos más complejos en Europa es la gestión de calibres. Ocaña observa un cambio significativo en los patrones de demanda: “Lo difícil era encontrar fruta de calibres 14-16, pero ahora se observa una tendencia en países mediterráneos hacia calibres más medianos como 18-20-22. Es preocupante porque los calibres grandes están quedando fuera de muchos programas”.
Ruete profundiza en esta evolución: “En Europa, el calibre 18 es el equivalente al 48 en EE. UU. y se ha convertido en el más solicitado. Existe espacio para toda la gama de calibres, pero el reto es mantener un equilibrio que evite acumulaciones que presionen los precios”.
Annabel Könst ofrece una visión integradora: “En Europa Central, los tamaños más comerciales son 16-22; en el sur se prefieren los 14-16, y en Escandinavia los más pequeños, como 24/26. Esta combinación nos permite aprovechar todo el árbol”, apunta.
A pesar de los desafíos de este año, el crecimiento del consumo de aguacate en Europa sigue siendo notable. Alemania se ha consolidado como el principal mercado importador, superando a Francia con un consumo estimado de 165 millones de kilos en 2024. “Italia también ha mostrado un fuerte aumento, pasando de consumir Hass solo en el norte a hacerlo en todo el país”, destaca Ruete. Könst menciona además el avance sostenido de Europa del Este, donde la variedad Hass continúa ganando terreno frente a las variedades de piel verde.
En el plano productivo, Marruecos se posiciona como un actor cada vez más relevante. “Es un aliado clave para mantener el suministro de diciembre a abril”, señala Ocaña, aunque advierte que aún hay que mejorar los estándares de calidad y reducir la especulación. Könst subraya que “Marruecos ya representa entre el 35 y 40% del mercado en temporada alta, y está ganando competitividad con precios entre un 10 y un 20% inferiores a los de España”. Con plantaciones jóvenes entrando en producción, su papel crecerá aún más en los próximos años.