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Agronegocios

Zonas de cultivo de aguacate crecen un 17% en cinco años en Ecuador

Ecuador, tierra de múltiples pisos ecológicos y diversidad agrícola, ha sido históricamente un productor de aguacate, con registros que se remontan incluso a épocas precolombinas. Es así como la producción de aguacate en Ecuador ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos cinco años, consolidándose como uno de los cultivos emergentes dentro del sector agrícola nacional. 

Según datos actualizados del Sistema de Información Pública Agropecuaria (SIPA), en 2024 el aguacate ocupó el puesto 19 entre los principales productos agrícolas del país, con un total de 8.924 hectáreas sembradas y 6.820 cosechadas, lo que generó una producción total de 34.701 toneladas.

Este crecimiento representa un avance respecto a 2020, cuando el cultivo ocupaba el puesto 21 con 7.630 hectáreas sembradas, lo que refleja un incremento de entre 10% y 15% en cinco años, tanto en superficie como en volumen. El rendimiento nacional promedio se ubicó en 5.09 toneladas por hectárea.En cuanto al destino de la producción, según información de actores de la cadena de valor del aguacate, el mercado interno absorbió la mayor parte de las 34.000 toneladas producidas, mientras que entre el 10% y el 15% fue destinada a la exportación, principalmente de la variedad Hass, que representa cerca del 90% del total exportado.

Distribución geográfica: predominio de la Sierra y nuevos polos en expansión

La producción de aguacate en Ecuador está concentrada principalmente en la región Sierra, donde varias provincias han consolidado su posición como referentes nacionales del cultivo. Al norte del país, la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia, destaca como una de las zonas con mayor superficie sembrada, con 2.564 hectáreas. Esta cifra representa más del 20% del total nacional, alcanzando una producción de 9.306 toneladas y un rendimiento promedio de 4.57 toneladas por hectárea. El aguacate es, de hecho, el segundo cultivo más importante en esta provincia andina.

Muy cerca, en la provincia de Imbabura, también al norte, el cultivo muestra una dinámica de crecimiento interesante. De las 1.348 hectáreas sembradas, apenas 691 han entrado en fase de cosecha, lo que evidencia un fuerte potencial de expansión en los próximos años. Con una productividad de 7.33 toneladas por hectárea —una de las más altas del país— Imbabura aporta más de 5.000 toneladas a la producción nacional, equivalentes al 10% del total. Parte de este rendimiento superior se explica por el crecimiento de cultivos de la variedad Hass, orientados al mercado de exportación.

La provincia de Pichincha, cuya capital es Quito, combina tradición y modernización en el cultivo de aguacate. Con 1.436 hectáreas sembradas y 1.274 cosechadas, alcanza una producción total de 12.774 toneladas y una productividad destacada de 10.02 toneladas por hectárea, la más alta del país. En zonas como Guayllabamba, históricamente asociadas al aguacate Fuerte, se mantiene una producción destinada al consumo interno; sin embargo, en otras áreas aledañas se han desarrollado plantaciones de Hass, lo que ha elevado la eficiencia de las cosechas.

Por su parte, la región Costa también aporta al mapa productivo, con un enfoque diferente. En la provincia de Guayas, se han sembrado 2.545 hectáreas y cosechado 2.361, lo que ha generado una producción de 6.149 toneladas. No obstante, el rendimiento promedio es de apenas 2.60 toneladas por hectárea. Esta baja productividad responde, en gran medida, al predominio de variedades tropicales, destinadas mayoritariamente al mercado local. Solo una fracción mínima —menos de 50 hectáreas— está dedicada al cultivo de Hass con fines de exportación.

En conjunto, los datos reflejan una distribución geográfica heterogénea pero con un patrón claro: el liderazgo productivo está en la Sierra, particularmente en el norte, mientras que en otras zonas del país comienzan a emerger nuevos polos con alto potencial si se aplican estrategias adecuadas de tecnificación y comercialización.

Para Santiago Pinto, presidente de Interanza, este crecimiento no es casualidad, sino el resultado de condiciones agroecológicas únicas: “Ecuador es un país que gracias a su ubicación geográfica, su clima, su tierra y las horas luz, tiene una producción agrícola importante”, sentencia.

Pinto también destaca el valor histórico del aguacate en la identidad agrícola nacional:“El Ecuador es un productor centenario, por no decir milenario, de aguacate. Hay registros de esta fruta desde mucho antes de la colonización y está muy marcado en varias culturas tanto de la costa como de la sierra”.

Asimismo, el experto confirma que la mayor parte de la expansión se concentra en la Sierra, pero también reconoce la aparición de nuevos focos en provincias como Bolívar, Tungurahua y Santa Elena, en la Sierra central y la Costa. Sin embargo, advierte que aún existen retos pendientes, especialmente en la tecnificación.

“Todavía no hay un proceso de tecnificación adecuado que haya permitido que los resultados de producción sean más altos. Estamos trabajando con los miembros de la cadena de valor para que esto cambie”.

Las proyecciones son optimistas. Un estudio de la FAO en el marco del proyecto De la mano con la mano (2021–2022) identificó un potencial de crecimiento de al menos  20.000 hectáreas de cultivo de aguacate en Ecuador. Actualmente, las hectáreas efectivas están aproximadamente entre 3.500 y 3.900 para la variedad Hass, lo que sugiere un amplio margen de expansión.

“La meta es llegar a una producción promedio de entre 25 a 30 toneladas por hectárea con cultivos tecnificados de entre 8 y 10 años”, concluye Pinto.

El Ecuador avanza de manera firme hacia la consolidación de su cadena productiva de aguacate, combinando tradición, diversificación territorial y perspectivas de exportación. Si se logran superar los retos técnicos actuales, el país podría posicionarse como un actor relevante en el mercado internacional del aguacate en los próximos años.

Despachos de aguacate desde Perú alcanzan su punto más alto en Europa en medio de presión sobre precios y logística

Entre las semanas 25 y 28 del año, los envíos de aguacate Hass desde Perú hacia Europa alcanzaron su mayor intensidad en lo que va de la temporada 2025. Esta fase concentró el grueso de los embarques del país sudamericano hacia su principal mercado de destino, con volúmenes semanales que superaron los 700 contenedores, según datos arrojados por los reportes especializados de Avobook.

Este aumento se da en un contexto de recuperación parcial del volumen exportado respecto a 2024, cuando las condiciones climáticas redujeron la producción. Para este año, se proyectan alrededor de 630 000 toneladas exportadas, con más de 6 500 embarques previstos sólo en julio, y 19 000 acumulados hasta la semana 26.

Durante este periodo de alta actividad exportadora, el incremento del volumen ha provocado un desajuste entre la oferta y la capacidad de absorción del mercado europeo. Según explicó Carlos Ocaña, Product Manager Avocado del Grupo Fernández López (España), hasta fines de junio los inventarios estaban bajo control, pero el ritmo de ventas comenzó a desacelerarse con la llegada del verano.

“Junio suele ser un mes difícil de ventas porque gran parte de la población está en periodo vacacional, y eso provoca una caída en el ritmo de compras. Aunque el consumo ha crecido, no es suficiente para evitar que el precio se resienta en exceso”, indicó Ocaña.

El especialista también destacó que la llegada simultánea de cerca de 1 000 contenedores semanales generó un ajuste inmediato en precios, especialmente para calibres grandes, que presentaron mayor dificultad para su colocación en los mercados tradicionales como Alemania, Francia e Italia.

Un descenso más gradual que en 2024

En términos de proyección, la expectativa es que los despachos hacia Europa comiencen a disminuir de forma progresiva a partir de la segunda mitad de julio. Tomás de la Cuadra, analista de Avobook, señala que, aunque la caída en el volumen de exportación se produce en fechas similares a 2024, el patrón de este año muestra una tendencia más gradual.

“El año pasado los despachos hacia Europa pasaron de unos 600 contenedores en la semana 30 a cerca de 450 en la siguiente, y esa cifra se mantuvo hasta la semana 35. Para 2025, se proyecta una caída más lineal, sin quiebres bruscos, lo que puede favorecer una mejor gestión del inventario en destino”, sostuvo De la Cuadra.

Esta desaceleración también responde a un mayor control logístico y a la experiencia previa del sector en manejar situaciones de sobreoferta. Tanto exportadores como importadores han optado por rotar rápidamente la fruta, adelantando ventas y evitando la acumulación en cámaras frigoríficas.

“En el pasado, el precio se desplomaba con más facilidad por la especulación del sector”, recordó Carlos Ocaña. “Este año, todos estábamos preparados para darle a la fruta la mayor rotación posible, entendiendo que una venta hoy era mejor que una venta mañana”.

Durante esta fase, los principales puntos de entrada de la aguacate peruana en Europa han sido Países Bajos, España y el norte del continente, aunque según Ocaña, la fruta tiende a redistribuir internamente.

“Este año observamos algo más de llegadas al norte de Europa que al sur, pero esa fruta termina moviéndose por toda Europa, dado que el consumo en el norte tiene un límite”, comentó el ejecutivo.

El Puerto de Málaga, con infraestructura especializada en productos perecederos, continúa siendo un punto logístico clave para el ingreso a la región mediterránea, mientras que la puesta en marcha del Puerto de Chancay en Perú, inaugurado a fines de 2024, ha empezado a ofrecer rutas más eficientes hacia Europa.

Este periodo de alta actividad ha marcado el tramo más exigente de la campaña para el sector aguacatero peruano. Si bien el volumen total proyectado muestra recuperación, el escenario comercial europeo ha revelado los límites de absorción ante una sobreoferta temporal.

Las siguientes semanas estarán marcadas por un ajuste natural de los flujos de exportación. Como advierte Tomás de la Cuadra, “el foco del segundo semestre deberá estar puesto en sostener la rotación, explorar otros mercados y seguir refinando la estrategia logística para evitar saturaciones como las que hemos visto entre junio y julio”.

Marruecos se ha ido convirtiendo en uno de los más importantes proveedores de aguacates de España en el inicio de 2025

España, principal productor de aguacate de la Unión Europea, ha vivido un cambio relevante en la dinámica de su abastecimiento exterior: Marruecos se ha posicionado como uno de los más importantes  proveedores  de aguacates durante el primer trimestre del año. Entre enero y marzo de 2025, el Reino alauita exportó a España más de 29.000 toneladas de esta fruta, por un valor de 72,8 millones de euros, desbancando temporalmente a Perú, tradicional líder en este flujo comercial.

Los datos proceden de las estadísticas de comercio declarado del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, utilizadas por el Gobierno de España para responder a una consulta parlamentaria en el Congreso. Según estas cifras, las importaciones españolas de aguacate desde Marruecos aumentaron un 73 % en volumen y un 41,2 % en valor respecto al mismo período de 2024.

Asimismo, la producción nacional española de aguacate, concentrada principalmente en Andalucía y Canarias, se encuentra en su punto más bajo entre los meses de enero y marzo. Esta estacionalidad explica el repunte de las importaciones procedentes de terceros países durante este período. Si bien España concentra el 80 % de la superficie de cultivo de aguacate de la UE (21.290 hectáreas), según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), necesita recurrir al mercado internacional para satisfacer la demanda invernal.

En ese contexto, Marruecos ha ganado terreno no solo por su cercanía geográfica y capacidad logística, sino también por la profesionalización del sector local. Abdellah Elyamlahi, presidente de la Asociación Marroquí de Aguacate (MAVA), subraya que la campaña 2024/25 ha sido histórica:

“Esta temporada hemos alcanzado una producción nacional de 130.000 toneladas, de las cuales se han exportado unas 100.000 toneladas, un récord para el país. Esperamos llegar a 140.000 toneladas exportadas el próximo año, si las condiciones climáticas acompañan” —declaró Elyamlahi, en declaraciones ofrecidas en mayo de 2025 y basadas en datos de la MAVA.

Pese al éxito exportador, Marruecos enfrenta desafíos estructurales como la escasez hídrica. El Gobierno marroquí ha adoptado medidas restrictivas como la suspensión de subvenciones al riego para ciertos cultivos, entre ellos el aguacate. No obstante, Elyamlahi se muestra optimista:

“No creo que las restricciones vayan más allá de esta medida. El sector ha sabido adaptarse y el Gobierno es consciente de su valor estratégico”, afirmó en febrero de 2024.

Además, Elyamlahi reconoció que una parte del éxito de esta campaña se debe al buen tamaño y calidad del aguacate Hass, la variedad más demandada en el mercado europeo.

Una competencia estratégica para América Latina

Tradicionales proveedores como Perú, Colombia y Chile han visto reducida su cuota en el mercado español en el primer trimestre del año. En el caso de Perú, las exportaciones hacia España cayeron un 53 %, debido en parte a su estacionalidad (concentrada entre mayo y septiembre), lo cual ha abierto una ventana estratégica para el aguacate marroquí.

Según los datos de la Agencia Tributaria, mientras Marruecos lideró el suministro con 72,8 M€, Portugal fue el segundo proveedor con 20,3 M€, seguido de Perú (9,7 M€), Colombia (7,7 M€) y Chile (4,3 M€).

Con un crecimiento sostenido y el respaldo de asociaciones como la MAVA, Marruecos se perfila no solo como un proveedor puntual para el mercado español, sino como un actor estructuralmente relevante. Si se cumplen las previsiones de Elyamlahi, en pocos años el país podría competir de tú a tú con los gigantes latinoamericanos, incluso fuera de los meses de vacío productivo europeo.

Aguacate marroquíes : calidad y competitividad en el mercado global

En solo 15 años, el país ha pasado de depender de importaciones a superar las 100.000 toneladas de producción, ganando reconocimiento por su calidad y estándares europeos.

El cultivo de aguacate en Marruecos ha vivido una transformación extraordinaria en la última década y media. Lo que en 2011 parecía una industria incipiente, con escasos volúmenes y limitada calidad, hoy representa un sector en auge con estándares de clase mundial. Abdelkader Benchagra, de la empresa Maroc Avocado, destaca que el país norteafricano ha pasado de comprar fruta a través de España y Francia a producir más de 100.000 toneladas por temporada. Este avance ha sido posible gracias al empuje de una nueva generación de técnicos agrícolas, el compromiso de productores con visión de largo plazo y una rápida adaptación a los exigentes requisitos del retail europeo.

Uno de los hitos recientes ha sido la intervención de las autoridades marroquíes para fijar una fecha oficial de inicio de temporada, medida que buscó frenar las cosechas prematuras. Esta decisión ayudó a mejorar la calidad general del producto y fue bien recibida como una lección de sostenibilidad comercial para los productores. Benchagra destaca que cumplir normas básicas de maduración aporta más beneficios a largo plazo que la presión por vender primero. A este esfuerzo se suma la obtención de certificaciones clave para el comercio internacional, como GlobalG.A.P. y otras exigidas por cadenas de supermercados.

De cara a la nueva campaña, Maroc Avocado ya se encuentra en plena preparación para ampliar su presencia en el mercado europeo. Con sucursales tanto en Marruecos como en los Países Bajos, la empresa apunta a seguir fortaleciendo su red comercial y continuar posicionando el aguacate marroquí entre los mejores del mundo. “Hoy ya no hay dudas sobre si Marruecos puede producir aguacates competitivos; el mercado reconoce su calidad”, concluye Benchagra.

Fuente: freshplaza.es

Colombia impulsa el consumo interno de aguacate Hass con enfoque sostenible y deportivo

Corpohass trabaja para posicionar esta variedad en el mercado nacional, mientras avanza hacia su meta de consolidarse como segundo proveedor en EE.UU. y refuerza su modelo de sostenibilidad integral.

Aunque Colombia ha enfocado su estrategia de aguacate Hass hacia los mercados internacionales —con 39.000 hectáreas en producción y una proyección exportadora ascendente—, el mercado interno también toma protagonismo. Desde la Corporación de Productores y Exportadores de Aguacate Hass (Corpohass), su presidenta Katheryn Mejía lidera campañas para educar al consumidor colombiano, históricamente acostumbrado a variedades criollas más grandes. La organización promueve el Hass como una opción práctica, nutritiva y alineada con hábitos saludables, en especial entre jóvenes y deportistas, apoyándose en redes sociales y la marca Avocados from Colombia.

Actualmente, el aguacate Hass se cultiva en 250 municipios de 17 departamentos, con una proyección de 16.000 nuevas hectáreas aún en desarrollo. Mejía destaca la diversidad de condiciones climáticas que permiten a Colombia producir fruta todo el año, aunque subraya que la estandarización de prácticas agrícolas y la infraestructura vial siguen siendo desafíos clave. El próximo ingreso en operaciones del Puerto de Antioquia es una apuesta estratégica para mejorar la logística y reducir costos, elevando la competitividad del aguacate colombiano.

El objetivo de fondo es construir una agroindustria rentable y sostenible. Desde Corpohass se lideran programas educativos y de certificación, como EduHass, que permiten a productores y exportadores adoptar buenas prácticas y cumplir con estándares internacionales. La visión es clara: ser un país origen confiable, responsable y de alta calidad, tanto para el consumo local como global. “Si todos los actores trabajan alineados, el aguacate colombiano puede ser reconocido no solo por su sabor y textura, sino también por su compromiso ambiental y social”, concluyó Mejía.

Fuente: portalfruticola.com

India incrementa importaciones de aguacate pese a desafíos de calidad y sobreoferta

Las importaciones crecieron un 150% en los primeros cinco meses de 2025, impulsadas por la demanda urbana, aunque marcadas por presión en los precios y problemas logísticos.

El mercado de aguacate en India vivió una primera mitad de año intensa: entre enero y mayo de 2025 se importaron 7.600 toneladas, un alza del 150% respecto al mismo periodo del año anterior. Este crecimiento ha sido liderado por la demanda de los sectores retail y foodservice, con especial foco en ciudades de nivel 1 y 2. Según Ajay TG, director general de Westfalia Fruit India, la empresa ha estructurado programas de expansión urbana, incluyendo la importación por primera vez de fruta premium sudafricana al país.

A pesar del avance, el mercado enfrentó desafíos importantes. El 95% de la fruta importada provino de Tanzania, con un exceso de oferta desviado desde Europa que provocó una caída en los precios mayoristas y tensiones para importadores y exportadores. Además, los nuevos actores del mercado introdujeron fruta inmadura, afectando la experiencia del consumidor. A esto se sumaron interrupciones en la cadena logística internacional —especialmente en el mar Rojo y canal de Suez— y prácticas inadecuadas de maduración que desestabilizaron aún más el mercado.

En respuesta, plataformas de comercio rápido y distribución organizada se asociaron con importadores confiables para garantizar calidad y servicio, reforzando la confianza del consumidor. Westfalia Fruit también avanza en producción nacional, con sus plantaciones listas para la primera cosecha a gran escala gracias a condiciones climáticas favorables. Para el resto de 2025, Ajay proyecta un crecimiento interanual de más del 100% en las importaciones, impulsado por la creciente presencia del aguacate en el sector gastronómico y una disponibilidad más estable durante todo el año.

Fuente: freshplaza.es

 

La fruta africana en el mercado español: ¿realidad de liderazgo o complemento estratégico?

En los últimos años, África —especialmente Marruecos— ha ganado un lugar cada vez más visible en el mercado español de importación de aguacate. Los datos más recientes reflejan un crecimiento significativo tanto en volumen como en valor, lo que plantea la pregunta: ¿estamos ante un nuevo líder en el suministro de esta fruta, o simplemente frente a un actor complementario condicionado por factores externos?

Marruecos lidera en volumen y valor

Según datos de la Agencia Tributaria, Marruecos fue el principal proveedor de aguacates a España durante el primer trimestre de 2025. En ese periodo, las importaciones desde este país alcanzaron los 72,8 millones de euros, un 41,2 % más que en el mismo periodo del año anterior, y superando incluso el total importado durante todo 2023 (64,8 millones de euros).

En cuanto al volumen, las cifras también impresionan: entre enero y marzo de 2025, España importó 29.159 toneladas de aguacate marroquí, lo que representa un incremento del 73 % respecto al mismo periodo de 2023. Esta tendencia confirma el crecimiento sostenido del país africano como proveedor clave, especialmente al inicio de la temporada, cuando su cosecha temprana entra al mercado antes que la española.

Además, este fenómeno no es exclusivo de Marruecos. A nivel europeo, las importaciones de aguacate procedente de terceros países crecieron un 74 % en los últimos cinco años, y España ocupa el segundo lugar entre los mayores importadores, con 262.071 toneladas en 2024, sólo por detrás de Países Bajos (388.000 t), según datos recogidos por Valencia Fruits y GoAvocadoSpain.com.

Asimismo, el incremento del volumen importado desde África ha generado un efecto directo en los precios del aguacate español. En la provincia de Castellón, por ejemplo, el precio del aguacate “Lamb Hass” cayó un 29 % entre marzo de 2024 y marzo de 2025, pasando de 2,44 €/kg a 1,73 €/kg, según reportó Cadena SER. Esta bajada se atribuye principalmente a la presión de los volúmenes procedentes de Marruecos, que llegan en masa antes del pico de producción nacional.

A pesar del notable peso que refleja la estadística, varios actores del sector cuestionan la idea de que África esté asumiendo un rol protagonista en el abastecimiento europeo. Víctor Ruete, consejero de Tropical Millenium (Baika España), advierte que “África está hoy en una posición de complemento dentro del abastecimiento”, recordando que Perú representa aproximadamente el 80 % de la fruta que consume Europa. En su opinión, los exportadores africanos han perdido margen estratégico debido a un solapamiento con la temporada del Mediterráneo y a los crecientes problemas logísticos.

Ruete señala que el cierre tardío de la temporada en la cuenca mediterránea en 2025 dejó poco espacio para que los exportadores africanos pudieran adelantarse como lo hacían en años anteriores. Además, destaca que los conflictos en el Mar Rojo han incrementado los tiempos de tránsito, lo que repercute negativamente en la llegada y la calidad de la fruta: “Esto ha elevado la incertidumbre tanto en las fechas de llegada como en la calidad final de la fruta al arribo”, explica. Incluso Sudáfrica, tradicionalmente más estable, enfrenta ahora dificultades para mantener sus nichos frente a la presión del volumen peruano y la volatilidad logística.

El caso keniano: menor presencia

Una visión similar aporta Erica Díaz Z., responsable del Departamento de Compras de Frutas Montosa, quien destaca que su empresa solo importa desde Kenia y exclusivamente productos orgánicos. “Nuestro volumen es mínimo, la verdad”, afirma, y añade que “este año no he visto tampoco mucha oferta; ha habido contenedores llegando, pero no volúmenes tan elevados como otros años”.

Díaz atribuye este escaso protagonismo a problemas estructurales del origen keniano, como la calidad variable y los largos tiempos de tránsito: “El tránsito todavía no le ayuda demasiado afectando la fruta”. Para ella, Kenia es un origen que se encuentra actualmente en retroceso, y no percibe un impacto relevante en el mercado europeo. A pesar de algunos intentos de probar rutas alternativas al canal de Suez, Díaz concluye que “a no ser que cambie un poco el tema del tránsito, yo creo que es un origen que hoy le va costar crecer”.

La fruta africana, y en especial el aguacate marroquí, ha ganado terreno en las importaciones españolas gracias a su disponibilidad temprana, precios competitivos y un volumen creciente. Sin embargo, la percepción dentro del sector es más cautelosa. Mientras las cifras oficiales reflejan un ascenso evidente, la realidad operativa muestra que África —con la excepción parcial de Marruecos— sigue desempeñando un papel secundario frente al dominio estructural de Perú en el mercado europeo.

La evolución futura dependerá en buena medida de cómo se resuelvan los cuellos logísticos, la calidad del producto en destino y la estrategia de entrada en momentos clave del calendario. Como indican los expertos consultados, el liderazgo africano está lejos de consolidarse y, por ahora, se limita a momentos puntuales y orígenes concretos.

Aguacate de Chile: “La cuaja viene muy bien y esperamos que esta sea otra buena temporada”

Así lo explica el nuevo presidente ejecutivo del Comité de Palta Hass de Chile, quien proyecta que espera que no haya mercados copados en el corto y mediano plazo, pues la demanda de aguacates crece tanto como la oferta mundial del fruto.

Francisco Contardo Sfeir asumió como presidente ejecutivo del Comité de Palta Hass de Chile en abril de este año, luego de ser elegido por los socios, tras la salida de la ex presidenta Carmen Gloria Lüttges, quien ahora está radicada en España como CEO en Avocoop y Eurofresh.

“Es un lindo desafío”, comenta Contardo, quien conoce casi como la palma de su mano al gremio aguacatero chileno, pues ha llegado al cargo luego de haber hecho el recorrido completo dentro del Comité.

“Voy a cumplir 8 años en el Comité. Fui gerente general, luego pasé a ser el director ejecutivo y ahora fui elegido como presidente ejecutivo. Es tremenda responsabilidad el rol, pero estoy muy motivado”, comenta. 

En esta conversación con Avobook, entrega un mapa completo del estado actual de la industria de aguacates de su país, cuya fruta es muy bien cotizada en todos los mercados relevantes. Sin embargo, algo lo diferencia con los demás orígenes: en las últimas dos décadas, ha ido mutando desde un foco casi exclusivo en la exportación, a compartir sus despachos al extranjero con la enorme demanda interna. De hecho, actualmente Chile es el segundo país con mayor consumo per cápita de aguacates en el mundo, adelantado solo por el gigante México.

- ¿Qué posición tiene Chile actualmente en el mundo en la exportación de aguacates?

“Chile siempre va a ser un origen bastante importante y reconocido. Nuestra fruta, en general, es bastante reconocida en el exterior como una fruta de calidad. Y el aguacate no deja de estar ahí. Cuando nuestro producto va a entrar a los distintos mercados, esperan que llegue, porque es muy reconocida por los consumidores en las distintas partes del mundo. A su vez, el trabajo agrícola y el trabajo de los comercializadores o exportadores de aguacate chileno es muy reconocido también en el extranjero por su seriedad y el cumplimiento de los programas. La fruta viaja bien, tiene buena postcosecha y llega a los distintos mercados con buenos tiempos de venta. Siempre doy este ejemplo: a China que viajamos alrededor de 35 días y llegamos con 12 días de venta, lo cual es una buena ventana para que sea comercializada”. 

 - Considerando que Chile se transformó en el principal destino de la palta propia, ¿cómo se irá dando los porcentajes entre la fruta que se exporta y la que queda en casa?

“En efecto, Chile es el principal destino. Siempre remonto a cuando ingresé al gremio en 2017, cuando alrededor del 33% de la producción se quedaba en Chile, lo cual ya destacaba en comparación con los otros productos de la industria frutícola de exportación. Ya era la única que dejaba tanto volumen en Chile. A medida que fue pasando el tiempo, nos fuimos acercando al 50% y, en esta temporada, que acaba de terminar con 240 mil toneladas producidas, el 43% se quedó en Chile. Por lo tanto, Chile es el principal mercado y tiene una demanda creciente”.

- ¿Cómo ha ido evolucionando el consumo en Chile?

“Nosotros hicimos la métrica de consumo per cápita, tomando a inicios del año 2023, con 8,3 kilos de consumo per cápita. En el año 2024, crecimos a 8,6 y nosotros creemos que el mercado interno todavía tiene un espacio para crecimiento”.

Debe ser de los mercados que tienen mayor consumo per cápita en el mundo.

“Somos el segundo. El primero es México, que aparte del gran volumen de producción que tiene, bastante distante al nuestro, tiene un consumo de 10,3 kilos per cápita. Pero después de México viene Chile”.

- ¿Cómo se vislumbra lo que viene para la campaña 2025-2026 en temas de producción y de exportación?

“Venimos recién saliendo de una temporada 2024-25 muy positiva, con una producción de 240 mil toneladas, siendo la mayor en 15 años. Para la próxima, estamos recién haciendo el levantamiento de información. Siempre lo hacemos entre mayo y agosto, pero como esta temporada fue más larga y terminó en junio, en ese mes comenzamos a hacer el levantamiento y esperamos tener el nuevo número en agosto. Dicho lo anterior, hoy lo que se puede ver es que hay una buena cuaja, por lo tanto, se espera que pueda haber otra buena temporada. Sin embargo, como todas las temporadas necesitamos que primero pase el invierno, con el periodo de heladas y, luego, tener una evaluación de cuál sería el volumen esperado. Pero esperamos que sea un buen volumen. En términos de mercado externo, nosotros también creemos que vamos a tener porcentajes más o menos parecidos: desde un 60-40 a un 50-50 entre lo exportado y lo que queda en Chile. Creo que siempre se va a ir moviendo así. Para esta temporada, nuestro principal mercado seguirá siendo Europa, que se lleva alrededor del 57% de nuestras exportaciones”.

- ¿Hay algún mercado que esté presentando algún crecimiento notorio para el aguacate chileno?

“Argentina es un mercado que para nosotros está creciendo mucho y todavía puede crecer. La temporada que concluyó tuvo una participación del 25% de nuestras exportaciones, lo cual es bastante importante. Destacamos bastante este destino por dos razones: es el mercado vecino que tenemos, por lo tanto, es al cual nosotros podemos llegar mejor, en términos logísticos. La fruta viaja en camión, que es muy distinto a programar los envíos por barco, con los tiempos que eso tiene. Como Argentina está al lado, es un mercado donde podemos mandar la fruta en periodos más largos dentro de nuestra temporada. Por eso, se espera que siga en crecimiento. Es así, a pesar de que no se realizan campañas. Ninguna procedencia ha hecho una campaña en Argentina y, aun así, el consumo está creciendo. Otro mercado que puede ser interesante es Brasil, que está intentando posicionar la variedad Hass como consumo, entendiendo que ellos siempre consumían otro tipo de aguacate, más dulce, la que se consume al desayuno como un batido. Están con un trabajo de posicionamiento de consumo interno, aparte de su desarrollo en la exportación, que ya comenzó y Chile ya ha recibido su fruta. En algún minuto puede tener un crecimiento exponencial, debido al tamaño que tiene el mercado”.

- Dada la presencia de nuevos actores que crecen, como Perú, Colombia, Marruecos y los países africanos, ¿seguirá siendo buena opción la exportación o hay que trabajar para mover el eje hacia el consumo local? ¿Alcanzará el espacio para todos?

“Nosotros hoy día no vemos un riesgo en torno a la exportación de nuestra fruta. Las oportunidades se ven. De hecho, en la reciente temporada uno pudo ver que aumentó la producción y aumentamos también nuestra exportación. Aumentó el volumen en el mercado interno y también aumentó el volumen exportado. Nosotros tenemos espacio en los distintos mercados, en los cuales se solicita bastante el aguacate chileno. Por lo tanto, no vemos que haya mercados que estén copados o que su demanda hoy día esté pausada o no vaya a aumentar. La demanda en términos mundiales está en constante crecimiento y por lo mismo uno puede ver que existen otras procedencias que están creciendo y tratando de entrar a distintos mercados”. 

- ¿Ese diagnóstico es común para Estados Unidos y para Europa y otros mercados?

“Estados Unidos todavía tiene bastantes oportunidades de crecimiento. Está bien consolidada la costa oeste, pero todavía queda espacio para aumentar el consumo del cápita. Y claramente hay oportunidad en la costa este. Europa también tiene oportunidades de crecimiento en términos de consumo y uno puede ver que hay países, como, por ejemplo, Italia, que hace pocos años comenzó a producir y el crecimiento en el consumo también se puede ver. Hoy uno ve distintos platos que incorporan aguacate, algo que antes uno lo consideraba casi imposible. Entonces, por un lado, están los mercados que crecen en términos de demanda interna; y por otro, nuevos mercados que están comenzando a consumir más fruta. Nosotros creemos que hay espacio. Lo importante, así como para nosotros y las distintas procedencias o países productores, es que la exportación de la fruta y el abastecimiento de los mercados sea de una forma bastante responsable, seria, para que siga existiendo este espacio y que no haya una sobreoferta en los distintos mercados”.

- ¿Cómo está la producción en Chile en materia de crecimiento?

“Si bien nos hemos mantenido con una producción de 30.000 hectáreas a nivel nacional, el cambio se ha dado en que esta ha ido migrando de norte a sur. Si uno hace ese análisis, toda la agricultura ha seguido desplazándose más al sur, debido a la creciente desertificación. Por lo tanto, el aguacate no ha estado ajeno a eso. Hace unos años atrás, el año 2008, la participación de la región de Coquimbo era muchísimo más grande que la actual. Hoy día uno ve que hay proyectos nuevos o jóvenes que están en la Región de O’Higgins (dos regiones más al sur), así como ya podemos ver ciertos proyectos que hay en la región del Maule hasta en la región de Ñuble. Entonces hemos ido desplazándonos al igual que toda la agricultura, pero manteniendo nuestra cantidad de hectáreas. Si hacemos un análisis hacia los últimos 15 años, hemos caído en torno al 2,4% en la cantidad de hectáreas plantadas. Es una industria sumamente resiliente y estamos tratando de ir viendo cómo nos vamos adaptando a zonas que tienen condiciones climáticas que son compatibles con la producción de aguacate, enfrentando las nuevas dificultades, en materia de suelos y clima, que tienen algunas variaciones. Es un buen desafío el que estamos enfrentando”. 

- ¿Y cómo está el rendimiento por hectárea?

“El rendimiento promedio en Chile es de 8 toneladas por hectárea. Es un promedio, pero los campos están bastante tecnificados. En términos de riego, hay más tecnologías que nos ayudan a producir de forma sostenible y mantener esta producción de alta calidad. Por ejemplo, ves bastantes sensores en el suelo midiendo la humedad. Esperamos que eso permita ir aumentando el volumen cada temporada, pero necesitamos que pase el invierno para tener esa métrica”.

- Este traslado geográfico de la palta, ¿genera alguna diferencia en la calidad del producto?

“No, la palta sigue siendo la misma. Al final, nosotros tenemos clima mediterráneo y ese clima está a lo largo de todo Chile. Obviamente, con el aguacate ni con ninguna fruta, puedes llegar y plantar en cualquier zona. Por lo tanto, se tienen que encontrar áreas con la condición específica para cultivar. Por ejemplo, en las zonas más al sur, nosotros plantamos mayoritariamente en ladera, debido a que de esa forma el árbol resiste mejor temperaturas más heladas. Necesitamos que las heladas pasen por las paltas, pero no se queden ahí. Sumado a que son zonas más lluviosas también. La plantación en ladera genera que el agua no se apose, lo que es importante porque de esa forma queda materia orgánica. Es decir, la ramita y la hoja que se cae al suelo se acumula y fomenta una mejor biodiversidad, que a su vez absorbe y retiene más agua. Además, las raíces del palto son superficiales, por lo tanto, no es bueno que se le apose el agua. Entonces, ante la pregunta de si se puede cultivar en distintas zonas, la respuesta es sí. Y es la misma fruta, la misma calidad, solo que cultivada en condiciones distintas. Por eso decía que los agricultores son bastante resilientes, porque tienen que ir incorporando distintas técnicas y adaptarse a las distintas zonas de cultivo”. 

¿Aún no es posible saber si la campaña volverá a extenderse hasta junio, como la que acaba de concluir?

“Todavía no lo podemos proyectar. Falta pasar el periodo de las heladas y ver su impacto en la producción. Hace unas tres temporadas, las heladas se podían pronosticar, Pero luego las tuvimos a fines de septiembre, después hasta noviembre… Eso generó que los agricultores adoptaran nuevas formas para combatirlas. Esas implementaciones son las que hoy creemos que permiten que las heladas puedan impactar menos en el cultivo. Aun así, necesitamos esperar a que pase este periodo para saber realmente cuál fue el nivel de aborto en los árboles”.

- ¿Qué técnica está dando buenos resultados?

“Las técnicas dependen de distintos factores. Por ejemplo, hay una que ha funcionado bastante. Se trata de colocar micro aspersores en altura. Cuando vienen heladas, esos lanzan agua a las plantas, lo que genera un pequeño efecto iglú. Por eso, si vas a ver estas zonas cuando hay heladas, se ven los paltos completamente cubiertos de hielo, pero eso le genera un efecto iglú que protege la planta. Pero no funciona con cualquier cultivo. Tienen que existir ciertas condiciones. Así como ésta, existen otras técnicas que pasan a ser casi tradicionales, desde ventiladores, ventiladores de calor y otros”.

El guacamole: de herencia ancestral a fenómeno global

El guacamole, uno de los íconos más representativos de la gastronomía mexicana, ha trascendido fronteras culturales, geográficas y económicas para convertirse en un fenómeno global que sintetiza tradición, innovación y consumo masivo. Aunque su presencia es habitual en celebraciones como el Super Bowl o en la oferta de comida rápida de numerosos países, su historia se remonta a tiempos precolombinos, cuando las culturas mesoamericanas ya lo elaboraban como parte esencial de su alimentación y cosmovisión.

De acuerdo con el portal cultural CNature, el término “guacamole” proviene del náhuatl āhuacamōlli, una combinación de āhuacatl (aguacate) y mōlli (salsa), lo que revela tanto su sencillez como su conexión profunda con la tierra. En los códices mexicas ya se hacía referencia al aguacate como símbolo de fertilidad y fuerza, y su recolección estaba reservada a los hombres por su carga simbólica. Preparado originalmente en un molcajete de piedra volcánica, el guacamole mezclaba aguacate con chile y, ocasionalmente, hierbas, consolidándose como una salsa nutritiva y ritual.

Con la llegada de los colonizadores europeos y la expansión del comercio global, el guacamole fue modificando sus ingredientes y métodos de preparación, sin perder su esencia. Ya en tiempos modernos, su internacionalización se consolidó con la apertura comercial entre México y Estados Unidos en los años noventa, cuando se eliminaron las restricciones al ingreso del aguacate mexicano al mercado estadounidense. Desde entonces, el guacamole ha dejado de ser un producto exclusivo de las cocinas mexicanas para posicionarse en restaurantes, supermercados y menús de todo el mundo, adaptándose a paladares diversos.

El guacamole tradicional se elabora con aguacate maduro, sal, jugo de limón, cebolla, chile verde y cilantro. Su preparación manual en molcajete no solo potencia los sabores, sino que permite controlar la textura y evitar la oxidación prematura del fruto, gracias a los antioxidantes naturales del cítrico. Sin embargo, la industria alimentaria moderna ha transformado esta receta en un producto listo para consumir, con largos periodos de conservación. En este proceso ha sido clave el desarrollo de tecnologías como el procesamiento por alta presión o HPP (High Pressure Processing, por sus siglas en inglés), una técnica no térmica que inactiva bacterias y microorganismos sin alterar el perfil sensorial del alimento.

Según un informe técnico de Hiperbaric, empresa pionera en la implementación de esta tecnología, el sistema HPP permite extender la vida útil del guacamole refrigerado hasta 85 días, manteniendo su frescura, sabor y valor nutricional. Esta innovación ha sido fundamental para empresas mexicanas y multinacionales, que han establecido plantas de producción de guacamole empacado en regiones como Michoacán y Jalisco, donde se concentra gran parte de la producción nacional de aguacate.

El auge del guacamole está íntimamente ligado al crecimiento de la demanda del aguacate Hass, una variedad desarrollada en California en 1926 que hoy representa más del 80 % del mercado mundial. Su piel rugosa, su consistencia cremosa y su capacidad de maduración controlada lo convierten en el ingrediente ideal para la industria del guacamole, tanto en la elaboración casera como en productos comerciales. La Organización Mundial del Aguacate (WAO, por sus siglas en inglés) ha impulsado campañas para promover sus beneficios nutricionales, destacando su alto contenido en grasas monoinsaturadas, fibra y potasio.

Esta creciente demanda ha transformado la geopolítica del aguacate. México sigue siendo el principal productor mundial, pero países como Colombia, Perú, Sudáfrica e Israel han emergido como nuevos actores en la cadena de suministro, ofreciendo aguacate fresco y pulpa congelada. Esta diversificación de orígenes responde no solo a la necesidad de abastecer un mercado en expansión, sino también a las exigencias de sostenibilidad, trazabilidad y continuidad operativa de las grandes marcas.

El impacto económico del guacamole también es notable. De acuerdo con un estudio de Global Market Insights, el mercado global del guacamole fue valorado en aproximadamente 2.100 millones de dólares en 2023 y se espera que alcance los 4.000 millones hacia 2032, con una tasa de crecimiento anual compuesta cercana al 9 %. Esta expansión está impulsada por tendencias de consumo saludable, conveniencia en los formatos y la creciente penetración del aguacate en dietas occidentales y asiáticas.

Pese a su éxito industrial, el guacamole no ha perdido su dimensión cultural. En muchas regiones de México sigue preparándose de forma artesanal, como símbolo de identidad y orgullo gastronómico. En festividades familiares o comidas cotidianas, su presencia evoca tradición, sabor y comunidad. Esta dualidad —entre lo ancestral y lo globalizado— es tal vez la clave de su permanencia como uno de los alimentos más versátiles, nutritivos y universalmente apreciados del siglo XXI.

Baika México: una alianza confiable que transforma la relación con los productores de aguacate

En el competitivo mercado del aguacate mexicano, donde los productores cuentan con diversas alternativas para comercializar su fruta, la confianza se ha convertido en el principal diferenciador. Así lo asegura Rodrigo Hauyon, Country Manager de Baika México, quien destaca que la empresa ha logrado consolidarse como un socio estratégico gracias a un modelo de colaboración basado en relaciones a largo plazo, control operativo total y una propuesta de valor alineada con los estándares internacionales.

La relación de Baika con los productores no se limita a la compra de fruta. La empresa ha desarrollado un sistema basado en vínculos estables y transparentes, que garantiza tanto continuidad en el suministro como calidad en cada etapa del proceso. “En México hay varias opciones de empaques que pueden comprar la fruta, pero los productores eligen a quién venderle por dos razones principalmente: precio y confianza en los pagos”, afirma Hauyon. Esa estabilidad es la base de una red de proveeduría confiable, que a su vez alimenta la operación exportadora de la empresa.

Desde septiembre de 2024, la operación mexicana de Baika cuenta con su propia planta empacadora en Cherangeran, Michoacán. Esta instalación no solo optimiza la logística, sino que ofrece una ventaja crítica: control total del proceso. Con capacidad para procesar hasta 13 toneladas de aguacate Hass por hora y generar de tres a cuatro cargas diarias, la planta ha permitido a Baika alcanzar una cifra notable de exportación en 2024: 17 millones de kilos, el 95 % dirigidos al mercado de Estados Unidos.

“Tener nuestras propias instalaciones nos da el control completo del proceso y mayor seguridad para productores y clientes”, señala Hauyon. La transición desde la maquila a una operación propia, ha permitido a la empresa establecer protocolos internos que aseguran un manejo más preciso de la fruta, desde su recepción hasta su embarque.

Hoy, la trazabilidad y la calidad son gestionadas internamente, desde el corte hasta el empaque. Equipos especializados, formados desde hace años, se encargan de realizar cosechas dirigidas a los requerimientos específicos de cada programa comercial. “Contamos con cuadrillas que hemos preparado desde hace años, lo que nos permite realizar cortes dirigidos al programa que se necesita”, explica el ejecutivo. La fruta es procesada bajo protocolos que garantizan que no pasen más de 24 horas desde su recolección hasta su empaque. Además, se conserva en cámaras de pre-frío dentro del propio empaque, asegurando que llegue a destino con su frescura y calidad intactas.

Este nivel de eficiencia logística se convierte en una ventaja competitiva clave en mercados como el estadounidense, donde Baika mantiene una relación directa con Naturipe Avocado Farms y otros importadores que permiten sostener un flujo constante de exportación durante todo el año. La operación en México, sin embargo, forma parte de una estrategia mayor: Baika trabaja bajo un modelo multiorigen, operando también en Chile, Perú, Colombia y la región mediterránea. Esta diversificación permite mitigar riesgos climáticos y logísticos, y asegurar fruta fresca en cualquier temporada.

La diferenciación de Baika no se limita a la operación técnica. La empresa ha asumido un compromiso claro con la sostenibilidad y la innovación, integrando prácticas que la colocan a la vanguardia del sector. En México, ha sido pionera en la implementación de etiquetas PLU compostables y en el uso de materiales biodegradables en toda su cadena de empaquetado. “Nos preocupamos de que todos los materiales que se usen sean biodegradables o compostables. Somos pioneros en el mercado con nuestras etiquetas”, destaca Hauyon. Esta visión responsable se refleja también en la elección de insumos como cajas IFCO reutilizables y esquineros de cartón reciclable.

En un contexto donde los consumidores y mercados exigen cada vez más trazabilidad y responsabilidad social, Baika ha logrado obtener certificaciones clave como SENASICA, PRIMUS y SMETA, incluyendo su versión de cuatro pilares. Alcanzar estos estándares ha representado un desafío técnico y operativo considerable, especialmente durante las etapas de auditoría. “Realizar la certificación SMETA de 4 pilares fue un desafío muy grande, pero logramos superarlo gracias al equipo que hemos consolidado”, reconoce Hauyon. Más allá del cumplimiento, estas certificaciones refuerzan la posición de la empresa en mercados globales donde la confianza en el origen es un diferenciador.

Baika México se ha convertido así en una empresa que no solo compra fruta, sino que construye valor desde el campo hasta el anaquel. Su relación con los productores es el eje de una estrategia más amplia que conjuga eficiencia, confianza, sostenibilidad y visión global. En una industria en constante evolución, esa combinación es más que una ventaja: es una garantía de permanencia.