Asia como ventana, no como destino: ¿Hasta cuándo llega el aguacate chileno y quién toma su lugar?
La presencia del aguacate chileno en Asia mantiene relevancia relativa dentro de la temporada, pero continúa mostrando un carácter acotado y táctico. Los datos de Avobook confirman que el bloque asiático supera a Estados Unidos como destino, aunque su rol se concentra en las primeras semanas de la campaña y se diluye rápidamente. Europa y Latinoamérica emergen como los principales receptores de los volúmenes que Chile retira del mercado asiático, en un contexto donde el consumo interno y los costos estructurales condicionan las decisiones de exportación.

Durante la temporada 2025/26, Asia representa el 7,22 % de las exportaciones totales de aguacate chileno, posicionándose como la tercera región de destino, por detrás de Europa y Latinoamérica. Aunque su participación es superior a la de Estados Unidos, no logra consolidarse como un mercado de largo recorrido dentro de la temporada, sino como una ventana inicial que se cierra con rapidez.
En términos absolutos, Chile ha despachado en la actual campaña 5.096 contenedores de aguacate, de los cuales 426 tuvieron como destino Asia, equivalente al 8,4 % del total exportado. China lidera los envíos dentro de este bloque con 368 contenedores, seguida por Corea del Sur con 58, mientras que Japón mantiene una participación menor en el ciclo actual.

El análisis histórico de Avobook refuerza la idea de una ventana cada vez más corta. En la temporada anterior, los envíos semanales a China descendieron por debajo de los 10 contenedores recién en la semana 5 del año. En la temporada 2023/24, ese mismo umbral se alcanzó antes, en la semana 52, evidenciando una salida más temprana del mercado asiático y una reducción del período efectivo de comercialización.
Desde la mirada comercial, esta dinámica responde menos a una falta de demanda y más a una ecuación económica poco favorable para el origen chileno. Así lo plantea André Vargas, Global Procurement Manager de South American Express Co y Director Comercial en Fruwer Produce LLC, quien sostiene que “la verdad es que el aguacate chileno resulta atractivo para el mercado chino, pero China no necesariamente es un destino atractivo para Chile”.
Uno de los factores centrales es el peso del mercado interno. Según Vargas, “Chile tiene un consumo doméstico fuerte y sostenido de aguacate Hass, donde los precios suelen ser iguales o incluso superiores a los que se pueden obtener en China, con retornos rápidos y sin asumir los riesgos logísticos de un tránsito largo”. Esta ventaja relativa reduce el incentivo a sostener envíos a Asia más allá de un período puntual.
A ello se suma la estructura de costos. El ejecutivo advierte que “la palta —aguacate— chilena tiene uno de los costos de compra más altos entre los principales orígenes exportadores, lo que eleva significativamente el punto de equilibrio de cualquier operación internacional”. En mercados como China, caracterizados por su alta volatilidad, esta condición vuelve compleja la relación riesgo–beneficio.
Este escenario explica por qué la presencia chilena en Asia se mantiene limitada a pocas empresas y a momentos específicos de la temporada. “Son pocas las compañías que se aventuran de manera sostenida en el mercado chino; cuando lo hacen, suele ser por una estrategia de diversificación o como válvula de escape en momentos puntuales de sobreoferta local”, señala Vargas, descartando que se trate de una apuesta estructural.
En paralelo, Europa y Latinoamérica continúan absorbiendo la mayor parte del volumen chileno. Países como Holanda, España, Inglaterra e Italia concentran flujos significativamente superiores, mientras que mercados latinoamericanos como Argentina y Uruguay ganan peso a medida que avanza la temporada, beneficiados por menores tiempos de tránsito y mayor flexibilidad comercial.
Respecto a los precios en Asia, no existen registros históricos consolidados de valores del aguacate chileno en China, lo que limita un análisis comparativo de largo plazo. Esta falta de transparencia refuerza la percepción de Asia como un mercado más complejo y menos predecible para el origen chileno.
En este contexto, la salida de Chile del mercado asiático no responde a un quiebre abrupto, sino a una reconfiguración natural del flujo exportador. Asia sigue cumpliendo un rol puntual, pero cada vez más acotado a las primeras semanas de la campaña. Como resume André Vargas, “China representa una oportunidad táctica para el aguacate chileno, pero no un mercado estructural prioritario mientras el consumo interno siga ofreciendo precios competitivos, alta rotación y menor exposición al riesgo”.
Así, el peso estratégico del aguacate chileno se desplaza progresivamente hacia mercados donde encuentra mayor continuidad, volumen y previsibilidad, redefiniendo temporada a temporada el mapa de sus exportaciones.