Aguacate congelado: la nueva carta de Perú para expandir su agroexportación

Aguacate congelado: la nueva carta de Perú para expandir su agroexportación

El liderazgo de Perú en el comercio mundial de aguacate fresco es indiscutible: el país ocupa el segundo puesto en el ranking global de exportadores. Pero en paralelo, una nueva línea de negocio empieza a cobrar fuerza y se perfila como una herramienta clave para diversificar la oferta agrícola: el aguacate congelado.

Aunque aún representa una fracción reducida de la producción nacional —alrededor del 9%—, este producto procesado abre oportunidades distintas a las de la fruta fresca. La variedad Hass es la preferida para este destino, pues conserva mejor sus cualidades tras el proceso de congelamiento. Gracias a sistemas de empaque al vacío y la inyección de nitrógeno, el aguacate congelado puede mantenerse en perfectas condiciones hasta por dos años, conservando textura y sabor.

La categoría comenzó a ganar protagonismo en la campaña 2018-2019, cuando los volúmenes exportados aumentaron un 66% frente a la temporada anterior, según recuerda Sofía Wong, gerente comercial de Sunshine Export. Desde entonces, el sector se ha enfrentado a altibajos, con competencia de precios y variaciones en la demanda, especialmente después de la pandemia, que afectó al canal HORECA —hoteles, restaurantes y catering—, tradicionalmente el mayor comprador. Europa sigue siendo el destino principal, concentrando más de la mitad de los envíos, aunque el retail ha ido ganando espacio como alternativa.

El 2025 ha marcado un punto de inflexión. A mediados de septiembre, Shanghái recibió el primer cargamento de aguacate congelado en trozos procedente de Perú, un embarque de 48 toneladas de pulpa producida en Lambayeque, La Libertad y Áncash. Según informó el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), la fruta fue sometida a inspección y certificada en Piura antes de embarcarse hacia China. 

Este hito significa mucho más que una transacción puntual: representa la entrada de un nuevo producto peruano al competitivo mercado asiático, conocido por su creciente interés en los superfoods.

Las cifras más recientes confirman que el negocio se está consolidando. El informe de Fluctuante revela que, entre enero y julio de 2025, las exportaciones de aguacate congelado alcanzaron los 58 millones de dólares, equivalentes a 20.000 toneladas. El salto frente al mismo periodo del año anterior fue notable: 51% más en valor y 55% en volumen. Según el reporte, este desempeño responde a la calidad diferenciada del aguacate peruano, a su cumplimiento riguroso de los estándares fitosanitarios internacionales y a las condiciones de cultivo que favorecen cosechas regulares y de alta calidad.

Europa, nuevamente, lidera el destino de los envíos. Bélgica absorbió el 19% del total exportado y duplicó casi sus compras respecto a 2024. Los Países Bajos y el Reino Unido completan el podio, con participaciones del 16% y 13%, respectivamente. Sin embargo, la mirada del sector ya se dirige hacia Asia, donde el acceso a China promete reordenar la estrategia comercial en el mediano plazo.

El aguacate congelado ofrece además una ventaja estratégica: permite transformar excedentes de producción en un producto de mayor valor agregado. Los formatos son variados —cubos, rebanadas, mitades y pulpa—, lo que facilita atender tanto al mercado doméstico como al industrial. En el retail predominan las presentaciones pequeñas de 100 gramos a 1 kilo, mientras que el canal HORECA opera con paquetes de hasta 5 kilos.

No obstante, los retos siguen presentes. FreshFruit, firma de análisis económico y de datos de comercio exterior, estima que en 2025 Perú exportará 546 mil toneladas de aguacate por un valor superior a 1.000 millones de dólares, pero solo un 5% de ese volumen corresponde a la categoría procesada. A ello se suman la presión de los costos de producción, la necesidad de ampliar infraestructura de congelado y los impactos del cambio climático, que obligan a los productores a invertir en riego eficiente y mejores prácticas agrícolas.

Pese a estas dificultades, el panorama es prometedor. PromPerú registra que, en conjunto, las exportaciones de frutas congeladas crecieron de manera sostenida entre 2020 y 2024, con un avance promedio anual de 2% en valor y 4% en volumen. Este comportamiento confirma que el mercado de congelados es una tendencia estable y en expansión.

El desafío de la agroindustria peruana será convertir al aguacate congelado en algo más que un complemento de la oferta fresca. Con innovación tecnológica, certificaciones internacionales y una estrategia orientada a mercados de mayor valor, el país tiene la posibilidad de posicionarse como un jugador de referencia en este segmento. Si lo logra, el aguacate congelado no solo ampliará la canasta exportadora, sino que también consolidará a Perú como líder en la provisión de alimentos procesados de alta calidad.