Personalizar las preferencias de consentimiento

Usamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre cada una de las cookies bajo cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies categorizadas como “Necesarias” se guardan en su navegador, ya que son esenciales para permitir las funcionalidades básicas del sitio web.... 

Siempre activas

Las cookies necesarias son cruciales para las funciones básicas del sitio web y el sitio web no funcionará de la forma prevista sin ellas.Estas cookies no almacenan ningún dato de identificación personal.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras características de terceros.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas el número de visitantes, el porcentaje de rebote, la fuente de tráfico, etc.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a proporcionar una mejor experiencia de usuario para los visitantes.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies publicitarias se utilizan para entregar a los visitantes anuncios personalizados basados ​​en las páginas que visitaron antes y analizar la efectividad de la campaña publicitaria.

No hay cookies para mostrar.

El 5 de mayo en Estados Unidos: una celebración cultural con fuerte impacto económico y comercial

El 5 de mayo en Estados Unidos: una celebración cultural con fuerte impacto económico y comercial

El 5 de mayo, festividad de origen mexicano, ha adquirido una dimensión profundamente distinta en Estados Unidos. Si bien conmemora la victoria del ejército mexicano sobre las tropas francesas en la Batalla de Puebla en 1862, su arraigo en la cultura estadounidense responde a otros procesos históricos, sociales y comerciales. En los últimos años, se ha transformado en una fecha clave para el consumo y, particularmente, para sectores como la industria alimentaria, bebidas alcohólicas y la comercialización de productos agrícolas como el aguacate.

Aunque en México el 5 de mayo no tiene un alcance festivo nacional, en Estados Unidos su conmemoración comenzó en el siglo XIX entre comunidades mexicanas en California. Estas celebraciones tomaron fuerza como símbolo de resistencia durante la Guerra Civil estadounidense, y décadas más tarde, activistas chicanos en los años 60 y 70 la adoptaron como un emblema de identidad cultural y orgullo étnico. Fue recién en la década de 1980 cuando el 5 de mayo fue promovido comercialmente por empresas —especialmente cerveceras— convirtiéndose en una fecha de amplio consumo masivo, con celebraciones que hoy se replican desde Los Ángeles hasta Nueva York.

El impacto económico que genera esta festividad ha crecido de forma sostenida. Según cifras de 2024 publicadas por Trade Ideas en su informe “The Trader’s Guide to Cinco de Mayo”, los consumidores en Estados Unidos gastaron más de 2.3 mil millones de dólares en productos y celebraciones vinculadas al 5 de mayo, lo que representa un incremento del 8.5 % respecto al año anterior. Restaurantes y bares experimentaron un aumento del 12 % en transacciones en comparación con un fin de semana regular, mientras que las ventas de tequila premium crecieron un 22 %. Las cadenas de restaurantes de comida mexicana reportaron, además, un alza del 15 % en el tráfico de clientes, consolidando esta fecha como uno de los eventos comerciales más rentables del calendario primaveral (Fuente: Trade Ideas, 2 de mayo de 2024).

Un rubro particularmente influido por esta celebración es el del aguacate. Tradicionalmente asociado con platos emblemáticos como el guacamole, el aguacate ha logrado posicionarse como un producto estrella en el consumo durante esta festividad. De hecho, el 5 de mayo representa la segunda mayor fecha de consumo de aguacate en Estados Unidos, solo superada por el Super Bowl. Se estima que los estadounidenses consumen más de 81 millones de libras de este fruto durante los días previos a la conmemoración, según datos de la industria.

¿Cómo se movió el mercado las semanas previas?

En este contexto, el comportamiento del mercado del aguacate ofrece una mirada reveladora sobre cómo la festividad impacta no solo la demanda sino también las dinámicas de exportación, competencia y precios.

De acuerdo con Sergio Paz Vega, gerente general de Coliman Avocados, México exportó 737 embarques de aguacate a Estados Unidos durante la semana 16 del año (segunda semana de abril). A pesar de ser una semana laboral corta debido a la Semana Santa, los volúmenes superaron las expectativas gracias a la planificación anticipada y al uso de inventario acumulado de la semana anterior.

“La fruta ya está posicionada y solo falta esperar que las promociones funcionen y los inventarios bajen lo suficiente para que en unos días más los importadores requieran fruta fresca para surtir pedidos posteriores al evento”, explicó Paz Vega. Sin embargo, el esperado incremento de la demanda en vísperas del 5 de mayo no se manifestó con la intensidad anticipada. La demanda durante los primeros días de la semana 17 fue calificada como “regular a baja”, sin señales claras de repunte, lo que generó un efecto inmediato en el comportamiento de precios.

Los inventarios en Estados Unidos, que rondaban las 30 mil toneladas al 18 de abril, fueron acompañados por una cosecha californiana que superó las 10 mil toneladas, cifras que sorprendieron a algunos participantes de la industria mexicana. A esto se sumó el inicio de cosechas en países como Perú y Colombia, cuyas frutas comienzan a competir en los mismos mercados. El exceso de oferta, combinado con una demanda menor a lo proyectado, impulsó una tendencia a la baja en los precios. “Los productores mexicanos iniciaron la semana aún con el optimismo de esperar un aumento en la demanda que les permitiera al menos mantener los precios en campo. Tampoco ha sido el caso”, señaló Paz Vega.

Antonio Villaseñor, director de Aztecavo, complementa esta visión al destacar que, durante la misma semana, México cosechó 21,270 toneladas de aguacate, de las cuales 16,545 toneladas se destinaron al mercado estadounidense, con un rendimiento del 78 %. Sin embargo, advirtió que “la demanda por fruta mexicana ha empezado a bajar debido a la competencia de otros orígenes, como California, que ya está cosechando alrededor de 7 mil toneladas por semana”.

Villaseñor subrayó que la oferta de hectáreas disponibles para cosecha en el programa de exportación a Estados Unidos disminuyó un 8 %, mientras que las condiciones de mercado presentaban señales encontradas: una reducción en inventarios, pero con una fuerte presión para reducir los precios FOB (Free On Board). “El precio en campo presenta una relativa estabilidad, pero México tendrá que competir con más orígenes, como Colombia y Perú, en las próximas semanas”, añadió.

A estos elementos se suma el análisis de Tomás de la Cuadra, analista de datos de Avobook, quien aporta una mirada interanual a los patrones de exportación. Según su revisión, durante las últimas tres temporadas las semanas 16 y 17 suelen concentrar los peaks de envío hacia Estados Unidos, alineados con la preparación logística para el 5 de mayo.  “Pero no ha sido así para el 2025. La semana 13 cerró con poco más de 1.900 embarques, pero luego cae a 1.200 en la semana 14, y las semanas previas al 5 de mayo no muestran señales de volumen importante en relación a las demás”, indicó. 

El análisis también destaca que, si bien la campaña de Perú ya había iniciado, no logró afectar de forma significativa los precios de la fruta mexicana en el mercado estadounidense. 

Y post 5 de mayo, ¿cómo fue el escenario?

Durante la semana 18, ya posterior a la celebración del 5 de mayo, México exportó 850 contenedores de aguacate a Estados Unidos, un volumen considerado moderado que no alteró significativamente los inventarios reportados en destino. Según Sergio Paz Vega, esta caída en el ritmo de exportación refleja una participación mexicana cada vez menor en ese mercado, una tendencia que se espera continúe en las siguientes semanas.

Aunque la demanda interna en México no fue especialmente alta, los precios en campo no se ajustaron con la misma rapidez que los requerimientos del mercado estadounidense. “Es indudable que alguien en la cadena ha estado perdiendo dinero, al menos en algunos calibres”, advierte Paz. En particular, el calibre 60 presentó mayores complicaciones, pero también las frutas grandes —como los calibres 40s— sufrieron una baja considerable, a pesar de su menor disponibilidad en comparación con temporadas anteriores. Los calibres pequeños (70s), que habían mostrado mayor estabilidad, también comenzaron a resentir la caída de precios al iniciar la semana 19.

En lo que va de la temporada 2024–2025 (julio a la fecha), México ha exportado cerca de un 10 % menos volumen en comparación con la temporada anterior. No obstante, el año ha sido positivo para muchos productores, ya que el precio promedio ha sido significativamente más alto, beneficiando especialmente a quienes lograron mantener rendimientos dentro del promedio.

Las perspectivas inmediatas están marcadas por la incertidumbre. El grueso del volumen remanente deberá colocarse entre el mercado estadounidense y el mercado interno. Sin embargo, Estados Unidos no estaría en condiciones de absorber el volumen que los productores esperan, y la competencia con orígenes como Perú —aunque aún incipiente en términos de volumen— ya genera especulación en el mercado. “Lo cierto es que el mercado está en proceso de adaptación”, señala Paz, quien advierte que ese reacomodo parece haberse adelantado, impulsado más por las expectativas sobre la fruta peruana que por su presencia efectiva.

Ante este panorama, algunos productores mexicanos han optado por redirigir sus cosechas al mercado nacional, donde en ciertos calibres se están obteniendo mejores precios que en Estados Unidos. A esto se suma el inicio de la cosecha de fruta nueva en Jalisco, que ya ha empezado a generar movimientos en mercados como el canadiense. Esta confluencia de factores obligará a los productores a tomar decisiones clave en las próximas siete u ocho semanas.

En suma, si bien el 5 de mayo continúa siendo una fecha de alto valor comercial y cultural en Estados Unidos, el comportamiento del mercado en 2025 muestra que su impacto económico no siempre se traduce en beneficios lineales para los productores agrícolas.