Entre la abundancia y la estrategia: cómo Europa gestiona su verano y las llegadas de aguacate

Entre la abundancia y la estrategia: cómo Europa gestiona su verano y las llegadas de aguacate

volúmenes récord de aguacate. Sin embargo, a diferencia de temporadas anteriores, la respuesta de la demanda sorprendió: pese al aumento sostenido de las llegadas, los precios no se desplomaron con la intensidad esperada.

“Nos enfrentamos a una temporada con un volumen extraordinariamente alto, pero en contra de lo que muchos anticipaban, el mercado no cayó tan drásticamente como en 2023”, explica Carlos Ocaña, Product Manager de Aguacate en Hermanos Fernández López S.A.U.. Desde su perspectiva, el equilibrio temporal se logró gracias a una mayor profesionalización comercial y a un consumidor europeo que, aunque aún lejos de su techo, muestra señales de madurez.

El verano 2025 estuvo dominado por la fruta peruana, que representó más del 80% de los arribos al continente. Según Annabel Könst, Head of Procurement Central Europe en Westfalia Fruit, ese protagonismo no solo definió la dinámica del mercado, sino también su capacidad de resistencia: “Hemos visto un suministro constante por encima de las 800 cargas semanales, con algunos picos que superaron las 1.000. Con esos números, en años anteriores habríamos tenido precios mucho más bajos. Pero esta vez, la fruta se movió”.

Una nueva normalidad: 800 cargas por semana

Europa parece haber encontrado su “zona de tolerancia” frente al exceso de oferta. Könst detalla que el umbral de equilibrio comienza a resquebrajarse cuando las cargas superan las 650 o 700 por semana, y que más allá de las 1.000, los precios se ven claramente presionados.
Aun así, el mercado logró mantenerse en torno a los 5,00–6,00 euros por caja en el spot, un rango inferior al de invierno, pero razonable si se considera la magnitud de la oferta.

Los informes de Avobook confirman esa lectura: el precio promedio en Rotterdam mostró una curva descendente hasta comienzos del segundo semestre, cuando los envíos peruanos comenzaron a disminuir. El rebote posterior validó una relación ya conocida —menos oferta, recuperación inmediata—, pero con una diferencia importante: esta vez el ajuste fue más rápido y menos severo.

Tanto Ocaña como Könst coinciden en que la demanda europea ha evolucionado, aunque todavía está lejos de compensar la expansión exportadora. “La curva de aumento de consumo va al alza, pero es insuficiente para absorber una temporada peruana de mil millones de toneladas”, advierte Ocaña. “Europa seguirá apostando por la palta peruana, pero la saturación de volumen será el gran problema de los próximos años”.

Könst complementa: “Estamos en el camino correcto para impulsar el consumo, pero aún falta. Lo positivo es que toda la fruta que llegó este verano se comió. En años anteriores, con estos volúmenes, habríamos visto precios mucho más bajos”.

La ejecutiva señala que el desafío será aún mayor cuando nuevos orígenes —como Colombia, Marruecos, Kenia, Brasil o Portugal— alcancen su plena capacidad de exportación. “El aguacate se está convirtiendo en un producto más ‘commodity’. A medida que todos los países aumentan su producción, necesitaremos un impulso adicional al consumo para sostener el mercado”.

Promoción y planificación: dos pilares para el futuro

La solución, coinciden ambos especialistas, pasa por una mayor coordinación sectorial y por un fortalecimiento de las campañas de promoción del consumo.
Para Ocaña, “toda acción de la World Avocado Organization será importante, pero también hay que desarrollar mercados con potencial de consumo y ampliar la temporada. Cuanto más se logre diluir la campaña en el tiempo, menor será el impacto de los picos”.

Könst enfatiza el papel colectivo de la industria: “Necesitamos organizaciones como la WAO para seguir impulsando el consumo, pero con más actores involucrados. No puede depender solo de unos pocos productores o importadores. En la temporada alta de Perú operan más de 150 exportadores y 150 importadores, y la mayoría no pertenece a la organización. Necesitamos que todos estén a bordo, incluidos los nuevos orígenes”.

Ambos coinciden en que el objetivo no es únicamente colocar volúmenes, sino cubrir costos y sostener precios responsables. Y para lograrlo, no basta con abrir más mercados: se requiere que el consumo promedio por comprador crezca en cada país europeo.

Los datos y testimonios convergen en un diagnóstico: el verano de 2025 no fue una crisis, sino un test de resistencia. El mercado europeo, con precios moderados pero estables, demostró que puede manejar mayores volúmenes si hay previsión logística y coordinación comercial. Sin embargo, la lección central es que el crecimiento del consumo no alcanza todavía para equilibrar el aumento estructural de la oferta.

“Seguiremos teniendo veranos exigentes —resume Ocaña—. El reto será planificar mejor los envíos y ampliar la ventana comercial para que el mercado pueda respirar”.

Mientras tanto, la temporada deja un mensaje claro: Europa puede resistir, pero no improvisar. El futuro del negocio dependerá menos de producir más y más de cómo se coloque, se consuma y se promueva el aguacate en un continente que, aunque cada vez más verde, aún tiene un límite visible.