Asia: un mercado que redefine el futuro del aguacate

Asia: un mercado que redefine el futuro del aguacate

Asia se ha convertido en un mercado con señales concretas de apertura para el aguacate. Países como Corea del Sur, Japón y China han implementado medidas que facilitan el acceso y mejoran la competitividad de los proveedores. 

Según André Vargas, Global Procurement Manager en South American Express Co. y Director Comercial en Fruwer Produce LLC, estas iniciativas incluyen “exenciones temporales a frutas como el aguacate” en Corea, la autorización de importaciones desde Filipinas por parte de Japón en 2024 y la apertura de protocolos en China a nuevos orígenes como Kenia y Sudáfrica.

“Asia está facilitando el regreso de proveedores al ofrecer mayor acceso a mercados y reducción de aranceles”, explica Vargas. Corea del Sur, por ejemplo, ha extendido exenciones temporales a frutas como el aguacate, mientras que Japón permitió en 2024 la entrada de fruta fresca desde Filipinas, evidenciando su intención de diversificar y estabilizar la oferta. En paralelo, China ha abierto protocolos a países como Kenia y Sudáfrica en los últimos años.

La región, además, combina dos factores decisivos: una demanda en crecimiento y un ecosistema moderno de distribución. China es ya el mayor importador regional, y aunque el consumo per cápita sigue siendo bajo, el potencial de expansión es enorme. Vargas advierte que aquí “las autoridades de los países proveedores deben accionar campañas de marketing para promocionar el aguacate y elevar el consumo, actualmente los esfuerzos son muy escasos”.

El consumo en Asia refleja particularidades culturales. En China, el aguacate se integra principalmente fresco en ensaladas, bowls con arroz o en batidos y milkshakes en cafeterías. Sin embargo, el mayor dinamismo está en el segmento procesado: guacamole, snacks y aceite, con una expansión proyectada hasta 2030. En Japón, en cambio, la fruta se ha convertido en ingrediente habitual en sushi y ensaladas, además de crecer su presencia en guacamole y cosméticos.

Aunque el segmento fresco ya concentra la mayor parte del consumo en China, Vargas subraya que todavía hay margen: “el consumo per cápita sigue siendo bajo, lo que deja un amplio espacio para crecer”. Para ello, insiste, se requieren esfuerzos de marketing intensivos desde exportadores y autoridades.

Un punto clave para medir la rentabilidad es la relación entre costos de traslado y precios. Vargas sostiene que “si la calidad y la marca se mantienen, hay margen; si bajan, el margen se reduce”. El especialista recuerda que China es un mercado “muy volátil y sensible al volumen”, por lo que la única forma de protegerse es enviar fruta premium, de piel lisa y en cajas con marca.

Este año, añade, China ha mostrado mayor exigencia en la calidad externa, a diferencia de 2023 y 2024, lo que revela que “los consumidores se van adaptando y cambiando año a año”. En términos logísticos, los fletes marítimos hacia el continente se han mantenido en niveles razonables en 2025. Japón, por su parte, ofrece precios retail al alza y un mercado de alto valor, pero exige consistencia, presentación y tamaño. “Es rentable para fruta premium con programas”, asegura.

La demanda también varía según el mercado. En China y Asia destacan los calibres 20 y 22, aunque los 26 y 28 han repuntado en foodservice, especialmente en cajas de 10 kg. Japón mantiene su preferencia por fruta homogénea y de calibres medianos para retail, donde la uniformidad y la marca pesan más que los tamaños extremos.

Chile, por su parte, ha conseguido posicionar fruta premium en Asia, con una demanda clara en China de calibres entre 20 y 26.

El veredicto de Vargas es que Asia sí sigue siendo un mercado interesante, pero bajo condiciones precisas: calidad, marketing y consistencia. La región ofrece acceso, crecimiento y rentabilidad, siempre que los exportadores entiendan que el consumidor asiático es cada vez más exigente y que la competencia global no da margen para improvisar.