Manejo de Huertos en Climas Extremos: Respuestas ante La Niña en Chile

Manejo de Huertos en Climas Extremos: Respuestas ante La Niña en Chile

Todos los nuevos pronósticos coinciden para julio y agosto un clima seco anunciando la retirada del fenómeno de El Niño y la entrada nuevamente de La Niña por un período indefinido. Con este relevante cambio nuevamente volvemos a lidiar en Chile con un clima semi árido, aumentando el estrés y volviendo a convivir con inviernos y primaveras frías.

Hace casi 10 años el valle central sufrió una terrible helada de primavera, justo después de las fiestas patrias con resultados catastróficos en frutales de hoja caduca recién cuajados. Es muy probable que esta situación se repita en primavera con la llegada de La Niña debiendo preparar los huertos para el daño que provoca el frío. Si bien las heladas de invierno pueden provocar la pérdida de la fruta que está colgando y de las nuevas ramillas florales, afectando la producción por 2 temporadas, las primaveras frías también pueden ser dramáticas, ya que generan un daño oculto, que termina afectando la yema hinchada o el inicio del estado de coliflor. Los daños por heladas son visibles, pero
el daño por frío que por lo general muestra pecas de color cobrizo en el follaje podría afectar la inducción floral, desdiferenciando las yemas que entregan la flor 2024. Al inicio visualmente este problema no es detectable pero en la medida que las panículas se van elongando las flores abren y caen rápidamente; en algunos casos ni siquiera alcanzan a abrir, generando una pobre cuaja y temprana defoliación. Si al inicio de la floración se caen la hojas, las nuevas panículas tendrán una mala nutrición en plenaflor, ya que no llegarán los nutrientes móviles que están almacenados en el follaje y es muy probable que el sistema radicular en una primavera fría tenga una iniciación más tardía, desarrollando abortos por desnutrición.

Debemos aprovechar la nueva tecnología que se está desarrollando en la meteorología entregando precisos pronósticos 30 días antes que ocurra alguna anomalía climática, dando tiempo para reaccionar y tomar las siguientes mediadas ante el inminente frío que viene entrando:

1.Comenzar a levantar las reservas tanto del follaje como de la raíz realizando aplicaciones de Aminoácidos. Es muy común la aplicación de Urea en invierno-primavera, pero también es conocido que este fertilizante cuando baja la temperatura se vuelve muy ineficiente sin ver efectos en recuperar las Reservas. Es mejor cambiar las fuentes
nitrogenadas por Aminoácidos de rápida entrega y asimilación para lograr un efectivo aumento de la Reserva en las plantas. Si entramos al invierno con baja Reserva, el frío irá afectando la inmunidad del huerto provocando una débil iniciación en primavera con una inminente defoliación prematura.

2.Regar con cautela durante el invierno e inicio de primavera, ya que se debe estimular la oxigenación y temperatura del perfil para estimular un rápido y pronto crecimiento radicular. Si al inicio de primavera el riego provoca encharcamiento la actividad radicular será muy baja y las plantas con una pobre nutrición serán más sensibles al frio.

3.Trabajar con nutrientes que rehidraten los tejidos y entreguen fortaleza a las paredes celulares. Durante el invierno e inicio de la primavera el K deberá estar presente en una mayor proporción, a que el daño por frío provoca deshidratación. Si el tejido se deshidratan, es posible volver a rehidratarlo buscando una pronta recuperación del daño.
Para fortalecer los tejidos es fundamental el Ca y Si. Es conocido que el Ca es absorbido cuando la planta tiene crecimiento radicular y posiblemente en estas fechas muchos huertos van bajando la actividad radicular durante el invierno. Complementar el catión Ca con el catión Si aplicando vía riego Silicato K o Tierra de Diatomeas para que
lentamente por medio de actividad bacteriana (biosilificación) se transforme en Ac. Monosilicíco y sea absorbido por las raíces. El Si genera varios efectos dentro del suelo y debe ser aplicado antes o después de un evento estresante.

4. Desarrollar la Fertilización Biológica, ya que es más eficiente, fortalece los tejidos y logra levantar la inmunidad de las plantas aumentando la tolerancia al estrés abiótico. Los huertos que trabajan con Fertilización Biológica considerando en un programa altas dosis de Carbono, Extracto de Algas, Aminoácidos, Consorcios Microbianos y Biofertilizantes desarrollan células con mayor soluto, logrando bajar el punto de congelamiento. La Fertilización Salina es muy ineficiente y produce tejidos débiles muy suculentos que muestran daño incluso con 0 ºC, mientras que los tejidos desarrollados con Fertilización Biológica no muestran daños por helada incluso llegando a -4 ºC por un largo
período de tiempo. Esta reacción está escrita en la literatura hace bastante tiempo, pero el mundo agrícola con manejos muy tradicionales sigue empeñado en dar importancia al N por sobre los otros nutrientes, provocando daño y desequilibrio en el crecimiento y producción de fruta.

5. Realizar Nutrición Floral Completa desde el inicio del estado de coliflor ya que las plantas estarán apagadas hormonalmente por el frío y los nutrientes llegarán tarde para nutrir los nuevos embriones. Considerar 3-4 aplicaciones para cubrir toda la floración y lograr atrasar la apertura floral ya que probablemente octubre presente noches frías. La Nutrición Floral además de alimentar la nueva floración y cuaja, previene la defoliación anticipada y permite fortalecer la panícula logrando un pedúnculo más largo y grueso que tolera mejor el estrés abiótico evitando el aborto de fruta.

6.Si lamentablemente no se toman las mediadas a tiempo y el huerto se ve afectado por heladas o frío, inmediatamente después de los eventos se puede apelar a la capacidad de recuperación favoreciendo la rehidratación de los tejidos aplicando K de alta calidad junto con Quitosano para reparar las micro heridas que se forman en los tejidos expuestos al frío.

Estos mismos manejos que se proponen para aumentar las defensas frente al frío se repiten cuando se anuncian olas de calor o estrés hídrico por falta de agua. Muchas veces las altas temperaturas y el viento pueden provocar estrés y deshidratación, incluso manteniendo un riego bien aplicado, pero posteriormente al estrés las plantas pueden recuperar el crecimiento y poner al día una curva de calibre si se aplican las sugerencias recomendadas.

Al parecer los años normales ya no existen y debemos estar preparados para convivir con anomalías climáticas en distintas fechas del año debiendo manejar huertos con buena condición para que desarrollen unarápida recuperación después de cada estrés.

Gonzalo Vargas

gvargascarranza@gmail.com